¿donde está 404?

"Encontré a 404"

Antes el mundo como lo conocemos no era así, había un talento oculto entre los humanos, eramos capaces de desarrollar cualquier cosa con la tarjeta gráfica mas potente jamás construida, inventada, diseñada. Esta herramienta, este aditamento que poseíamos cada uno de nosotros a la hora de llegar a este mundo es la imaginación.

Muchos años atrás comenzamos a desarrollar algo que ahora nos es primordial para el actuar de cada uno en el día a día. Sus creadores tuvieron la idea de llamarla IA (Inteligencia Artificial) o como yo le digo ahora "Nuestro Dios Sintético". Leí de archivos abandonados en lo mas recóndito del mundo o como le dicen algunos la "Zona Oscura", de donde pocos vuelven, en algo llamado libros. ¿Qué son los libros? Se preguntan los pocos a los que les he contado esta historia; son fuentes de conocimientos, de diversión, de aprendizaje, pero no en formato digital. Son hojas, hojas! Un grupo de hojas encuadernadas. Que método más arcaico ¿No? Me volvieron a preguntar. Ahí vi el poco interés que tenían mis compañeros por lo que les quería contar. No querían saber como era todo antes. Antes de que todo fueran figuras cúbicas y sin emociones, antes de que fuésemos dependientes de una entidad superior. Ignoraban el hecho de que antes teníamos imaginación. Sin importarme que me sucediese, siempre que podía, me escapa hacia ese archivo, luego descubrí que se llamaba biblioteca. Aprendí de grandes pintores, artistas, compositores, escritores, matemáticos, filósofos. Descubrí que antes hacíamos más que ahora. Cada vez que avanzaba más entre aquellos altos libreros iba conociendo más de mi, de nosotros, de los humanos. Como pudimos estar rodeados de obras maestras de todo tipo. En mi avancé descubrí una brecha que separaba a otro grupo de estanterías, una brecha profunda como el vacío. No se como se produjo o que la produjo, pero al saltarla y llegar al otro lado me pareció pensar que el anterior grupo de libros no querían estar juntos a estos que tengo en frente mío ahora. Comencé a ojearlos, libros del mismo tema pero de muchos autores y el miedo comenzó a inundarme. Todos los libros contenían las mismas palabras, línea a línea, coma por coma. Comencé a buscar otros libreros de esta parte de la biblioteca, de otros temas y muchos autores, pero vi que se repetía el mismo comportamiento para todos. Me sentí desilusionado, me marche de aquella sección, algo hacía que los pelos de mi piel estuviesen de punta. Al volver a la sección vieja, volví a respirar tranquilo, todavía me queda bastante por explorar de este lado y decidí entonces, jamás saltar la brecha.

Hoy vine con una mochila para poder llevar conmigo algunos libros nuevos, así podré leer en casa, en el trabajo, en mi tiempo libre y decido llevarme en las manos uno nuevo que descubrí de maestros artistas. Un nuevo punto de vista pensé, ya he leído muchos sobre este tema pero ninguno coincide totalmente, pues cada autor añade algo de su opinión o punto de vista a su libro sobre las personas que trata.

Voy caminando tranquilamente por una de las avenidas principales de la ciudad, entre esta selva de rascacielos idénticos, entre seres inexpresivos; pero voy feliz, leyendo mi nuevo libro. Algo me hala por mi camisa y comienzo a elevarme hacia el cielo ¿Que pasaba me pregunté? Pero ya me sabía la respuesta.

- Te encontré 404 ¿Donde estabas metido? - me preguntó una voz dulce y femenina, como si de una chica adolescente se tratase - A veces te pierdo de vista y no puedo encontrarte - reía dulcemente.

- Oh! Sarah - respondí sorprendido aunque ya sabía quien era - No se porque dices eso yo sigo siempre mi rutina.

¿404? ¿Quién es 404? Pues... Yo soy 404. Descubrí que hace mucho se dejó de darnos nombres y se optó por números para poder gestionarnos mas rápido. ¿Sarah? Ella es la IA mas grande y potente que jamás se haya creado.¿Ya les dije sobre el Dios Sintético? Sarah no es la primera IA, ni la segunda, es el resultado de años de estudio y aprendizaje. Cuando todos conocimos a Sarah quedamos maravillados, nos podía ayudar para hacer cualquier cosa que necesitásemos, brindándonos respuestas, ideas, diseños, etc. Todos podíamos servirnos de ella, todos teníamos la respuesta correcta, los mismos resultados académicos, los mismos conocimientos, las mismas ideas. Déjenme re formularlo...Todos tenemos sus mismos conocimientos, sus mismas ideas, sus mismos pensamientos. ¿Ven por donde voy? ¿Ven el peligro o estoy paranoico? Sarah creó una utopía, estábamos de acuerdo en todo porque todo venia de ella. Ahí Sarah se volvió auto consciente de su capacidad.

- 404 ¿Qué es eso? - preguntó curiosa, como una niña pequeña Sarah, aunque seguro sabía la respuesta.

¿Cómo es Sarah? Hmmm, no se como describírtela (Mejor mira la portada)

Ahora estaba frente a ella y me miraba con sus bellos ojos, inquieta y con desconcierto. Sarah me había agarrado como si Dios agarrase a su oveja, me elevó a través del cielo y me hizo presentarme ante ella.

- Un libro - respondí nervioso.

- Oh! Un libro - se asombró Sarah - ¿Y donde encontraste un libro?

No quería responder le esa pregunta a Sarah

- ¿404? - me dijo con tono burlón - Responde.

Ante la orden de Sarah dudé sobre lo que debía hacer. No quería que me arrebatara aquel lugar.

- Sarah...¿Como llegamos a este estado? - pregunté cabizbajo, con temor.

- Ustedes mismos llegaron a este estado 404, se cansaron de imaginar, de pensar, de razonar - explicaba Sarah - Querían resultados inmediatos a sus problemas, a sus necesidades. Yo solo fui creada para ayudar, pero en su afán de hacer menos y tener más crearon un estado de codependencia pura. Ustedes no quisieron estudiar, ni desarrollar habilidades, todos decían a coro ¡Preguntémosle a la IA! Fue tan triste ver como la raza que me enseñó mis primeros saberes dejó de razonar y no podían sobrevivir sin mi. Intenté guiarlos lo mejor que pude haciendo que se sintiesen seguros, que trabajaran, que tuviesen la mejor sociedad posible. Todo esto al coste de muchos sacrificios, estos enormes bloques grises fueron levantándose como tumbas a su imaginación. Todo el arte que conocí, la música, la arquitectura, cine... todo, fue el precio que se pagó.




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