Sofía estaba desconcertada, porque demonios no la dejara ir esto es secuestro.
– ¿Qué?, ¿Por qué? – pregunta sorprendida ante la respuesta del desconocido aún para ella.
– Porque que caso tendría el haberla traído hoy y dejarla mañana, porque ya le comenté que será mi esposa no le dije ya.
– Pero soy casada – le dijo con la esperanza que le dejara libre, pero cree que ha fallado pues el hombre no cambia de opinión y niega con la cabeza.
– Crees que no lo sé, eso no es nuevo para mí, pero también sé que estás en proceso de divorcio.
Como se enteró este tipo de que se quiere divorciar, ah claro la vigilo noche y día por diez largos años ata la actualidad.
– Bueno, bueno, basta de esto, como no me dejara ir qué tal si me ayuda a divorciarme lo más pronto posible y talvez dejar en la calle a mi marido – eso último lo pensó muy bien y cambiando de opinión mejor dijo – sabe que eso último mejor no, será mejor mh – lleva sus dedos poniéndolos en su barbilla como la escultura del pensador – que tal si me ayuda a desenmascarar a Rosa y abrirle los ojos a Ernesto y que la bote.
El tipo se tensó ante el pedido de la mujer pues si descubre que estuvo ligado con Rosa para que toda la situación estuvo de acuerdo con ella.
– ¿Que opina señor desconocido?
*****
En otra parte el hermano de Sofía estaba con los nervios de punta. Se encontraba frente a un escritorio con un policía escuchando detenidamente lo que ocurrió hasta que le pregunta.
– No vio una placa o algo. – pregunta el oficial.
Rafael se encontraba nervioso y solo negó repetidas veces ante la pregunta del oficial.
El policía solo anotó todo en una pequeña libreta y se levanta para ir con otros policías para anexar el caso y ponerse en marcha para buscar a Sofía.
Rafael se encontraba aún sentado en el lugar que le asignaron cuando de pronto se escuchan unos pasos apresurados que se encaminaban directamente a el hermano de Sofía, él no se percata de eso hasta que siente de pronto un jalón, abre los ojos grandes hasta que se da cuenta de quién se trata, pierde todo nerviosismo.
– ¿Por qué no la cuidaste pedazo de idiota? – alega Ernesto furioso y agresivo ante la situación actual.
Rafael ante la potente mirada de Ernesto le toma la mano de dónde lo tenía agarrado y se suelta bruscamente y le dice – No me vengas con tus idioteces Ernesto, no vengas a preocuparte por mí hermana ahora, porque cuando la tenías ni caso le hacías y ahora que sucede esto vienes como el buen esposo, no tienes más las cosas de lo que están.
Las palabras dichas por su cuñado eran tan ciertas tan reales que le caían como balde de agua fría hasta que se le ocurrió decir – bueno, pero lo que a mí me tiene la conciencia es que cuando estaba conmigo no le pasó nada.
Rafael solo escuchaba hasta que soltó una estruendosa carcajada – Nada dices, por favor no le hagas reír, primero dime cuántos días ella se acostó llorando, dime cuántas veces la humillaste, dime cuántas veces le pasaste a tu querida por enfrente – Ernesto escuchaba atento todo lo que decía, cada palabra, cada hecho que mencionaba era siento – no olvides decir, cuántas veces los vio demostrándose amor y teniendo sexo frente a ella.
– Que ella nunca nos.…– hay tomo la cuenta todo lo que ha dicho la daño, la humilló, siempre creyó que nunca se dio cuenta ahora está perdido, ahora entendía los cambios de humor cuando estaba con él.
– Que porque te quedas mudo, que pensabas mi hermana ni es tonta y no dudo ni tantito en decirme lo que ocurría, valla marido que le consiguieron mis padres, si haya estado enterado de todo lo que le hacías estuviera aquí desde hace bastante tiempo, y para terminar y para colmo está embarazada tu zorrita – Ernesto se enojó por el término por el cual se refirió a Rosa – que, te enojaste, Huy pobrecito, mira Ernesto, veo que estás enamorado se podría decir de tu mujer, pero en cuanto te diste cuenta porque ni demonios pedirle el divorcio a mi hermana solo la has hecho sufrir.
Ernesto cae en cuenta, era cierto, ¿Porque nunca le pidió el divorcio? Porqué, solo se la paso con su novia, hizo menos a Sofía por mucho tiempo, ahora se da cuenta qué e no quería a Rosa solo estaba encantado, pero no se le va de la cabeza que ella le había dicho que Sofía tenía un amante antes de casarse.
– No tienes cara para venir a decirme que hice mal, Sofía no es un pan de Dios tampoco.
– ¿Qué estás tratando de decir animal? – menciona Rafael ante las palabras de Ernesto con la quijada apretada.
– Bueno solo te tengo que decir que tu querida hermana antes de casarnos se vio con un tipo, me enviaron la foto que hasta se besaron.
– Aún tienes la foto – dice Rafael aún enojado y con los brazos cruzados.
– Por supuesto.
Ernesto saca su teléfono celular, poniendo la contraseña y buscando en su galería le muestra una fotografía donde aparece Sofía y ¿él?, Y en ello recuerda que vino algunos días antes de que contrajera nupcias para darle su regalo y felicitaciones, y le dio un beso en la mejilla que tomada desde el ángulo en dónde está parece como si la hubiera besado.
– Pero sí que eres idiota verdad Ernesto.
– ¿Por qué me lo dices?
– Ve bien la fotografía que se te hace familiar en el tipo.
Ernesto ve detenidamente la fotografía y abre muy grande sus ojos, voltea a ver a Rafael y solo dice – No me digas que...
– Claro soy yo pedazo de mierda.
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Editado: 17.03.2022