Capitulo 19
Habían pasado cuatro dias desde el lanzamiento de Lost in Echoes, y el video seguía en la cima de las tendencias globales.
#JKxSae era un tema constante en Twitter, TikTok y en foros de música.
Cada frame del video había sido analizado por fans: desde la mirada de Jungkook en el segundo 1:13, hasta la sonrisa ligera de Sol-a al final de su verso.
"La química se siente hasta en el silencio."
Era uno de los comentarios más repetidos.
Y en medio de todo ese caos mediático, Sol-a intentaba mantenerse centrada.
En su nuevo apartamento, aún con cajas por desempacar y decoraciones a medio colocar, Sol-a repasaba la agenda de los próximos días:
Entrevistas, reuniones en HYBE, elección de su nombre artístico para debut oficial como solista... y una nueva sesión en estudio.
Pero esta vez ya no era solo como invitada de otro artista, sino como Sae, la cantante que todos querían conocer.
Sol-a miraba su reflejo en el espejo.
Los mismos ojos verdes, rasgados, pero con una luz distinta.
- Eres más de lo que creen, Sol-a... más de lo que ellos quisieron. -susurró.
Cerró su libreta de letras y tomó su chaqueta oversize favorita.
Era momento de salir.
Del otro lado de la pared, Jungkook también revisaba su agenda.
Había recibido más mensajes de los que quería, propuestas para más colaboraciones, entrevistas, incluso un par de marcas interesadas en ese "nuevo aire" que decían haber visto en él.
Pero solo había aceptado una reunión.
La sesión con Sol-a.
Y aunque se decía a sí mismo que era por profesionalismo, sabía que era una excusa barata.
Había algo en ella... algo que no había sentido en años.
Cuando se encontraron en el estudio, fue natural.
- Llegas temprano hoy. -comentó Sol-a, acomodando sus audífonos.
- Tú también. -respondió Jungkook con una sonrisa ladeada.
Se instalaron frente a sus micrófonos, y mientras ajustaban niveles de sonido, hubo silencios cómodos.
De esos que no incomodan, sino que envuelven.
Al terminar la primera toma de la tarde, el productor salió a atender una llamada y quedaron solos en la cabina.
- Escuché que ya tienes nombre para tu debut. -dijo Jungkook, sin mirarla directamente.
- Sí... Sae, me quedo con ese.
- Te queda bien.
- Gracias... tú... tú te ves diferente estos días. -comentó ella, atreviéndose a observarlo.
Jungkook la miró por fin, con esa mirada profunda que tantos fans conocían.
- Supongo que... no estoy tan vacío como antes. -confesó.
Y en ese momento, sin más palabras, compartieron una mirada de complicidad.
No eran amigos todavía, no eran amantes, no eran desconocidos...
Eran dos almas rotas reconociéndose en medio del caos.
Al salir del estudio, el equipo de prensa de HYBE ya tenía todo preparado para anunciar el debut de Sae.
Sesión de fotos.
Entrevista exclusiva.
Y una reunión con los ejecutivos de la empresa de sus padres... a petición de ellos.
Sol-a sintió el estómago cerrarse.
La idea de volver a sentarse frente a sus padres, luego de todo lo que había pasado, la tensaba.
Pero esta vez, no estaba dispuesta a ceder.
Esa noche, Jungkook la invitó a cenar en un pequeño restaurante escondido en Itaewon.
Nada de lujos, nada de flashes.
Solo ramen picante, cerveza fría y una mesa junto a una ventana.
Hablaron de música, de cosas absurdas, de anécdotas de infancia.
Y rieron. Por primera vez en mucho tiempo, rieron sin peso.
Al despedirse, Jungkook se atrevió a tocarle la muñeca suavemente.
- Sae... me gusta este lado tuyo.
- Gracias, JK... me gusta que lo notes.
Ambos se sonrieron.
Nada más.
Pero cuando Jungkook llegó a su departamento, supo que ya no era solo admiración.
Era peligroso.
Y se estaba dejando llevar.