Donde Coincidimos

Capítulo | 3

P.O.V: Nebraska Grey.

Llego a casa, tuve que tomar un uber porque ninguno de los que saben conducir pudo venir por mi a buscarme al aeropuerto. Llamo a la puerta y evito ver la otra, pero por el auto sé que Erin se encuentra con sus padres, ella con su novio saben llevar la relación a distancia, pues ella siempre va viajando y él al ser abogado prefiere mantenerse en un mismo lugar.

—Hola familia —grito cerrando la puerta de entrada.

—Aska —mi hermana menor baja las escaleras y me abraza, siempre nos hemos llevado bien.

—Hola enana mayor —saluda mi hermano, va sonriendo sin camiseta y con un short de bermuda.

—¿Por qué no te cubres? Haces que mis ojos sufran.

—Viste a Josh sin nada y no te vi molesta —ataca sonriente.

—No hables de ese idiota, ahora me dan hasta ganas de vomitar con solo su nombre —digo tratando de convencerme a mi misma que no quiero que vuelva—. ¿Dónde están mamá y papá?

—En la cocina —escucho la voz de mi madre.

—Ellos son partidarios de Josh, no sé cómo se tomen esto —admito a Dan cuando mi hermana corre a la cocina haciendo rebotar los rizos que sólo ella heredó de mamá.

—Vamos enana, tienen que tomarlo a tu favor, después de todo él fue el infiel.

Le doy la mano a mi hermano y voy hacia la cocina, papá está en un taburete bebiendo una limonada mientras que mamá se dedica a preparar el almuerzo. Mi hermana menor teclea en su celular y yo ya no quiero estar callada, sé que puedo arruinar el almuerzo, pero es que no quiero sentirme demasiado nerviosa durante toda la charla.

—Josh me fue infiel, nos vamos a divorciar.

—No puedes, no te puedes divorciar cuando recién te casaste ¿Qué van a decir de nosotros? —papá es experto en hacernos sentir como la mierda utilizando un maldito tono neutro y esa expresión que no se sabe interpretar.

—Papá, yo no le pedí el divorcio, fue él.

—Quizás que mierda hiciste mal, entonces. Conozco a Josh y él no nos haría algo así —añade mamá y es una patada al estómago.

—Oigan, Josh no se casó con ustedes, se casó con Aska y si le fue infiel es un maldito imbécil que no merece defensas, menos que jodan a mi hermana cuando incluso él le ha pedido el divorcio. Si hubiese sido lo bastante hombrecito admite su mierda para sí mismo y cancela la boda, pero ha decidido jodernos a todos como familia. No sé ustedes, pero yo estoy a la defensa de mi hermana —Kans se levanta enfurecida y me abraza, es cuando noto que estoy llorando y que mi hermano me abrazaba por la espalda, ahora soy el relleno de un sandwich.

—Consigue un buen abogado —dice papá sin prestar mayor atención.

—Hablaré con mi niño —mamá toma su celular y se marcha de la cocina.

Me acerco y sigo preparando lo que mamá hacía porque ella considera más importante saber el punto de vista de un infiel a la que le fueron infiel. Llaman a la puerta y es Kans quien va a abrir. 

—Aska, es Erin y quiere hablar contigo.

Suspiro y voy hacia la puerta, veo a la chica que es idéntica a su hermano, salvo por el color de los ojos y del cabello, ella tiene ojos esmeraldas y el pelo castaño. Me abraza y la noto sintiendo culpa cuando no debería.

—Nate me comentó lo de anoche —dice con pesar en la mirada.

—¿Tú lo sabías?

—Sí y de hecho lo enfrenté una semana antes de la boda ¿Por qué crees que  no fui?

—¿Por qué no me dijiste?

—Te veías muy feliz y me aseguró que no lo haría nunca más, que lo de él y Grace había terminado.

—¿Grace?

—Sí, la chica pelirroja de su trabajo, con la que salía —cada vez avanza su oración más disminuye su tono de voz.

—Tenía más —digo casi riendo por no creer que no lo vi antes—. Yo creí que sólo era Janice.

—¡Mierda! Si que es un idiota —asiento dandole la razon y mordiendo mi labio para no llorar—. Quiero que sepas que yo no estaba a su favor, sabes que odio las infidelidades y pues, pensé que él no sería capaz de hacerte algo así, no lo mereces.

—Gracias, Erin.

—Ya le dije a papá y a mamá, de hecho, se los dije antes de la boda para ver que hacian, es un pesar que hayan apoyado la conducta de mi hermano.

—Pues, mis padres creen que es culpa mía que me haya engañado e incluso se niegan a que le firme el divorcio cuando él lo pidió.

—¿Te pidió el divorcio? —asiento ante su incredulidad—. Es un idiota, lo lamento por ello. Si quieres le puedo decir a Nate que te apoye durante el trámite, él es de adquisiciones, pero puede ser de apoyo en el divorcio, al fin y al cabo solo tiene que quitarle la mitad o todo si alegas daño moral.

—Gracias, te escribiré si lo llego a necesitar.

—Claro, no dudes en contactarme —dice ella tratando de sonreír para darme paz a mi.

—Gracias, Erin.

Vuelvo a entrar a la casa luego de despedirnos, mamá está llorando al teléfono y papá sólo mantiene la vista fija en el suelo. Mis hermanos están pendientes de la comida y ahora creo que fue una pésima idea venir a casa, fue pésima idea traer mis problemas con ellos cuando claramente eran los más felices cuando Josh me propuso matrimonio.

Tomo mi cartera nuevamente y llamo a un uber sin llamar la atención de los que están en casa. Cuando el chico llega conduce con calma hacia la casa de los padres de Janice, me encuentro con Wendy y al parecer ella sabe porqué vengo tan decidida a la casa de su vecina.

—Hola —saluda con tacto.

—Hola Wendy —la veo de arriba a abajo y noto su barriga—. ¿Estás embarazada?

—Sí. ¿Qué tal todo?

—Bien, nada más vengo a destruir a otra familia que me debe mucho —aseguro y ella me mira con miedo o tal vez precaución.

—Pues, que te vaya bien —dice antes de subir a su auto.

Asiento y continúo mi camino a la puerta de entrada, llamo al timbre y me mantengo impasible, reviso mi vestuario y todo mientras espero a que abran la puerta. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.