Dónde está Carmen?

Capitulo XXVIII

Keydrien

(pasado)

Estamos enfrentando una situación embarazosa, pero estoy feliz, Carmen me hace sentir así, hablábamos bastante por teléfono y por WhatsApp, me mandaba fotos desde que me fui en septiembre hasta el día de hoy 23 de diciembre que voy conduciendo rumbo a la casa

Al principio era una barriga inexistente, aunque ella juraba que había diferencia, yo no la contradecía, pasado los tres meses, sí que había como señales de que algo se estaba cocinando ahí dentro.Los malestares no le dieron tregua hasta casi entrando al 4 mes, no sabemos el sexo, lo dejamos precisamente para estas fechas en la que estaremos juntos.

No llegué a mi casa, fui directo a la de Carmen y cuando la vi, me sentí el hombre más completo del universo

Carmen tiene una barriguita de 4 meses, a parte del malestar, el embarazo el triplicó el deseo de hablar, está feliz, ilusionada, hermosa, haciendo nuevos planes y yo me siento un hombre fuerte y poderoso mi esposa, mi familia

-los amo- la lleno de beso, mientras ella me abrazaba con fuerza

-yo te amo más-

-No, imposible, te amo hasta el infinito y más allá-

-debes dejar de ver Toy Story-

-negativo, debo estar preparado para ser padre ¿Qué conversación mantendría con mi hijo si no sé nada de muñequitos? -

-o hija-

-sí, no es por presumir, pero he visto unas veces a Frozen y Enredados, aunque estoy seguro de que es varón-

Mis suegros llegan, me saludan con tanto amor, demostrando que a pesar de todo me quieren como un hijo y me hacen sentir parte de la familia. Ignoro las llamadas asesinas, reclamativas y excesivas de mi madre, estoy disfrutando de varios partidos grabados de futbol con mi suegro, mientras Carmen en mis piernas parloteaba si callarse llevándose varios shhhh de su padre al que ignoraba abiertamente.

Pasaremos noche buena en mi casa, mi madre no se fiaba de la alimentación que estaba recibiendo Carmen, Mónica se puso feliz con la excusa de menos regueros en casa, pero en navidad, he planificado una sorpresa para casarme con Carmen, con el juez civil, el padre que nos dará la bendición y unos que otros familiares de ambos lados, será en la playa, justo frente a la banca que la besé por primera vez.

Le compré un hermoso vestido blanco de maternidad, justo para los meses de gestación que tiene, le dije que para hacer algo diferente esta navidad, nos vestiríamos de blanco y que luego de almorzar saldríamos los dos a caminar en la playa.

No estoy nervioso, pero si muy feliz, pensé que amar era más complicado, pero al contrario todo se te hace más fácil.

Pasamos noche buena en mi casa, quería que Carmen se quedará a dormir conmigo

-nada de chukichuki en mi casa- me regaña mi madre, así que la dejo ir con sus padres

Cerrando la puerta de la casa ya Carmen me estaba llamando, llamada de la que hablamos de todo un poco y termina más de la 1:00 am., quería ser la primera en desearme feliz navidad.

Fui a su casa casi al medio día, sus padres y hermana salieron con la excusa de que visitarían a no sé quién, pero ya sé que están arreglando los últimos preparativos para la boda sorpresa, comimos solos, aproveché para hacer un chin de cosita, se supone que yo iba a esperar para después de la boda, pero… ya llevaba 3 meses en abstinencia.

Nos bañamos, salgo primero a la sala ya cambiado, mientras ella se tardaba un poco más en maquillarse, cuando baja con su vestido blanco de mangas caída y el pelo rizado tan dorado y lleno de brillo y ni hablar de sus ojos que eran el reflejo de lo muy alegre que estaba su alma

-estas hermosa-

-eso no es novedad-

La beso y le pongo una hermosa corona de flores blanca

-vamos-

la tomo de la mano y nos dirigimos a la playa, arruga las cejas cuando ve el camino de flores blancas, muerde los labios para no sonreír

-si esto es una propuesta de matrimonio, mi respuesta es NO-

Sonrío pasando mi brazo sobre sus hombros y aferrándome a ella, me detengo y la beso

-no, no es una propuesta de matrimonio-

Seguimos caminado, cuando ve la carpa blanca con sillas y todo el pueblo AUTOINVITADO, su madre feliz con lágrimas en los ojos y su padre esperándola al comienzo de la carpa, llora

-me dijiste que no era una propuesta de matrimonio-

La beso y la entrego a su padre que me palmea la espalda

-no es una propuesta, es nuestro matrimonio-

La vuelvo a besar y me dirijo al altar improvisado, mientras la marcha nupcial inicia otro de los planes que ha cambiado en el orden

-queridos hermanos- habla el padre -estamos unidos aquí para unir este hombre y esta mujer en santo matrimonio…

No puede escuchar nada más, aparte de que reía como un idiota totalmente embobado con la sonrisa de Carmen y por el brillo de sus hermosos ojos verde, estoy tan feliz que es imposible describir lo que siento



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En el texto hay: amor, odio, depresión ...

Editado: 15.12.2021

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