Me levanto y me percato que no estoy dónde me quedé dormida, estoy con los demás y con una manta, ¿Como he llegado aquí? ¿Y la manta? No recuerdo nada. Definitivamente, me estoy volviendo loca. Lars y Einar están levantados y hablan de algo, demasiado lejos para escuchar lo que dicen. Algunos están levantados, han traído algunas frutas para comer. Me dan una manzana. Einar me mira, parece molesto, debo disculparme, no quería ser grosera con él. Me levanto y me dirijo dónde están ellos dos. Me miran
- Hola, ¿Puedo hablar contigo Einar? - le pido
- Hola, ahora no, mejor en otro momento. Ahora debemos emprender la marcha y llegar al pueblo - me dice
Definitivamente esta molesto conmigo. Bajo la cabeza y asiento.
Empiezan a andar y todos lo seguimos. Al cabo de unas horas llegamos a un pueblo, hay unas 10 casas que rodean una plaza, en medio de la plaza hay un pozo. Hay niños que juegan, los adultos trabajan en sus quehaceres diarios y nos miran cuando pisamos su pueblo. Dejan de hacer sus cosas y nos rodean.
- ¿Que queréis? - pregunta un hombre
- Cobijo por una noche y que nos quiten los brazaletes - pide Einar
- ¿Nos podremos quedar con ellos? - pregunta señalado los brazaletes
- Si - le dice Lars
La gente del pueblo sonríe, parece que todos obtienen algo. De uno en uno van sacándonos los brazaletes, parecen contentos, yo la verdad no me molestaba, no me producía daño, así que el mío debía estar defectuoso.
El pueblo nos da de comer y nos indica un sitio en el río para poder limpiarnos con jabón. Primero van los hombres, en cuanto terminan veo a Einar más guapo, con la mugre no apreciaba bien su forma, su pelo aún esta mojado y le caen algunas gotas por el rostro. Me quedo observando más de lo necesario, y me mira. Aparto la mirada de seguida, me ha pillado mirándolo, que vergüenza.
Ahora nos toca a las mujeres ir hacia una cascada en el río para limpiarnos. Por fin podré estar limpia.
Me meto en el agua, está algo fría pero no me importa, sumerjo toda mi cabeza, me paso el jabón por todo el cuerpo, y por el cabello, voy nadando hacía la cascada para quitar con la presión del agua el jabón y la mugre que tenga. Salgo y me dirijo hacia las chicas, para preguntar si tienen algún peine y desenredar el pelo. Las chicas me miran con sorpresa y señalan mi pelo, ¡Oh, por dios! Ahora se dan cuenta que soy pelirroja, espero no se burlen de mi. Si odio mi color de pelo natural. Unas cuantas chicas se levantan y se van corriendo, ¿Que les pasa? Me visto y con los dedos intento desenredar mi pelo. Me giro y veo que se acerca un grupo de personas. ¿Me miran mal?
- No queremos problemas, no eres de por aquí, te pedimos que te vayas de nuestro pueblo - me dice un señor
- ¿Porque no puedo quedarme? - le pregunto
- Solo vete - me dice con insistencia - o nos veremos con la obligación a tomar medidas
¿Es una amenaza?
- ¿Hacía donde voy? No sé dónde estoy como para dirigirme hacia algún lado - le digo con el ceño fruncido, esta situación me esta molestando mucho
- Esto a nosotros no nos incumbe, ¡VETE! - me grita el señor
Creo no tengo más remedio que irme de aquí, y todo por culpa del color de mi pelo. Me giro y me voy. Seguiré el río, ya que no sé hacia donde ir, y quizás con suerte encuentre otro pueblo más amistoso que este. Como sea, voy andando y la noche empieza a caer. Debería parar y descansar, buscar alguna fruta o planta. Por suerte agua tengo la del río, no es lo más recomendado, pero servirá. Me siento apoyada a un árbol, me siento sola, miro el cielo y hay siguen las dos estúpidas lunas, empiezo a llorar, ya casi lo tenía y sigo aquí sin saber que hacer.
- Por fin te encontré -
Este hombre me asusta, me limpio las lágrimas y me levanto
- No entiendo, que hacéis aquí- le pregunto a Einar
- No es evidente, te buscábamos - me dice Lars
Vuelvo a llorar y me siento otra vez en el suelo, no entiendo nada, porque vienen si cuando me limpié parecía una leprosa que nadie se quería acercar, y ellos vienen a mi rescaté, como si fuera una damisela en apuros, no soy débil, aunque este momento me hace ver débil e indefensa. Pues claro, porque lo estoy, soy estúpida. Me acurruco a mi misma.
- Iros, esta claro que nadie quiere estar conmigo ,- les digo mientras lloró
Noto que se sientan, no levantó la vista, no quiero verlos, no quiero, quiero que se larguen. Estoy muy cansada para enfrentarme a ellos. Ellos me han ayudado suficiente, deberían ir a ayudar a los demás, son muchos contra una.
- No nos iremos - me dice Einar seguro - Solo quiero que confíes en nosotros
- ¿Porque? Ellos vieron mi pelo y me repudiaron - les digo llorando
- Ya sabes, ven algo fuera de lo común y que se parece a un dragón y creen que eres uno - dice Lars
- No soy un dragón - río entre sollozos y niego - y yo que pensaba que estaba loca
- No creemos que estés loca, deja que te ayudemos, no tenemos nada mejor que hacer, así que dinos dónde vivías y te acercaremos a tu casa con tus padres - me dice Einar
Levanto un poco la cabeza para verlo, me mira con preocupación e intenta sonreír para que me sienta más tranquila.
- ¿Que ganais vosotros en ayudarme? - le pregunto
- Ganamos verte feliz, me gusta cuando sonríes - me dice Einar
Miro al cielo nocturno, ese cielo extraño con dos lunas. Por el amor de Dios, como van a ayudarme si ni siquiera sé dónde estoy, no podré ubicarme, seguro que sacan un mapa y ni lo reconozco. Esto se está volviendo cada vez más real, no creo sea mi imaginación, si lo pienso bien, su idioma es otro, uno al que no he sabido reconocer, su forma de vestir es muy diferente y aunque los árboles y plantas se parezcan, hay pequeños elementos que me desconciertan. Y su forma de hacer y vestir me indican que no estoy en mi planeta, y me parece irreal, todo me parece ilógico, pero la realidad me golpea fuerte y me da a entender que ésto me está pasando y sigo sin comprender lo que ocurre. Vuelvo a llorar más y me escondo en mi. Como si lo de mi alrededor no existiera.