Jenks.
— ¿Qué demonios estas planeando?
La pregunta de papá me desconcierta, no entiendo su enojo hacia mi.
—¿Planeas desobedecer a tu abuelo de ahora en adelante?
Miro a Amelie por un segundo, aunque su rostro tiene rasguños minimos, su cuerpo esta hecho un desastre, las cicatrices viejas de su torso ahora sangran con heridas nuevas, su labio esta hinchado, hay hematomas en sus brazos y cerca de sus costillas, probablemente tenga alguna fracturada. ¿Entonces de que demonios habla mi padre? Ni siquiera madre es capaz de acercarse a ella, es Alana junto a Aaron quienes la sostienen.
—¿Tú de que carajos hablas? —el tono de mi voz sube y mamá me mira sorprendida— ¿Esta persona no es tu hija? ¡Ni siquiera eres capaz de milarla! —La mirada desafiante de papá choca con la mia, pero no me dejo intimidar, acerco mi rostro al suyo mirandolo fijamente— ¡Me importa una mierda que diga el abuelo, tú o cualquier otro idiota!
—¿Ahora si te preocupa tu hermana?
—No pienso discutir ahora -el enojo parece crecer cada vez mas en mi pecho— con nadie.
Sale a paso rapido de la habitacion y mamá sale detras de él, Amelie no dice nada, parece demasiado agotada aún con lo orgullosa que es, solo deja que la acomodemos en la cama improvisada que Alana armó para ella.
Sé que todo este tema me traera consecuencias con el abuelo; es como dice mi padre, nunca he ido en contra de sus ordenes, siempre obedezco ciegamente; pero mi mente ha estado revuelta estos ultimos dias. Sueños extraños que no sé si son por completo sueños, toda esta situacion de la maldita alianza, el complot que parece existir entre algunos. Estoy perdiendo la cabeza poco a poco.
— Hermano, yo tambien necesito una explicacion para todo esto.
Paso mis manos por mi cabello en busca de un poco de paciencia y estabilidad. Aaron probablemnte este igual de impaciente que yo.
— Sé que es extraño —Alana nos mira mientras intenta dejar comoda a mi copia— Pero ni siquiera yo puedo explicar lo que sucede. El abuelo hizo todo esto. —señalo a Amelie— Y no tengo la minima idea de por qué, es su nieta, es mi hermana. ¿Por qué alguien le haria esto a su propia sangre?
—Bien. —su mano se posa lentamente en mi hombro e intento no reaccionar al contacto— Descubriremos que demonios esta pasando, lo que planean estas dos desquiciadas —Alana ni siquiera se inmuta— y lo que planea la alianza. Pero Jenks, no es un secreto que este maldito lugar esta lleno de desgraciados dementes.
—Lo que en realidad necesitas, idiota. —los dos giramos nuestra cabeza hacia Alana— Es dejar tu burbuja de privilegiado y tomar conciencia de tu propia vida; has olvidado la mitad de tu vida, la otra parte se la entregaste al anciano y ahora dejas que hagan contigo cualquier cosa. —La mano debil de Amelie se enreda en el brazo de Alana— Esto no es un puto reality, es la vida real; tu vida.
Para colmo, me sorprende mas escucharla hablar tanto, que todo lo que me dice.
—Vete ahora, o los problemas seran peores.
Es Amelie quien nos corre y aunque quisiera estar aqui para cuidarla asi como ella lo hizo conmigo, sé que ella no me lo permitiria, así que dejo que mi amigo me guie fuera de la habitacion.
—No importa si la repentina interaccion con tu hermana o tu preocupacion por ella me resulta extraña. Yo te apoyo en todo, no importa qué.
Y no sabia cuanto necesitaba esas palabras, hasta que mi cuerpo se sintio un poco mas tranquilo al escucharlas. Tener a mi hermano es lo que necesito ahora.
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Aunque el ambiente se encuentre tranquilo, la realidad es diferente. La mansión es enorme, pero los pasillos tienen ojos y oídos, nadie lo dice abiertamente aún así es claro que todos se han enterado de la situación. A media tarde, después de un baño con agua caliente, un corte de cabello y ropa limpia, por fin decido dar la cara al abuelo.
Esta noche es importante, todos debemos asistir a la apertura de un nuevo casino, se supone que es algo en nuestro honor o alguna ridiculez así, aunque probablemente solo sea para que entretengamos un rato a la alianza. No puedo tener al abuelo disgustado.
Nunca se ha detenido cuando se trata de mostrar sus preferencias, todos saben que soy su favorito, soy quién el desea como nuevo líder y también el nieto a quien más quiere, pero eso no me deja fuera de su mal humor y la severidad con la que maneja los negocios; sigue siendo el líder después de todo.
Doy dos toques a las enormes puertas de su despacho y unos segundos después tengo su aprobación para ingresar.
—Que bueno verte, hijo —su voz se escucha más grave de lo normal— Ven, siéntate conmigo.
Camina lento, aunque sin perder la elegancia que lo caracteriza y me guía hacia el pequeño balcón que da a campo abierto. Por lo general las ventanas del despacho nunca se encuentran abiertas, pero parece agradarle el clima hoy.
—Necesitaba hablar con usted, abuelo.
—Han sido días confusos para ti, supongo.
La mesa frente a nosotros se encuentra con algunos postres, los favoritos del líder y un puro a medio fumar que me da ganas de vomitar con solo olerlo. Su mirada agotada y casi sin vida -pero sobretodo intimidante- conecta con la mía.
—Jenks, cuando tenía tu edad la vida era confusa siempre. —acomoda su traje y corta el contacto visual— de la nada debía ser cabeza de una organización enorme, padre de familia y el líder de miles de negocios; no tuve elección, esa era mi vida.
»Tu padre nunca tuvo lo necesario para ser un líder, piensa con los genitales, solo se bebe mi dinero y evadir sus responsabilidades es lo mejor que sabe hacer. Nunca ha sido una figura paterna para ti y mucho menos para tu hermana. Así que entiendo que tomar una decisión o seguir un camino no te sea fácil; casi nadie se atreve a afrontar las consecuencias de sus propios actos.
Hace este gesto inquietante de mover los anillos de su mano, chocan contra el adorno de su bastón y aunque parece un gesto inofensivo, desde que tengo uso de razón me ha resultado perturbante.