Donde Coincidimos

Capítulo | 37

P.O.V: Nebraska Grey

Me termino de vestir y tomo mi bolso, por la noche el trabajo fue extenuante y sólo he tenido cuatro horas para descansar, por suerte las autoridades japonesas nos brindaron ayuda y ahora Justin y Haysel vienen en un vuelo directo desde Tokio a Baltimore. Salgo llevando dos galletas de arroz para el camino y me monto en el ascensor hasta el parking subterráneo.

Al salir me encuentro con Janice recostada en mi auto, ella ha salido absuelta de todo caso en su contra, su abogado y la agencia de entretenimiento en donde trabaja hizo de todo para no ensuciar su imagen. Suspiro mientras me acerco lentamente al auto de Dan que es el que he estado utilizando.

—Hola Nebraska.

—Hola ¿Me dices que haces aquí?

—Tengo un trabajo lejos de aquí y quería pedirte perdón. Actué muy mal contigo y no lo merecías. Pasé un tiempo donde no pensaba con claridad y creo que Josh fue muy bueno manipulando, no lo sé, me arrepiento de lo que hice.

—Descuida Janice, está todo perdonado. Te deseo mucha suerte en lo que venga hacia delante en tu futuro.

—Gracias, Aska —sonríe y suspira pesadamente creo que conteniendo el llanto—. Te causé demasiado daño, demasiados dolores de cabeza y problemas innecesarios. Lo siento mucho.

—Está bien, Janice, ya fue y no me preocupa en lo más mínimo. 

—Sólo quería que supieras lo arrepentida que estoy —asiento y abro la puerta del auto.

—Adios Janice, espero tengas un lindo futuro y buena suerte.

Sonrío porque después de todo, si fuimos amigas por una buena cantidad de tiempo, pasamos buenos momentos juntos. Conduzco hasta mi consulta, tengo a los dos abogados juntos y trabajando cómo corresponde, la familia de Haysel ha llegado y trata de llegar a un acuerdo informal con Edward, quien sólo quiere que su hijo llegue y poder tenerlo a salvo.

Me siento en mi sillón y espero a que mi jefe venga para asesorarme, necesito que alguien más me ayude porque este caso ahora es un caos, lindo juego de palabras. Edward me mira por entre las pestañas y puedo ver cómo alza una media sonrisa, suspira antes de volver a ver a las hermanas de Haysel.

—Por favor, Edward, es nuestro sobrino.

—Lo sé, pero es que se llevó a mi hijo con ese idiota que yo sabía no había que confiar. Puso en riesgo a Justin y nada me asegura que si dejo que pase tiempo con ustedes, entonces ella no va a estar ahí y algo le vaya a pasar —dice con pesar y realmente lo entiendo.

Mi jefe llega y me entrega unos documentos, frunce el ceño y se sienta frente a mí cubriendo mi campo de visión frontal. 

—Deja de verlo —insiste sonriendo—. Lo van a notar y todavía no sales de esto cómo para que te acerques.

—Ya entendí —levanto las manos y se ríe relajado.

—Estás haciendo un muy buen trabajo.

—Incluso así, no quiero un caso hasta el próximo año.

—Eso es dos meses —blanqueo los ojos y sonrío—. Todos quieren saber cómo has hecho para poder pasar por sobre los abogados y aún así seguir cumpliendo con la ley. Estás liderando un caso y eso generalmente no lo hacemos nosotros.

—No lo sé, simplemente me dieron el espacio y todo está pasando en lo que se supone la víctima está siendo la victimaria —digo cómo si fuera lo más simple, pero es la verdad.

—Hola Nebraska ¿Hoy vamos a hacer la visita?

—¿No leíste los mensajes? Tampoco atendiste las llamadas —digo tratando no sonar brusca ni tampoco dictadora cómo me dicen generalmente, me gusta tener todo en control, es sólo eso—. Te hago un recuento y te explico la razón de toda la gente de aquí ¿Es necesario que lo haga?

—Lo siento, pe-pensé que no era verdad, yo creí que me estabas tendiendo una broma.

—Primero, tienes malas fuentes y segundo, yo jamás jugaría con algo así —explico mientras vuelvo a ver mi computadora.

—¿Alguien quiere café? Iré a conseguir —dice una de las hermanas, no sé exactamente cual.

Todos comienzan a pedir y va el abogado de Haysel con ella para ayudarle. Bostezo mientras espero respuestas y atiendo a mis pacientes por medio de mensajes, es una atención muy irresponsable pero es que ahora todos utilizan mi consultorio por culpa de Haysel Moore. 

Las horas pasan lento y cuando llega la hora de almorzar van sólo los abogados a comprar para todos, las hermanas Moore quieren estar aquí para cuando se reciban noticias, los abogados deben estar conmigo, mi jefe es un pilar a mi estado emocional y profesional, Edward es obvio que iba a estar y su madre lo contiene, algo pasó entre ellos que ahora se llevan; también está la asistente social porque ahora tiene que permanecer aquí y así habemos muchas personas en una sala que sólo recibe a dos personas por hora. 

—Nebraska ¿Tu pediste lasagna?

—Sí —me entregan mi comida y estoy por abrir el envase en el que viene cuando suena mi celular—. ¿Diga?

—Señorita Grey, Haysel Moore y Justin Lewis han desembarcado y ahora vamos en dirección al juzgado donde usted tendrá la primera instancia de comunicación con la imputada y el menor. Se asignará un oficial para resguardo, también se le asignará un médico de nuestro servicio para constatar lesiones de los trasladados.

—Muchas gracias, voy de camino —me levanto rápidamente y dejo mi almuerzo, cuando tomo mi abrigo y mi bolso llevando mis cosas a él me percato de los demás—. Haysel y Justin ya están siendo trasladados.

—Quiero hablar con ellos, primero, si es que no es molestia.

—Lo lamento Señor Lewis, pero si alguien puede hablar con la señorita Moore en primera instancia, además de mi, sería su abogado —digo lo más profesional que puedo, en realidad incluso antes de que yo la pueda ver es su defensor legal quién debería verla.

—Está bien, entiendo.

—Tenemos que ir saliendo —dicen las chicas tomadas de la mano.

—Sí, yo me voy contigo —señalo a la chica que vive nerviosa con mi presencia, me dan ganas de golpearle y recordarle que no soy ni el presidente de la nación ni mucho menos un superhéroe, me estresa esta chica.




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