Dónde comienza el latido.

Obstáculos, advertencias y un roce que no debió pasar.

Capítulo 24

Los ensayos continuaban, y la canción seguía liderando las listas.
Sae estaba más enfocada que nunca, sus horarios eran una locura, y entre entrenamientos vocales, coreografías y entrevistas programadas, apenas tenía tiempo para sí misma.

Pero su corazón, ese sí, empezaba a sentirse más inquieto.

Jungkook cada vez compartía más momentos a su lado.
Entre miradas, frases que se quedaban a medias y silencios que decían demasiado.

Aquel viernes, justo después de un ensayo intenso, el CEO de HYBE la llamó a su oficina.

Cuando entró, no estaba sola.

Sus padres estaban allí.

Sol-a se congeló.

Su madre la miró con un gesto de molestia contenida, y su padre... con esa expresión fría que siempre usaba cuando no aprobaba algo.

- Queremos hablarte antes de que sigas con esto. -dijo su padre, sin siquiera saludarla.

El CEO intentó mediar.

- Señor y señora Kim, la decisión de Sae es profesional. Ha demostrado talento y compromiso, y su canción está en el top 1. La gente la ama.

Pero su padre no cedió.

- Ella es la heredera de nuestra empresa. No vino al mundo para cantar. Su lugar está en la dirección de Lumina Beauty, no entre idols y fans histéricos.

Sol-a apretó los puños.
Por primera vez se atrevió a levantar la voz.

- No voy a dejar esto. Por primera vez, estoy haciendo algo que quiero... algo mío. No voy a vivir encerrada en una oficina por obligación.

Su madre suspiró.

- Estás cometiendo un error. Y no cuentes con nosotros si sigues por ese camino.

El CEO se mantuvo en silencio, observando la escena, sabiendo que la batalla no era suya.

Sol-a salió de la oficina sin mirar atrás.

Horas después, en el estacionamiento de HYBE, mientras intentaba calmarse sentada en el capó de su auto, Jungkook apareció.

Sin decir nada, se sentó a su lado.

Pasaron varios minutos sin hablar.

Y fue él quien rompió el silencio.

- ¿Otra vez pelearon?

Ella asintió.

- Siempre ha sido así. Solo que ahora... es diferente. No pienso ceder. Sabes nunca he recibido un abrazo de mi padre o un te quiero de mi madre.

Jungkook la miró de reojo.

- Tienes más valor que yo. Yo dejé de luchar hace mucho.

Sol-a lo miró, intrigada.

- ¿Por qué dices eso?

Él bajó la mirada, jugando con una cadena entre sus dedos.

- El amor, las relaciones, confiar en alguien. Me cansé de intentarlo. Prefiero estar solo... menos decepciones.

Sol-a suspiró.

- ¿Y qué pasa si alguien te demuestra lo contrario?

La mirada de Jungkook se alzó hacia ella.
Ambos se quedaron fijos, demasiado cerca.

Fue solo un instante.
Un segundo cargado de electricidad.

Y sin pensarlo, él rozó su mano con la de ella.
Un toque leve, pero suficiente para que ambos sintieran un vuelco en el pecho.

Ninguno de los dos lo buscó.
Simplemente ocurrió.

Ella retiró la mano rápido, y Jungkook se levantó.

- No debería... -murmuró él.

Sol-a tragó saliva, su corazón golpeando con fuerza.

- Tienes razón...

Y sin decir nada más, él se alejó.
Dejando a Sol-a con una mezcla de enojo, miedo y esa absurda necesidad de volver a sentir su cercanía.

Esa noche, Sae recibió un mensaje anónimo:
"Si sigues, atente a las consecuencias."

No sabía si venía de sus padres... o de alguien más.

Pero tampoco le importó.

Porque en su pecho ya ardía algo más fuerte que el miedo.

Y ese algo tenía nombre... y mirada intensa.

Jungkook.



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En el texto hay: romance drama, bts fanfic, bts jk

Editado: 22.06.2025

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