Capitulo X.
Ya habían pasado dos semanas desde que me había reencontrado con los chicos y hasta ahora no han dejado de venir a visitarnos, el saber que jamás los había perdido, que siempre habían estado para ayudarme y que las cosas que pasaron solo fueron culpa de mi madre me llena de una alegría que aunque puede opacarse por la forma en la que termine, me hace muy feliz porque ahora entiendo que aunque estuve sola por mucho tiempo, en mi futuro estaba escrito reencontrarme con mis amigos y tener luego de tanto personas apoyando y que estén a mi lado.
Después de haber pasado por todo eso decidí que ya era momento de dejar de sufrir por mi pasado, por mis padres y ahora viviré mi vida como la chica normal que siempre desee ser, sin tener que esconderme o huir porque me habían encontrado, una chica normal que va con sus amigos a comer helado, que se da la oportunidad con algún chico y si, no creo que las cosas cambien de un día a otro pero luchare para que así sea, estoy muy cansada para seguir en esa rutina destructiva que lo único que me ha traído es dolor, es un sangrado intenso que no para, quiero sanar esas heridas que a veces no me dejan respirar y poder continuar de una vez por todas.
Por eso decidí que el día en que me encuentren, no luchare porque si lo que quieren es asesinarme, que lo hagan de una vez pero ya no lo harán con la chica que ha huido todo este tiempo sino que asesinaran a la que decidió no darle más importancia a lo que creían de ella, a su odio y rencor. Ya no me importa nada que tener momentos felices en mi oscura vida, de llenar esos huecos vacios con risas y de vivir por una vez en tanto tiempo.
Eso no ha dejado de rondar mi cabeza desde hace varios días porque sé que es lo mejor, soltar y avanzar, intentar ser feliz, ya no puede importarme menos que me encuentren porque para mi es suficiente con poder ver la luz del sol entrando por la ventana o comer algo rico o simplemente reírme, siempre me falto esto para ser feliz.
Después de mucho tiempo de pensar que esconderme era lo mejor para vivir, ahora entiendo que solo moría en vida, que no estaba pensando fríamente y que estaba acostumbrada a la vida miserable que llevaba pero me había cansado y haría que las cosas cambiaran.
2010
He estado viviendo en el departamento de los padres de Igor, se siente muy bien tener a un amigo que me apoye y aunque es un poco raro con sus padres el estar en su departamento, no tengo más opciones. Intenté buscar un empleo pero aquí en Albuquerque todos conocen a la hija de los empresarios Born, seria inútil buscar un empleo y que no se lo comuniquen a ellos.
Se por Jake, a quien sigo viendo desde que me fui de la casa, que mi padre ha estado muy ansioso todos estos meses anteriores, no deja de preguntarle si sabe algo de mí y eso me parece muy extraño, no sé de dónde ha salido ese lado preocupada cuando jamás me ha demostrado ni un gramo de eso y definitivamente no quiero averiguar cono fue que descubrió ese lado paternal, en cambio mi madre y eso si no me parece extraño, mandó a cerrar mi habitación para siempre y estuvo a punto de botar todas mis cosas.
Llevo cuatro meses aquí, desde el nueve de Diciembre que me salí de mi casa y no hay forma en la que no extrañe ver a mi nana y a mi hermano todos los días, eran mi único consuelo en ese lugar y ahora ya no los puedo ver seguido.
De esas personas que eran mis amigos no he sabido nada e Igor nunca los menciona, además de que él viene cuando está libre de los exámenes porque se le hace muy difícil estudiar y estar al pendiente de mí. Yo he perdido muchas clases y de igual forma no he querido ir porque eso lo pagaban ellos, no tengo nada que hacer en ese instituto.
Escucho que tocan la puerta y me asomo por la mirilla para ver a Jacob y a Sofi, abro emocionada y los hago pasar para luego cerrar e ir detrás de ellos.
—Hazel, tu padre te ha estado buscando—yo negué y la sonrisa se borro completamente de mi rostro, o puede ser que me vengar a visitar solo para hablar de una persona que en vez de protegerme, solo me hizo daño.
—No quiero saber, yo escuché perfectamente como esa señora le decía que tenía que deshacerse de mí, yo los escuché—dije al borde de las lágrimas.
—No Hazel, ahora me vas a escuchar—hice silencio y le hago una seña para que comience a hablar antes de que me arrepienta—tienes que irte ya de aquí, tu madre esta como loca y quiere acabar contigo, mi abuelo siempre ha sabido de mi, al igual que Cristian pero él nunca se lo quiso decir a tu madre, de hecho la prueba se hizo porque ella nos escucho hablar y se puso histérica, esa mujer es despreciable—yo asentí de acuerdo pero sorprendida por todo lo que estaba escuchando—él solo quiere protegerte, ambos quieren hacerlo, es por eso que antes de llevarte con el abuelo tienes que hablar con tu padre, necesitas escuchar la verdad de él—resoplo y paso mis manos por mi cara.
—Ya va, entonces ¿cómo se explica el hecho de que a los doce años casi me viola uno de sus asquerosos amigos y él no hizo nada? ¿Cómo?—pregunté cansada de todas las mentiras que estaba escuchando.
Mi padre preocupado por mí, eso es una gran mentira.
—Solo él puede explicarte, tu realmente no conoces a Sandra—dice él a un lado de Sofi.
—Es cierto pequeña—la miro a ella ahora—yo he estado en esa casa desde que tu padre y yo éramos unos niños, mi mamá trabajaba para ellos y al morir ella quedé yo—fruncí el ceño—tu padre y yo jugábamos como cualquier niño sin que nuestras clases sociales nos diferenciaran pero cuando fuimos creciendo comenzamos a desarrollar sentimientos mucho más profundos y nos enamoramos hasta el punto de tener relaciones sexuales—asentí entendiendo todo—pero cuando cumplimos diecisiete tu abuelo envió a tu padre a estudiar a Londres y justo la noche antes de irse tuvimos relaciones y de allí salió Jacob—la miré esperándome eso.