Fredericksburg, Texas / Casa López Lunes.Marzo.2019
- ¡No, déjenlo! Él es el novio de mi hermana- Mi amigo alejo a los policías de mí permitiéndome que me acerque a él.
- ¿Qué pasa? -
-Jordi-
- ¿Dónde estaban tú y tu hermana? -
-Jor… -
- ¡¿Por qué no llegaron hoy a la escuela? …-
- ¡Jordán, Dos desapareció! -Grito sosteniéndome de los hombros, esto no podía estar pasando.
- ¿Qué?... -
Estaba a punto de hacer más preguntas, pero a lo lejos se escuchó a la Sr. López gritando.
- ¡Oye! -Oh más bien, gritándome a mí, mientras se acercaba - ¡Tu maldito niño! - en eso me toma del cuello de mi camiseta- ¡¿Dónde está?! ¡Dímelo! ¡¿Dónde esta mi hija?!- ella estaba gritándome en la cara mientras me asfixiaba con mi propia camiseta, pero no podía hacer nada estaba asustado.
- ¡Mama, yo lo conozco el jamás lastimaría a Dos, él no es así! - Uno trataba de defenderme, pero su madre simplemente no me soltaba hasta que un oficial se acercó y la intento separar de mi.
- Señora le sugiero que deje al muchacho, el violentar a un menor de edad también es un delito- En cuanto el dijo esas palabras la Señora López me soltó, pero empezó a llorar, lo mejor que podía hacer fue acercarme y tomar su hombro.
- Sr. López…No sé dónde esta…- Ella me miro apagada- yo vine porque me preocupe al no verlos en la escuela, pero si puedo ayudarla con la policía o lo que sea, yo solo quiero encontrar a D.
-Gracias- Lo único que podía hacer fue abrazarla ella necesitaba apoyo y si soy sincero, yo también.
Siento una mano en mi hombro, al girar veo al mismo oficial que acababa de evitar una fuerte paliza hacia mi persona de parte de mi suegra.
-Disculpe señora López, pero necesitamos que el muchacho nos acompañe a la comisaria- El hombre parecía tranquilo, a pesar de ser un gigante de mirada imponente, por lo que decidí no pelear y meterme en la patrulla.
*****
Wow, nunca imagine estar en prisión, se que no estoy retenido ni nada, pero es impresionante el como cambia el ambiente del pueblo colorido en el que vivo a una capa de tonos fríos con aura de tristeza y desesperación. Me encontraba sentado en una clase de sala de espera, o lo que sea, era un novato observando todo como a mi alrededor y tratando de no mirar fijo a los demás sean uniformados o pandilleros.
- ¿Primera vez? -Me llamo entre risas mi nuevo “amigo” ¿creo que me dijo que se llamaba Stuart?, la sonrisa que compartir se me borro cuando lo procese… - ¿Te sientes bien?
Dos no estaba y eso se sintió igual que la atmosfera que me transmite este lugar- Mi novia esta desaparecida… siento que reírse en estas circunstancias me haría el sospechoso más viable ¿no? –
-Sabes mucho del tema- toma asiento al lado mío y me mira fijo- mira…. Te van a meter en un cuarto donde te harán preguntas, querrán que te sientas nervioso y…-
- Ya se cómo funciona esto de los interrogatorios Stuart -Se que dije que nunca eh estado en una comisaría, y es cierto pero el que policías me interroguen también eh cierto.
- ¿Mucha televisión? -Aun me miraba con una sonrisa creo que esperaba que contestara que sí, pero veo como poco a poco su cerebro reacciona - ¿Cuál era tu nombre, hijo? –
- Jordán Williams –
- ¿Del incendio Williams? -Simplemente asenti- por eso tu cara se me hacia conocida, yo lo siento tanto amigo -
- Tranquilo, no me trauma, pero gracias por los consejos –
Estaba a punto de decirme algo más, pero en escucho que era mi turno de entrar.
-Llego el momento- me levanto de mi asiento junto, mientras me daba un último consejo – Solo se honesto, London tratara de ponerte nervioso-
-Gracias…- Trague en seco, el detective Erick London es conocido por ser el mejor en el área, y extrañamente tengo miedo, ¿de qué tendría miedo? Honestamente no lo sé.