Dónde comienza el latido.

En la misma frecuencia.

Capitulo 8

El estudio brillaba con una luz tenue y cálida. Todo estaba preparado: la cabina de grabación al fondo, los instrumentos afinados, los micrófonos esperando.
Jungkook llegó primero. Vestía informal pero elegante, con una chaqueta negra y jeans ajustados. Se veía relajado por fuera, pero por dentro, estaba inquieto.

Su mente no dejaba de girar en torno a una sola pregunta:
¿Y si ella no lo recuerda?

Sol-a llegó puntual. Ni un minuto antes, ni uno después.
Llevaba una chaqueta oversize gris perla, su cabello claro recogido en una coleta baja, labios pintados de rojo suave, y una mirada que podía desarmar a cualquiera.
Entró con paso firme, el rostro neutro, casi inexpresivo, como si nada pudiera sorprenderla.
Sabía lo que valía. Y aunque le temblara el alma, jamás lo mostraría.

-Hola -saludó educadamente al productor, haciendo una leve reverencia.

-Sol-a, él es el artista con el que trabajarás. Jungkook.

Ella giró el rostro hacia él.

Lo observó un par de segundos.
Su mirada verde y rasgada se encontró con la de él, intensa, cálida.

-Un gusto -dijo ella, sin emoción aparente, con una ligera inclinación.

Jungkook sintió un leve golpe en el pecho.
Ella no lo recordaba.

-El gusto es mío -respondió, manteniendo una sonrisa suave.

Ella era incluso más hermosa que como la recordaba.
No era el tipo de belleza frágil.
Era el tipo de belleza que imponía, que no pedía permiso.
Tenía esa vibra de alguien que había aprendido a sostenerse sola, a endurecer la mirada, aunque por dentro llevara cicatrices que no mostraba.

El productor explicó brevemente la dinámica de trabajo, mientras ellos se sentaban frente a frente en la sala de composición.

-¿Tú escribiste esta letra? -preguntó Jungkook, señalando la hoja con la demo.

-Sí. Es mía -respondió ella sin vacilar.

-Es muy buena. Honesta... vulnerable, pero firme. Como si hablara desde dentro.

Sol-a levantó la mirada, sorprendida. No estaba acostumbrada a recibir ese tipo de comentarios.

-Gracias -dijo simplemente.

Jungkook sonrió. Había algo magnético en verla hablar poco, pero decir mucho con los ojos.

La sesión fluyó.
Las voces se cruzaron, las melodías se unieron.
Pero cada vez que él intentaba generar una pequeña conversación fuera de lo técnico... ella desviaba la atención. No por desinterés, sino porque su mente estaba en modo autoprotección.

-¿Te gusta colaborar con otros artistas? -preguntó él, mientras ajustaban niveles.

-Depende de la energía -respondió ella, mirando la consola.

-¿Y la mía?

Ella lo miró de nuevo, esta vez con una pizca de curiosidad.

-Todavía no lo sé -dijo, y volvió la vista a sus notas.

Jungkook soltó una risa baja. Ella era un enigma.
Y él... ya estaba enganchado.

Cuando la sesión terminó, ella recogió sus cosas con calma.
Antes de salir, se detuvo un segundo. Lo miró de reojo.

-Tienes una voz poderosa. Pero cantas suave... como si guardaras algo para el final.

Y se fue.

Jungkook se quedó allí, sonriendo solo.

"Tú también estás guardando algo," pensó.

Solo era cuestión de tiempo antes de que se reconocieran de verdad.
Antes de que sus mundos colisionaran... y las emociones estallaran.



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En el texto hay: romance drama, bts fanfic, bts jk

Editado: 01.06.2025

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