En una ida a la realidad me di cuenta que no todo es como lo pintan, no todo es color de rosa, no todo es perfecto, no todos te quieren.
Pensar que las personas que llegaste a querer más que a ti misma te lastimasen, te abandonen y te destrocen el alma.
De todo aprendí estos últimos años, pero lo que más me paso factura fue en creer que todos eran mis amigos, confié muy rápido en personas que no merecían la pena y deseche a otros que si la merecían.
Mi vida se volvió gris hace muchos años.
Pero decidí que era hora de cambiar y superar todo aquello que no me dejaba levantarme a seguir, voy a luchar por mis sueños y mi vida.
Y sanar mi doloroso ser.