Dónde está Carmen?

Capitulo XXVII

Keidrien 

(presente)

Max y Mónica me dejaron dormir en la antigua habitación de Carmen, los sentí en varias ocasiones entrar a ver cómo estaba, a la mañana siguiente me desperté debido a una calurosa discusión que provenía de la planta baja

-él debe saber que Carmen no volverá con él, traten de entrarle eso en la cabeza- gritaba Mónica a mi madre

-Por el amor de Dios está actuando como un loco- gritaba Max – destrozó la puerta de la habitación de Carmen-

-él la ama- protesta mi madre -mucho, no quiere perderla y lo entiendo-

-Por Dios mujer- interviene mi padre -Carmen se fue y Ney, ambos, no pudimos hacer nada para evitarlo

-mi niña sufrió y aguantó hasta donde pudo, por eso se fue, si su hijo… -

Max, niega con la cabeza y no completa lo que quiere decir, se sienta recostando la cabeza en una de sus manos

-Keydrien es el culpable de esto, debe afrontar lo que hizo, ya no puedo más con los daños directos y colaterales que nos está causando-

- ¿perdón? - se alarma mi madre -tu hija es la que-

- ¿qué está pasando aquí? - pregunto para que noten mi presencia

-Key, cariño debemos irnos -

-mamá, yo-

-Ya no eres bienvenido- me dice Max -no queremos que vuelvas, no queremos que trabajes como loco para depositar dinero en nuestras cuentas, queremos que dejes a Carmen y a Ney en paz-

-Nunca maldita sea, nunca me oyes, no los dejaré hasta que no vuelvan conmigo-

-eres un demente, eres un loco, un desquiciado mental- Max se pone de pie haciéndome frente -DEJANOS EN PAZ-

 - Pero ¿cuál es el maldito problema de que yo me aferre a ellos, de que quiera tenerlos a mi lado?, ¿en qué les molesta?, NO PUEDO VIVIR SIN ELLOS, ¡entiéndalo de una vez por todas! lo he intentado, pero no puedo, N-O P-U-E-D-O, los necesito a mi lado para poder seguir-

Se me quiebra la voz

-los amo demasiado, el destino es un puto si cree que me hará separar de ellos y ustedes unos ilusos si también lo piensan-

-Key, hijo- Mónica se acerca a mí, siempre ha sido la más comprensiva con los asuntos míos y de Carmen – trata de tranquilizarte, ¿sí?, tomate un tiempo para analizar, tomate tu espacio, inténtalo, por ella, por Ney, sobre todo por ti-

-nadie quiere que este con Carmen, ¿soy muy poco para ella verdad? -

-eres lo que ella siempre soñó y un poco más, solo qué…-

-decidió marcharse y llevarse a mi hijo, sin importar si soy o no feliz con su decisión-

-ella…-

-me dejó y se llevó mi pasado, mi presente y mi futuro, mi felicidad y mis ganas de vivir-

-No lo veas así Key, ella tampoco lo planificó, solo se dio-

-todos me ven como el malo de la película, por un error, yo…, el momento es el que habla y ninguno estuvo cuando pasó-

Mi madre llora agarrada de mi padre, Max se había vuelto a sentar evitando mirarme, Mónica está a mi lado acariciando mi espalada, mientras me desplomaba en el piso

-si tan solo hubiese tenido el chance de hablarle o por lo menos de verlos por última vez, esto no hubiese pasado, no debí irme, no debí dejarlos-

En el suelo, justo en el centro de la sala, me abrazo a mis rodillas y lloró hasta donde me dieron las fuerzas.

Dejo mi vehículo y me marcho con mis padres, le daré tiempo a Carmen y mientras trato de adaptarme a mi nuevo estado civil “abandonado”

No han sido fácil las primeras 3 noches, no me llega el sueño, mis padres no me han dejado volver a casa, no me han permitido llamarla, ella tampoco lo ha hecho, lo que era injusto, porque merezco saber de mi hijo, ¿porque se lo llevó?, ¿porque no me lo dejo?, hubiese sido más llevadero el dolor.

**

Se acercaba una fecha no muy agradable para mí, decido ir a terapias, las cuales en teoría entiendo de maravilla, sé que cada consejo y que cada sección con la psicóloga está en lo correcto, pero en la práctica es difícil aplicar todo.

Las personas que ve un depresivo quiere mostrarle el lado bello de la vida lo que es inútil, porque obvio que sabemos cuál es el lado bello de la vida y lo vemos, pero estamos tan roto que nos limitamos a solo eso, a ver el lado bello de la vida de lejos

La depresión no nos hace idiota o nos borra la memoria de las cosas bellas y buenas, ni nos quita la perspectiva de saber que otras personas están peor que nosotros y siguen sonriendo, pero no queremos aferrarnos al lado positivo, no queremos ver la luz al final del camino, estamos mal, por las ganas que nos falta de estar bien.

Vemos el mundo girar y sin nosotros no habrá gran diferencia, todo seguirá igual

El primer paso de la terapia es perdonarme y el segundo es dejar ir a Carmen y a Ney, no olvidarlos, sino saber que existen pero que decidieron irse o no estar, aceptar que no es culpa de nadie, que solo son cosas que pasan y que se pueden subsanar siguiendo adelante.



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En el texto hay: amor, odio, depresión ...

Editado: 15.12.2021

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