Donde Coincidimos

Capítulo | 26

P.O.V: Nebraska Grey

Entro al departamento y voy hacia donde hay luz, las velas de la mesa de centro. Sin hacer demasiado ruido me acerco y me encuentro con mi hermana dormida en el sofá. Sonrío con pesar y toco su hombro, se levanta de un salto y mira a su alrededor.

—Llegaste ¿Está todo bien? ¿Por qué saliste de esa manera? —voy a la cocina y busco una botella de agua.

—Josh consiguió una licencia de porte de armas y con Janice siguieron a Edward, por suerte la situación no pasó a más que un intento de. 

—¿Lo denunciaste? —se sienta en un taburete y me presta atención.

—Yo no, pero Edward sí. Hablé con Josh y Janice, siento que sus propósitos no hayan funcionado. ¿Cenaste?

—No actuaron bien, no tienes que sentirte mal por ellos. Pedí sushi porque no llegabas nunca, te dejé un poco en el microondas.

—Gracias —admito buscando lo que ella me dejó—. ¿Cuando quieres que hable con nuestros padres?

—Cuando tengas tiempo.

—Mañana tengo tiempo, les diré —sirvo una copa de vino blanco frío, así se siente mejor.

—¿Mañana? ¿No es muy pronto? —puedo notar el nerviosismo. 

—No, mañana tengo tiempo y no pienso aplazar las cosas, yo igual tengo temas por atender y lo tuyo es sólo avisar y cómo están lejos no te pueden decir nada.

—Oye, pero ¿Me puedo quedar una semana contigo? —la miro alzando una ceja, hace un puchero tratando de lucir inocente, pero ya no la veo así.

—Trabajo de lunes a sabado jornada completa, si quieres quedarte estarás sola y además, no quiero a nuestros padres por acá, no ahora que pueden odiar a Edward porque denunció a Josh, ellos no entenderían que mi novio es la víctima real, no lo entendieron ni siquiera conmigo —señalo firme y hasta un tanto hastiada—. Me voy a dormir, la habitación de invitados está totalmente equipada para que la uses.

—Pensé que podía dormir contigo —frunce el ceño y pues, era obvio que pensara eso, siempre dormimos juntas cuando nos visitamos.

—Pues, no será así.

—¿Te vas a masturbar hablando con Eddy?

—En cualquier caso, ese es mi asunto —tomo mi bolso y mi celular, me levanto llevando mi comida y bebida a mi habitación—. Buenas noches, enana.

Cierro la puerta y le pongo seguro porque tal vez es hasta la informante de mis padres, ya no confío en ella. Acomodo todo sobre mi cama que está perfectamente ordenada, no así mi mesa de noche que tiene todo desordenado al igual que mi tocador. Mi hermana estuvo intrusiando cuando yo no estuve aquí y lo descubro por el arroz que hay en el suelo. Niego con la cabeza decepcionada y cuando estoy por marcarle a mamá me entra una llamada de Dan.

Hola enana.

Hola Danny —canturreo divertida para no hacer pesado el ambiente desde el primer segundo.

Es Dan, sólo Dan, enana —su frustración me hace reír.

Cómo sea ¿Cómo estás? ¿Qué tal va tu vida?

No se habla con la boca llena de lo que quiero suponer es comida —una idea macabra pasa por mi cabeza, es divertido fastidiar a un hermano myor sobreprotector.

—Es lechita caliente musito sonriendo sólo para molestar.

Primero te agarra una teta y ahora se corre en tu boca —su indignación ocultada por su falsa risita me hace salir una carcajada—. No me está agradando tu nuevo novio.

Caiste ¿Cómo se supone que haría eso si Kansas está acá?

¿Kansas está contigo? —su sorpresa es tan falsa cómo mis senos.

Sí y creeme que eres pésimo actor, noté de inmediato que sabías. ¿Con qué propósito la enviaron? —me siento en la cama mientras como otra rodaja de arroz relleno

Yo no estaba de acuerdo con que fuera, por eso me vine donde unos amigos con el auto para que ella no pudiera ir —su idea fue muy absurda, pero por lo menos lo intentó y eso cuenta para mo—. Lo siento, Aska.

Descuida, igual me sirvió para saber algo que desconocía.

¿Te dijo por qué decidió no estudiar?

Está embarazada, pero no le digas a papá o mamá, yo los llamaré mañana para decirles.

¿No te dijo quien es el padre?

Tu sabes —susurro decepcionada, utilizaron algo importante sólo cómo un pretexto ocultando la verdadera intención—. Maldición Dan.

Los papás también saben —eso llega hasta lo profundo de mi alma cómo tal daga perforando un pulmón y dejándome sin aire, suspira pesadamente con pesar—, lo utilizaron cómo pretexto para que Kansas fuera y te hiciera creer que lo mejor era que volvieras con Josh para que esté cerca de su hijo, ya le habían dicho a él y no quiso.

¿Es una broma? —ni siquiera un plan les sale bien, deberían conocerme, pero ni siquiera eso saben.

No, de hecho, casi todo Greenwich sabía antes de que Kans nos lo tuviera que decir, de hecho fue Erin la que hizo que lo confesara. Josh igual estuvo aquí e hicieron ese plan, hasta que mamá te llamó y te vio con el. Erin les dio un plazo para que te lo confesaran antes de que ella lo hiciera, ella te quiere.

Dios mío —murmuro sin querer creerlo, es muy difícil aceptar que tu familia te hace algo cómo eso, ven las cosas pero no las saben procesar bien, sólo quieren lograr algo a su favor.

Que sepas que yo no dije nada porque no lo sé, quiero abstenerme de este problema.

¿Me haces un favor? —pregunto organizando todo en mi cabeza.

¿Qué cosa?

¿Vas por nosotras al aeropuerto por favor?

¿A qué hora? —cuestiona sin rechistar, al parecer él estaba esperando que esto sucediera.

Te enviaré los datos más luego.

Las estaré esperando.

Corto la llamada y busco algo de ropa, no me ducharé porque no tengo tiempo si quiero tomar el último vuelo con destino a casa. Me pongo una calza deportiva de las que me prestó mi querida amiga junto con sus zapatillas y me pongo una camiseta también de ella, busco una sudadera y encuentro una de Edward, esa será. Me ato el cabello en una cola de caballo alta y organizo todo en una mochila pequeña llevando ropa para mañana y el lunes que será cuando regrese.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.