Noa y Lucas se reencontraron en el bar y pasaron una noche agradable juntos, llena de bromas y recuerdos. Mientras caminaban por el parque después de salir del bar, Noa decidió hablar sobre cómo les iba en sus respectivas carreras.
– La universidad me está matando –dijo Noa, estirando los brazos hacia arriba con un suspiro exagerado.
Lucas soltó una risa leve y lo miró de reojo.
– No me sorprende. Siempre te has exigido demasiado.
Noa se encogió de hombros.
– No hay otra forma de hacerlo. O eres el mejor o te quedas atrás.
Lucas dejó escapar un suspiro, conociendo bien ese lado competitivo de Noa. Lo había visto esforzarse hasta el cansancio desde que eran adolescentes. Sin embargo, lo que no esperaba era lo que Noa dijo después.
– De todas formas, he estado viéndome con alguien –soltó Noa con una media sonrisa, como si no fuera gran cosa.
Lucas sintió un leve golpe en el pecho, algo sutil pero suficiente para hacerle apretar la mandíbula por un segundo. Se forzó a mantener la compostura.
– Oh, ¿sí? ¿Quién es el afortunado? –preguntó con una sonrisa ligera, intentando que su voz sonara despreocupada.
– Se llama Ethan. Estudia lo mismo que yo, nos llevamos bien y… bueno, es alguien con quien puedo hablar de todo esto sin preocuparme demasiado.
Lucas asintió lentamente. Su corazón latía un poco más rápido de lo normal, pero intentó convencerse de que no era nada. Noa y él eran amigos. Amigos que alguna vez tuvieron algo no resuelto, pero que habían tomado caminos diferentes.
– Me alegra por ti –dijo al final.
Noa sintió un pequeño remordimiento al ver la reacción de Lucas. No esperaba que le doliera escuchar eso. De hecho, había sido un impulso decirlo. En realidad, Ethan era solo un amigo y ni siquiera tenía un interés romántico en él. Pero en ese momento, Noa sintió que era mejor que Lucas creyera eso. Quizás así él mismo dejaría de pensar en lo que no podía tener.
Lucas cambió el tema rápidamente, y la conversación volvió a ser ligera. Pero dentro de él, algo se había removido. No estaba seguro de qué, pero definitivamente no le gustaba.