Quizás los años de mi infancia leyendo Nancy Drew, me hicieron obsesionarme tanto con los misterios que pase mis primeros años de adolescencia leyendo solo novelas de misterios y policiales. Y eso me había hecho una persona demasiado curiosa, siempre quería saber absolutamente todo.
Todos decían que era chismosa, pero para mi era mucho más que solo chismes. Estaba lista para estudiar periodismo y convertirme en una gran reportera. Mis amigas y yo solíamos resolver aquellos misterios de institutos, como los noviazgos secretos, quienes eran los responsables de ciertas bromas y cosas así, pero cosas sin importancia que en ese momento para mi lo eran, hasta que llegue a Wellersburg, un pueblito de Pensilvania, que escondía más secretos que cualquier libro de misterios, supe entonces que aquellos secretos en Virginia eran algo que me preparo para lo que seria la mayor investigación de mi vida.
El aire en Wellersburg era tranquilo podías sentir la paz del pueblo, según mis padres allí todo es perfecto, desde sus habitantes hasta su estructura. Un lugar soñado para vivir por esa razón mi padre había aceptado el ascenso a director ejecutivo en la nueva sucursal de la empresa. Ambos creían que seria muy bueno vivir ahí, mi madre podría abrir su negocio de decoración, ya que era muy buena con manualidades y la pintura. En Virginia jamás hubiera podido levantar el negocio que tanto deseaba, pero aquí lo conseguiría porque no había tiendas de ese tipo
- Alba, ¿puedes ayudarme a bajar las cajas del camión?- dijo mi padre cargando cajas mientras yo solo estaba recostada sobre aquel gran árbol en el jardín de mi nueva casa. Me levante cansada y recibí las cajas que mi madre me entregaba para entrarlas en la inmensa casa en la que ahora vivía.
- Estás emocionada por el primer día de Preparatoria?- dijo mi madre cuando volví al camión por más cajas.
-Si muy emocionada, por empezar la preparatoria sin mis amigas- digo sarcásticamente, ella solo me sonríe falsamente, más que mi madre, ella era una amiga, mis padres me habían tenido demasiado jóvenes, por lo que éramos más cercanos, ellos me habían criado así, apasionada, soñadora, alegre, expresiva y sobre todo sincera.- Además porque tengo que ir al escuela hoy, acabamos de llegar de un viaje muy largo, estoy muy cansada.
-Hoy es el primer día y hoy vas a ir- dice entregándome otra caja- Déjalo en la entrada y ve a bañarte o se te hará tarde.
-Bien, iré hoy, pero podríamos habernos mudado antes, y no el primer día de clases.- dije mientras corría al interior de la casa antes que ella pudiera decirme algo. Sabia que no nos mudamos antes porque la propuesta de ascenso la recibimos hace poco, pero quería hacerla enojar. Siempre nos divertíamos mucho, una de las razones por las que no pude quitarle la oportunidad de ser feliz aquí, aunque dejara muchas cosas en Virginia.
Al entrar a la preparatorio Wellers y ver lo enorme que era, quede deslumbrada y un poco perdida, así que tome mi celular y busque la foto en donde decían mis horarios y camine sin saber a donde, chocándome con un chico que caminaba de espaldas.
- Lo siento, no te vi- se disculpo al ver mi celular y mi agenda en el suelo. Las levanto y me las entrego.
-Claro que no me viste, venias de espaldas, a menos que tengas ojos en las espaldas lo veo imposible- digo recibiendo mi agenda y mi celular y tratando de irme pero este chico me detiene.
-¿Tu eres nueva verdad?- pregunta aquel muchacho, mirándome detenidamente- Porque conozco a todo el mundo en el instituto y jamás te había visto por aquí.
- Como puedes conocer a todo un instituto? quizás sea de las que se sientan atrás en silencio o alguien que falta mucho y por eso no me reconoces- digo mientras miro la hora de mi celular.
-Bueno digamos que si fueras alguien así tendría que haberte cruzado al menos una vez al menos y jamas olvidaría a alguien tan linda como tu - dice levantando mi mentón, lo analizo detalladamente, alto, ojos azules, cabello castaño oscuro, una gran sonrisa y de muy buen físico, al ver su chaqueta supe que era parte del equipo del instituto.
Como ya he dicho investigo todo el tiempo y esta vez no seria la excepción, había visto que la escuela tenia un buen equipo de lacrosse y sabia que esa era la chaqueta de los jugadores.
- ¿Y se supone con ese piropo debo caer a tus pies? - largo una pequeña risa y saco su mano de mi cara
-Exacto, aunque creo que ya caíste- dice acercándose a mi pero lo detengo
-¿Y porque crees eso?- coloco mi mano sobre su pecho para evitar que siga caminando hacia mi
- Soy la persona más guapa del insti, capitán del equipo, popular..-comienza a contar con sus dedos y rio ante eso
-Superficial, ególatra y versero, diría yo- lo interrumpo para tocar su nariz juguetonamente- definitivamente todo lo opuesto a lo que busco
Me alejo de ahí riéndome por lo bajo y siento como viene detrás mio
- Espera, ¿quieres que te acompañe a tu salón?- detengo mi paso para mirarlo - así puedes ver que soy lo que estas buscando y nada de lo que dijiste-
Sonrió ante su confianza y cuando iba a aceptar alguien lo llama y lo lleva del brazo- Ian vamos tengo que mostrarte algo- el intenta detenerlo pero el otro chico es más insistente
-No te preocupes super estrella puedo encontrar mi salón sola, nos vemos luego- sigo mi camino pasando entre la gente, a decir verdad la ayuda del chico me habría servido muchísimo ya iba tarde y no sabia en donde estaba
Revise mi celular por décima vez tratando de encontrar donde podría estar mi salón, me acerque a un grupo de chicas para preguntarles donde quedaba, las 3 chicas me observaron con atención y luego me sonrieron- Disculpen, pero soy nueva y estoy un poco perdida, les molestaría ayudarme a encontrar mi salón- dije mostrándole mi celular donde se encontraba mi horario.
-Claro, esta doblando a la derecha, sigues hasta el final y llegas a la segunda puerta de la mano izquierda , salón numero 201, con el señor Jekins- dice una de las chicas, su cabello es castaño oscuro, piel morena, ojos marones claros pero intensos, de estatura media, delgada pero con curvas, es bastante bonita.