Capitulo 34

Después de esa mágica noche, Megan le insistió a Liam que fuera a trabajar, ella también iría para contarle la verdad a Glenda.

-¡¿Por qué me lo ocultaste?! – Pregunta fingiendo indignación – me siento herida.

-Lo siento Glenda – dice Megan con una sonrisa en sus labios.

Se encuentran en la cafetería del hospital, Megan decidió contarle sobre el embarazo.

-Es que no me contaste – dice haciendo un puchero y cruzándose de brazos.

-Es que sé que tú eres igual a Retana – afirma Megan haciendo que su amiga le enarque una ceja – sabía que si te decía que era positivo, le contarías a Cristian para que hablara con su hermano cuando estabas en una situación mala.

-Y vaya que me conoces – acepta Glenda – no me enojo porque yo seré la madrina de tu boda y porque eres la madre de mis sobrinos.

-¿Quién dijo que habría boda? – Pregunta Megan riéndose – mejor dejemos el tema y vamos por helado.

-Ok – se levantan para ir a una heladería - ¿Cómo lo tomo Retana?

-Bien, se emocionó demasiado – contesta al recordar su hermana como se llevó con Liam - ¿Qué tal con Cristian?

-Bien, eso creo – responde queriendo evitar la conversación.

-¿Sucede algo? – pregunta cuando piden los helados, su amiga niega.

-Es solo que… ayer no me llamo – dice desanimadamente – creo que fue mentira sobre que me amaba.

-No digas eso Glenda – ahora es Megan quien la consuela – tal vez está ocupado, es el dueño de unas editoriales más grande del país, por eso debes darle tiempo.

-Tal vez tienes razón – responde llevándose a su boca una cucharada de helado.

-Doctora Megan – es el señor Richard quien se acerca – me alegre que todo sr haya resuelto.

-¿Cómo lo supo señor? – pregunta Megan.

-Pues la vi que bajo del auto de él señor Liam – esas palabras hicieron que Megan no dejara que sus labios mostraran una sonrisa, Liam la ha obligado a no manejar.

-Sí, Liam y yo regresamos – dice tocándose su vientre – también viene uno en camino.

El señor Richard se sorprendió por la noticia, aun siente cosas por Megan pero dejara que sea feliz, sonríe al notar el pequeño bulto.

-Pues con mucha más razón no trabajara más – dice Richard – felicítelo de mi parte al padre.

-Gracias, se lo diré – responde, Glenda solo los observa sorprendida por lo incomodo que se siente estar entre de las personas que uno se ama y la otra nunca le dio una oportunidad.

Megan se levanta para deja el vaso desechable a la basura, Glenda la imita, se van juntas para trabajar.

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En el auto agarrado de las manos, directo al hospital, Liam está nervioso al igual que Megan porque será el primer ultrasonido que tendrá.

Cuando se hizo el examen, le comentaron que se lo podían hacer en ese mismo momento pero Megan se negó.

-¿Nerviosa? – pregunta Liam llevándose la mano de la mujer hasta sus labios mientras conducen.

-Un poco – dice acomodándose en el asiento, ladea la cabeza encima de su hombro para ver a Susy quien no ha dejado de balbucear.

-Susy parece estar tranquila – dice Liam mirando a través del retrovisor a su pequeña.

Llegan al hospital, los dos bajan sacando a Susy quien Megan la lleva en brazos, caminan hasta el pasillo indicado.

Entran al cuarto donde la doctora será atendida, Megan le da la bebe a Liam quien con placer la acepta haciéndola reír con los mimos, la ginecóloga Graciela entra con una sonrisa en su rostro.

-Vaya, hoy vino el padre – dice cuando se acerca a ellos – buenos días señor Liam, mi nombre es Graciela, amiga de su novia.

-Es un gusto conocerla – dice Liam estrechando la mano con la de la ginecóloga.

-¿Empezamos? – pregunta una Megan nerviosa, su amiga asiente contenta. El magnate se sienta y pone la bebe en su regazo.

Ayuda a Megan colocarse la bata, Liam está observando todo el cuarto con curiosidad tiene en sus brazos a Susy, toca sus zapatitos con las manitas.

Salen de las cortinas, con Megan usando la bata, Liam siempre la ve hermosa con cualquier atuendo que ocupe.

-Bien, acuéstate en la camilla – ordena Graciela preparando el monitor, Megan hace lo que le manda para luego voltear donde esta Liam.

-Te ves hermosa – susurra el evitando que la ginecóloga lo escuche, Megan sonríe.

-No exageres – dice tocándose su barriguita.

-Bien – aparece Graciela – te pondré gel.

-Ok – dice, cuando Graciela le abre un poco la bata en donde se encuentra el vientre, le coloca el gel para luego poner el aparato, Graciela se dedica a ver por el monitor.

-Muy bien – dice moviéndolo, luego señala con su dedo en la pantalla – bien ahí está.

Liam se levanta con la bebe en brazos camina hasta estar al lado de Megan quien está observando la pantalla con emoción, ella frunce el ceño al ver y luego se cubre la boca, Liam ve el gesto de Megan y rápido se pone a su lado.