Doloroso Amor ll

3

La realidad se sintió como una bofetada en el rostro a tratado tan mal a Sofía solo por sus estúpidos celos y mala vista.

Ahora ve que Rosa le hizo una mala jugada y se está dando cuenta de todo, pero no cree que sea tan mala no solo lo confundió con alguien más, pero si allá preguntado tal vez estuviera con Sofía y aún más tuvieran hijos.

No lo sabe puesto que ahora Sofía está perdida, el será padre, se va a divorciar y por algún motivo Sofía lo puede dejar en la calle y solo son su novia que está haciendo de las suyas en otra parte.

— No, no puedo creerlo — decía Ernesto con las manos jalando su cabello de manera desesperada.

— Pues créelo imbécil que parte de esto es tu culpa.

Ernesto se enoja ante tal comentario, deja de hallarse el cabello y voltea y ve a su cuñado con el ceño levemente fruncido.

— Pero qué mierda estás diciendo idiota, ¿por qué mi culpa?

— No lo vez imbécil, si mi hermana no se hubiese casado con un estúpido como tú tal vez las cosas serían diferentes, ella se allá casado con alguien que verdaderamente la quisiera no un patán, egocéntrico e idiota como tú.

— No me faltes al respeto animal.

— Animal ¿Yo?, No Ernesto el animal eres tú al no saber distinguir entre lo que te conviene y lo que no porque solo te dejaste manipular por una mujer que te enseño una fotografía sin verla detenidamente, tú y nadie más que tú a tenido y tiene la culpa de lo que está sucediendo, porque si ella no estuviera tan dañada psicológicamente y emocionalmente yo — se menciona a si mismo apuntándose con el dedo meñique — no estaría aquí, no estaría tratando de separar a mi hermana de un engendro como tú, seguro ahora tus padres estarían tan furiosos contigo por las estupideces que está haciendo su hijo, pero no ahora que no pueden verte lo haces y todavía te la pasas en público presumiendo a tu "compañera" según tú de vida que está embarazada y mi hermana dónde queda dime engendro dime dónde queda.

Las palabras de Rafael cada una de ellas las escupía con coraje, con odio a Ernesto, y que hizo él, pues nada solo agachó la mirada porque sabe que es cierto, si no quería a Sofía para que retenerla a que estuviera a su lado, si no le hubiera hecho caso a Rosa de seguir con Sofía solo para que no le quitará el dinero, si no la hubiese escuchado tal vez esto no hubiera pasado.

— Que maldito idiota, ¿por qué no dices nada? — hablaba y hablaba el hermano de Sofía con tanto coraje — ah ya entendí, ya entendí porque no dices nada, es cierto todo lo que te dije verdad, eres un enfermo a quien se le ocurre llevar la amante con su esposa.

Ernesto que hizo, nada, no hizo nada ni cómo defenderse ante tales acusaciones.

*****

Por otro lado, un tipo con un pasamontaña frente a una mujer con la esperanza de que la dejara hay se encontraba tensó ante el pedido de la chica, solo ve los ojos esperanzados de ella, suspira y solo dice.

— De acuerdo te ayudaré a que hagas todo lo que te propones está bien, solo una cosa.

— ¿Cuál? — pregunta un poco curiosa.

— Lo que descubras pase lo que pase no regreses con tu marido está bien.

Sofía no entiende por qué le dice, pero con la posibilidad de librarse de su esposo, de la amante dejarlos en la calle y sobre todo desenmascarar a la tipa que se metió por los ojos a Ernesto asiente sin medir las consecuencias y que hay del desconocido solo esperar y hacer unas cuantas amenazas y advertencias de que vallan abrir esos estúpidos la boca y si es así se hunde, pero con ello no se ira solo si el cae esos dos caen.

— Esta bien de acuerdo, pero aun tengo una duda con usted — menciona un poco curiosa ante el hombre.

— Dime, ¿cuál es tu curiosidad? — dice el tipo aun con el pasamontaña puesto.

— En qué momento se quitará eso que trae en su rostro y ese aparato que le distorsiona la voz, quiero saber quién es el hombre que me secuestro — dice con una voz tan serena que hace que el corazón de él hombre frente a ella se derrita de tanda dulzura que destila la chica.

— Enserio quieres saber quién soy — pregunta el hombre un poco sorprendido ante lo dicho de la chica.

— Claro que es lo que quiero o me lo negara — dice ella y utilizando a su favor que el hombre está enamorado de ella hace una cara de cachorro regañado.

— No lo sé — se lleva una de sus manos a la nuca pareciendo que está nervioso.

— Pero quiero conocerlo — dice Sofía como si estuviese haciendo un berrinche.

El hombre no pudo resistirse ante la manera en que le pide las cosas, verla hay con los pies cruzados sobre su cama se le hizo imposible negarse a la petición de la chica.

— Ah está bien, pero no vaya a correr o asustarse por como soy está bien.

— De acuerdo — dice Sofía con una mano en el corazón demostrando que no hará nada en que pueda hacer sentir mal al hombre.

E.E lleva sus manos a la orilla del pasamontaña, el corazón de él está que bombea a mil por hora, la tensión en su cuerpo hacia que gotas de sudor cayeran por su cuello, volteando a ver un poco a Sofía se percata de que ella lo ve con curiosidad y desesperación por que se quite ya su máscara, cuando el hombre quito la máscara y el aparato Sofía no puede estar más sorprendida que nunca.

— No puede ser. — menciona Sofía y cae desmayada 

 




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