Dominados

13

Connor

Era tanta la confusión y miedo que habitaba en mi cabeza agobiando cada pensamiento de mi ser, como una señal de que debía defenderme.

CRASH

Pero la desgarradora verdad me decía que lo mejor…

CRASH

…era guardar silencio y sucumbir ante el miedo.

CRASH

Los estruendos delataban la voz de cualquier desertor que intentara decir una simple palabra…

CRASH

…o un murmullo…

CRASH

…O lo que fuese…

Por alguna razón quien nos tuviese aquí se había asegurado de que no pudiésemos hablar o movernos, como sí el único derecho que tuviésemos fuese el permanecer en silencio, igual que los simples Imperfectos que eramos.

Débiles e in valorados, como las sucias ratas de alcantarilla que corrían por las calles gozando de su único privilegio.

Permanecer con vida.

Y no quería perderle.

CRASH

Era lo único que tenía.

“Recuerda Connor” me repetía a mi mismo “Esto es solo un sueño… una fantasía” siguiendo mis instintos primarios “nada de esto es real” como un intento de escape de cualquier cosa.

Esta no podía ser mi realidad.

CRASH

Pero lo era.

Los disparos sonaban repetitiva mente y mi mente estaba al borde de un colapso.

Era lógico que los Imperfectos no morían, pero sentían todas las sensaciones, como sí algo o alguien quisiera verlos sufrir, pero la verdadera pregunta no era saber por qué sino cuanto tiempo iría a durar, “años o solo…”.

—¡Ah! —…minutos— ¿Eh?.

Un simple cambio de pagina.

En un segundo esas misteriosas luces estaban ante nosotros, obligándonos a mantenernos en silencio y al siguiente solo desaparecieron, como sí nada hubiera pasado.

¿Qué rayos había sucedido?

¿Acaso solo querían asustarnos?

¿O mataron a un Imperfecto como consecuencia a esos estruendos?

¡No podía ser cierto!

¡…oh quizás sí!

Los Imperfectos no teníamos derechos.

Tuve que permanecer silencio e imaginar que la luz solo se había ido por unos minutos, como una trampa que nos atrajera hacía la tortura segura, pero mi intuición me decía que tal vez ya no iba a ser necesario tener más miedo.

Por ahora.

Dediqué un minuto de mi tiempo a imaginar que estaba solo, como sí en un solo segundo todo lo que creía saber de mi mismo era falso, al igual que esas estúpidas historias que rondaban entre nosotros, de los tiempos en que existía una pagina llamada Youtube, la cual contaba relatos raros como la gran mentira de que vivíamos dentro de una simulación.

Solo podía ser mentira ya que de lo contrario uno no iría a sentir el dolor que vivía diariamente en un mundo frio…

Crack

…como el instante en que mi cuerpo se recuperó.

—Ahhh —igual que un simple despertar.

Volví a tener control sobre mi.

Sentí mis manos dolidas y los pies me ardían, igual que como sí estuviese pisando un mar de lava.

—¡AUCH! —y no fui el único.

Los otros miembros comenzaron a despertar del efecto que nos mantuvo presos.

—Dios mio —sentir las piernas de nuevo era grandioso—¿Qué esta pasando? —pero nadie pudo pasar por alto el hecho de que seguíamos atrapados en medio de la oscuridad.

Era obvio que todavía nos encontrábamos bajo vigilancia, pero no podíamos comprobar sí había algún guardia cerca de nosotros porque no se podía ver nada más que oscuridad.

Shane

—¡Ya es hora! —el torneo de la vida estaba a punto de dar su inicio.

Mireya Arnowin se veía entusiasmada por poner en marcha sus apuestas, al igual que cada miembro que tenía su mirada fija en el domo.

Yo solamente mantuve mirando las fotografías de los diez miembros por los que había apostado, a través de la tablet que tenía en mis manos. A simple vista todos los parecían iguales, solo que con algunas diferencias; algunos tenían cicatrices, otros barba o cabello largo y ninguno poseía rasgos de envejecimiento, como sí no hubiesen tenido la oportunidad de superar los 24 años.




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