¡donde esta mi talento!

Capitulo 8: Un pájaro rojo… ¿Qué no es rojo?

Estaba caminando en medio de un bosque con un chico que apenas conocía, tratando de no tropezar con las raíces mientras me abrazaba a misma porque ya no tenía frio, pero fui consiente de mi falta de sostén. Así que no romperme la nariz en el proceso de buscar al ave era toda una aventura.

—¿por qué no te apuras? —a este punto ya nos habíamos internado más y más en el bosque, lo extraño era que no había ningún ruido, solo arboles y para ser sincera creo que habíamos dado vueltas en el mismo lugar varias veces y estábamos muy perdidos

—Puft como si supieras hacia dónde vamos…

—Y tu... —voltea a verme —¿por qué caminas así?

—Cállate

—Como sea… ¿por qué no ayudas a buscar el estúpido pájaro?

—Eso hago… pero no veo muy bien y además por aquí no hay ni un alma.

—haz estado abrazándote a ti misma y mirando el suelo

—¡No quiero caerme! —repliqué

Suspiro resignado y siguió caminando

—Toco… toco… toco —comencé a cantar y llamar

Gael volteó y me miro interrogante

—No quiero preguntar que estás haciendo…

—Toco, toco, toco —seguí —pajarito, pajarito —pronuncie con agudeza en mi voz

Suspiro con resignación y fastidio —¿Qué diablos haces?

—Llamo al pájaro daaaa —, dije con seguridad

—Okay…

—Bueno, mi abue llama así a las gallinas y dado que buscamos un ave… —dude al final

—No puede ser, porque no quede atrapado con alguien más inteligente ¡buen Dios! —habló viendo hacia el cielo.

—¡Oye! Eso es grosero —mi voz sonó indignada ¿Quién se creía este? —¿Cómo si tú no nos hubieras hecho dar vueltas sobre el mismo lugar por 7 veces? —Iba a seguir discutiendo cuando escuchamos un canto.

—¿Quién es la inteligente ahora? —presumí mientras veía hacia todos lados —toco, toco, toco —seguí y se volvió a escuchar el canto

—No puedo creer que funcione —susurro Gael

—Punto para Lilian

—Ja

Caminamos con cautela tratando de encontrar el pájaro sin espantarlo, el sonido se intensifico cuando nos acercamos a un frondoso árbol de manzanas, cuando estábamos debajo de este lo vimos.

Un hermoso pájaro, con un canto fenomenal por un momento ambos lo miramos embobados, luego aparecieron dos más. Y ¡joder! que manzanas tan grandes (internamente babeaba)

Sin embargo, había una sola cosa que no cuadraba, el primero tenía un color café claro bellísimo, el segundo era amarillo y el tercero azul. Pero no había ningún pájaro rojo…

—¿Dónde está el pájaro rojo? —dije

—¡Oh! ¡Maravilloso! Han encontrado mi pájaro rojo —retumbó la voz de la bruja desde no se dónde.

Gael pego un salto y yo más o menos también. Me negué a dejar de abrazarme a mí misma.

—¡Mierda! de donde salió esa voz

—¡Agh! Muchacho asustadizo ¿Qué haces ahí parado? Toma el pájaro rojo ¡rápido! —lo ultimo lo grito

—Pero… si no hay pájaro rojo

—Lamento estar de acuerdo con este, pero es cierto.

—Están ciegos o qué, ahí esta

—¿Dónde? —pronunciamos al mismo tiempo

—¡Ahí! Junto a los otros dos pájaros, junto al rosado y morado.

—¿rosado? ¿morado? —dije extrañada

—Si, sí. Esperen… no me digan que ustedes no son daltónicos

Ambos guardamos silencio unos segundos y nos miramos

—No señora —dije y Gael asintió

—Lo hubieran dicho antes mocosos, es el de la derecha —. Hablaba del café —tómenlo es muy manso y amable

Gael solto una maldición

—Todo esto es ridículo, además soy alérgico a las plumas… o bueno a los animales como tal

—Pero… tienes un gato —dije

—Debo tomar mi medicina y dado que fui secuestrado, obviamente no la tome

—Como sea, tráiganlo rápido o los dejaré más tiempo ahí dentro —dijo la voz de la bruja

—¿por qué no vas tú? —inquirió él

Y yo con la seguridad de mis manos en mis pechos negué con la cabeza

—Nos dejara más tiempo si no vas.

—Me niego —pronuncié de nuevo

Él suspiro fastidiado porque al parecer era su forma de decir te odio Lilian

Se acerco al pájaro y creí que este saldría volando como loco, pero solo dejo que Gael lo tomara como si nada. Y entonces paso lo que debía pasar, Gael estornudo una vez, dos veces, tres veces… y cuando se calmo un segundo me miro mal. En realidad, al comienzo daba miedo, tenía los ojos rojos, la nariz roja y una cara de te voy a matar. Pero también se veía gracioso

Así que cuando estornudo por séptima vez, solté una carcajada y dado que no puedo reírme bajito, retumbo por todo el bosque. Una lagrima salto de mi ojo, porque la cara de él era muy graciosa.

—Cállate —dijo él enojado

—Tú cara parece la de un mapache drogado

Volví a reír y de repente una puerta apareció de la nada y pasamos hacia el otro lado.

Gael básicamente le tiro el pájaro a la bruja y camino enojado hacia la salida

—Nos vemos el lunes —dijo la bruja con entusiasmo —no olviden usar lo que les otorgué chicos —Iba saliendo cuando la oí decirle al pájaro:

—Oíste que les dije chicos, soy super moderna, lo sé. Ahora tu y yo preparemos algo mágico

Creo que si estaba loca.

Mejor salí de ahí antes de que se le ocurriera algo más, alcance a Gael quien iba dando zapatazos mientras trataba de sacudirse de la nariz su alergia.

Lo seguí a una distancia segura porque parecía muy molesto. Y a mi me daba miedo caminar sola en medio de la oscuridad

—¡oye! —grite

Freno en seco

—Ya… ya sé que no nos llevamos muy bien, pero… aun sigue estando de noche, y me aterra caminar sola ¿crees que podrías acompañarme hasta mi casa?

Suspiro, como le encantaba hacer eso

—Esta bien, pero por el amor a quien sea que creas, camina rápido

—Claro —la verdad quería decirle, puedes irte ¡a comer mierda! pero de verdad me daba miedo caminar sola y ni si quiera tenía mi teléfono.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.