El detective Campos sentado en su oficina, saboreando el humo de su pipa, recuerda mirando las cicatrices de sus manos, cuando apenas era un niño.
Campos anteriormente era ciudadano del pueblo paraíso, su familia era dueña de una granja llena de cochinos, gallinas y caballos, las mejores del pueblo. Sus cosechas eran abundante, hasta que unos extranjeros tocaron su puerta.
Los extranjeros eran comerciantes, avariciosos, compran propiedades a bajos costos. Ellos hablaron con diego Campos para comprar la granja a un buen precio, por todos los medios posible.
Diego Campos se negó a venderles, ya que la granja ha pasado por muchas generaciones. Además de ser el sustento de su familia y por nada en el mundo la quería vender. Los comerciantes no iban a sectar un no por respuesta.
Al caer la noche, la familia cenaba, cuando irrumpieron a la casa, unos hombres armados y los sometieron. A Diego lo sentaron en la mesa obligando a firmar los papeles de propiedad, mientras miraba a su mujer se abusada por los mismos comerciantes.
La madre llorando de vergüenza los insulto, pero ellos le dispara en la cabeza, mientras su hijo los miraba. Cómo castigo Diego fue obligado a sostener un balde de aceite caliente, cuando su hijo evitaba que le callera.
La casa es incendiado, entré desesperado y lágrimas, su padre le dice sus últimas palabras sálvate y se arroja el balde encima, muriendo de inmediato.
El niño desorientado caminó por el bosque y encuentra una aldea de apaches. El jefe lo acepta cómo miembro del clan y lo ayudan a sanar sus heridas físicas y emocional.
La aldea eran representante del espíritu de la justicia por muchos siglos. Ellos enseñaron sus tradiciones hasta el punto de desarrollar habilidad, destrezas e inteligencia para resolver problemas más allá de la lógica.
También lo adiestraron en conocimiento, defensa y fuerza para ser un guerrero de la justicia. Los años hicieron del niño un adulto, regreso con los suyos, para poner sus conocimientos al servicio de muchos indefensos.
Fue cuando Campos se presenta en la milicia ganando el apoyo de sus superiores, tiempo después regreso para prepararse como detective. En sus primeros pasos atrapó a muchas mafias, ganado mucha reputación.
Campos resolvió muchos casos difíciles, apresando a muchos criminales. Aunque estuvo en peligro muchas veces, su entrenamiento en el clan de la justicia, para desarrollar una super intuición que lo ayudó a salir ileso de manos enemigas.
Los años dieron su fruto y se ganó el puesto de detective Campos, en el menos tiempo posible. Al cansando los medios para lograr su objetivo de condenar las injusticias del país. Sus objetivos eran más importantes que cualquier relación, por esa razón nunca se caso o formo un hogar.
En una noche el detective Campos daba su paseó por la plaza principal de la capital, una persona se le acercó, pero no se asustó ya que era alguien familiar. Gracias a las leyendas del jefe, pudo reconocer el espíritu de la justicia.
El espíritu necesita un cuerpo donde habitar, le ofreció llevar todas las almas a recibir la justicia en la capital y por todo el mundo. Campos aceptó y desde ese momento, el poder de la justicia reposo dentro de el.
___ pronto te llevaré ante la justicia Ramón Antonio junior, acabaré con esta lucha para siempre.