Capitulo 18.

Amelie.

El alcohol desaparece de mi cuerpo rápidamente, aunque me encontré disfrutando de la extraña fiesta y bebiendo con estos tipos ebrios con los que nunca convivo, eso ha llegado a su fin abruptamente.

Los hombros anchos de mi copia suben y bajan con pesadez, respira casi como un toro y sus ojos parecen estar perdidos, al parecer su mente sigue divagando. Luhan es el primero en actuar.

—Llevémoslo adentro.

Es Dimitri a quien le habla y juntos se acercan a Jenks, con cautela e intentando que este no se altere, hacen que suelte la cabeza que aun lleva en su mano, Dimitri la mira con una mueca de horror y Luhan le da un pequeño empujón a Jenks para comenzar a caminar dentro de la casa. La lluvia ya nos empapo a todos, pero aun así el resto de los presentes parece reaccionar corriendo detrás de Luhan para huir de la lluvia.

—¿Estas bien? —Yuko llega a mi lugar, junto a Alana — No esperaba verte aquí.

—¿Lo conseguiste? —Ignoro su pregunta. La japonesa rueda los ojos y frunce el ceño.

—Si, jefa. —Toma mi mano y enreda su otro brazo en el de Alana, quien solo se limita a observarme — Vamos a dentro o te puedes resfriar.

—Hace años que no me enfermo.

—Claro, porque eres de hierro. —Usa ese tono condescendiente que tanto me molesta.

Ya adentro, completamente empapados y menos ebrios, todos en la sala clavan su mirada en nosotras tres, mientras el enorme cuerpo de Jenks es tratado por Luhan en el sillón.

—¿Qué fue lo que sucedió? —Es Hannah la primera en preguntar — ¿Por qué andas por ahí arrancando cabezas? ¿Ahora eres un psicópata?

—¿Ahora? —La ironía de Patrick no pasa desapercibida para ninguno. Pero nadie hace mucho caso.

—¿Piensas terminar lo que no pudiste hace años? —La pregunta de Jenks deja en silencio a todos, sus ojos chocan con los míos, mismo tono de gris mirándose fijamente. Su ceja derecha se eleva. — ¿Es porque seré el nuevo líder? Debes tener miedo de que sea yo quien gane.

El ambiente se vuelve tenso, el resto de presentes solo aguardan en silencio, incluso ellos pueden sentir la ira brotando de Jenks.

—Solo deja que Luhan te cure —cruzo mis brazos, sin apartarle la mirada, hacerlo sería hacerle creer que es el ganador. — Después puedes volver corriendo donde tu querido abuelo y contarle todo lo sucedido.

—Amelie —susurra Dimitri a unos pasos de mí.

En algún punto todos se han alejado un poco del círculo que habían formado inicialmente, ahora solo somo Jenks y yo mirándonos fijamente, mientras Luhan sigue su trabajo de tratarle las heridas de su brazo y hombro, trabaja como si no existiéramos.

—¿Ahora no eres capaz de asesinarme tu misma? ¿No quieres ensuciarte las manos? —pasa su lengua por la hilera superior de dientes, la expresión severa en su rostro hace que resalte más la enorme cicatriz — Al parecer no eres tan sanguinaria como te haces ver. Por lo menos debiste asegurarte de contratar tipos decentes, alguien que se asegurara de hacer bien el trabajo.

—No creo que sea el momento para discusiones. —habla Luhan.

El rostro de Jenks se gira hacia quien lo cura, ahora concentrando su mirada en el rubio quien solo suspira y termina de vendar la herida de su hombro, entonces cierra el botiquín a su lado.

—Fueron heridas menores, nada grave. —se levanta de su puesto — Amelie, toma esto.

Me extiende dos píldoras, las cuales solo observo en la palma de su mano, eso parece molestarle.

—Sigues estando herida, solo tómalas.

Las tomo sin mucho ánimo aceptando el agua que me ofrece.

—Es probable que Anton ya sepa de todo este desastre —es Alana quien habla, aun con su traje blanco empapado, se mueve por la sala hasta el sillón donde se sienta dejando un espacio considerable entre ella y Jenks. — Esas discusiones de hermanitos dolidos pueden esperar, lo importante ahora es que haremos con el viejo.

—Nosotros no estamos involucrados —salta Hannah rápidamente.

—¿Y qué dirás, Hannah? —Patrick cruza sus brazos, en una pose retadora — ¿Que te estabas embriagando mientras alguien intentaba asesinar a su nieto favorito a unos pocos metros? O mejor, ¿qué preferiste ahogar tu culo en whisky y tequila antes que ir a cumplir con tus responsabilidades?

—No soy la única que transpira licor, querido Pat —rueda los ojos exasperada.

—Mierda, eso no es lo importante ahora —Yuko interviene, pasa la mano por su cabello y suspira — Solo con estar cerca de este... este... Jenks. —mira al susodicho con fastidio, pero él ni siquiera se inmuta, solo se pone más cómodo en el sofá mirando brevemente a la rubia a su lado. — Ya estamos todos involucrados con lo que sea que haya pasado.

—Me intentaron asesinar —Jenks levanta la mano, como si estuviéramos en el maldito jardín infantil, ruedo los ojos cuando sus ojos me miran con reproche — Creo que simplemente lo están dejando pasar como si se tratara de la merienda. Claramente el abuelo querrá saber quién se atrevió a semejante acto tan estúpido y no tengo ninguna intención de ocultar la verdad.

—¿La verdad? —reprocho rápidamente — ¿Tienes alguna prueba, idiota? ¿O solo se te salió del culo decir que quiero asesinarte? Tu obsesión por seguir siendo un zopenco en busca de atención te está tostando el cerebro.

—Por favor, ya terminen con esta mierda —Alana asiente en acuerdo con Dimitri, quien se levanta de un pequeño banquito a unos pasos de nosotros. Me mira con disgusto antes de señalar a mi copia. — Todos aquí sabemos que quieres a tu hermano muerto, así como todos aquí sabemos que tú eres solo un títere del viejo. Esos no son asuntos de importancia, necesitamos una solución que nos asegure no ir al maldito calabozo. No sé tú, querida prometida, pero a mí no me gustan los golpes y cicatrices.

—A mí tampoco —la voz de Hannah sale en un murmullo.

—En general, a ninguno. Solo Amelie es feliz entrando y saliendo de ese asqueroso lugar. —Luhan hace su estúpido aporte.