Narra Einar
Le he pedido a Farah que nos envíe a nuestro planeta y ella se quedé aquí, esté es su lugar, su vida. Conmigo no le puedo asegurar una vida, ya que aún debo enfrentarme a mi madrastra y a su bastardo, ese niño que mi padre cuido como su hijo, y que yo quería por ser mi hermano.
Farah quiere venir con nosotros, pero no la puedo dejar venir, ya tienen suficiente con ayudar a su planeta.
Harry y Jack se despiden de nosotros y nos dejan en claro que seremos bienvenidos siempre a su planeta, nos ayudarán en lo que haga falta. Bast no parece muy contento por nuestra partida, pero no se impone, es decisión de Farah.
Farah abre un portal para ir a nuestro planeta, ella ha mejorado mucho su magia, tiene un gran poder, más fuerte que cualquier sacerdotisa, es una chica fuerte, aunque ahora se la ve muy triste.
- Farah, muchas gracias por todo - le digo, quisiera abrazarla, pero no sé si es correcto, ya la he confundido demasiado.
- Einar, quiero venir con vosotros, sois vosotros quiénes me habéis ayudado todo esté tiempo, me habéis rescatado tantas veces y salvado la vida tantas veces que he perdido la cuenta - me dice a punto de llorar
- Farah... No hagas esto más difícil.... Eres una chica fuerte, podrás con todo lo que te venga, recuerda tienes un gran poder y lo debés utilitzar para el bien - le digo, no me gusta verla así
- Debemos irnos o se cerrará el portal - me reclama Lars
- Adiós Farah - le digo
Me dirijo hacia el portal y lo cruzamos. No escuché a Farah decir nada más, solo la vi a punto de llorar, pero sé que es lo mejor para ella, sé que debe estar allí con su familia, sus amigos.
Cruzamos y nos encontramos en un bosque, es de noche, en el cielo vemos a nuestros satélites, Sily y Sel.
- Ya hemos vuelto, ahora a destronar a un traidor - me dice Lars - ¿Estás bien?
- Si, venga vamos a ver a ese bastardo, y está vez no podrá negarse la sacerdotisa - le digo intentando sonar fuerte
Por dentro tengo una sensación rara, dejar atrás a Farah está siendo muy difícil, la amo y no se lo dije, pero no toca pensar en eso, ahora a centrarme en el bastardo y sus malditos padres, los mataré igual que mataron a los míos. Esto es una venganza.
Andamos un buen rato, hasta encontrar un pueblo. Se acerca un guardia
- Einar? Pensé que estaba muerto, o eso me dijeron - dice el guardia
- Debo ir a ver al supuesto rey - le digo con autoridad
- Claro, os dejaré unos caballos para que podáis ir - nos dice el guardia - si con eso lo podéis sacar del trono.
- Puedes ayudarnos en algo más - dice Lars
- ¿En qué? - le pregunta
- Dile a toda la población que Einar es el legítimo rey, y que el que hay al poder es un farsante, tendieron una trampa a los padres de Einar, hoy haremos que paguen por sus crímenes - le dice Lars
- Si mi señor, haré lo que me ha comentado, estamos de parte de Einar - dice el guardia y hace una reverencia - me alegra saber que pronto lo tendremos de vuelta mi rey.
Algunos vecinos han salido y otro nos lleva dos caballos, los vecinos del pueblo nos dan las bendiciones, y nosotros nos vamos hacia esos bastardos.
En cuanto llegamos vemos a muchos soldados que no nos quieren dejar pasar, Lars avanza hasta quedar por delante de mi
- Dejad paso al verdadero rey! - dice Lars autoritario
- Él mató a su padre, nuestro rey - dice uno de ellos - tenemos ordenes para detenerlo y encerrarlo
- No fue así, quién lo mato fue el coronel, y al que nombrais rey no es ni hijo de mi padre, es un bastardo del coronel - les digo a todos
- Son acusaciones muy severas, si lo que decís es verdad, deberán someterse a la verdad de la sacerdotisa, si es mentira será vuestra muerte - dice un soldado
- Haced lo que creáis conveniente, no os miento - les digo
Sé que Farah tiene razón, confío en lo que me dijo y en sus visiones, ni la mejor sacerdotisa podría haberme dado toda esta información.
Los soldados nos guían hasta el trono, dentro está los tres y nos miran mal.
- Llevad a estos malnacidos a prisión - dice el rey, que pronto no lo será
- Lo sentimos, pero ha echo una acusación hasta vosotros, y necesitamos que venga la sacerdotisa para que se sometan a la verdad - dice un soldado.
Entra la sacerdotisa y nos mira a todos, hay mucha tensión
- Por orden de la mayoría de los soldados, haremos una sesión de verdad, vos Einar diréis vuestras sospechas, y después los aquí presentes deberán decir la verdad, no podrán mentir, si lo hacen sus manos serán quemadas - dice la sacerdotisa
Ya está recitando el hechizo para que la sala entera tenga. La sacerdotisa me da una señal para que empiece a hablar
- Aquí los que están delante de nosotros y que siempre han dicho estar al servicio de nuestros reyes y del reino, para empezar, ella la mujer que debió ser fiel a mi padre, le puso los cuernos con el coronel, teniendo al hijo bastardo que se proclama rey en el trono. El coronel, el mismo que debió proteger a mi padre, lo mato por la noche con mi daga, que fue robada de mis aposentos por una chica que me drogo. Y para rematar mataron a mi madre. - les suelto con mucha ira
- Todo lo que dices es falso - dice el falso rey - retira eso!
Pero sus manos empiezan a quemarse a causa del hechizo, eso significa que está al caso de algunas partes de la historia que acabo de contar. Se lleva las manos al pecho por el dolor que le produce.
El coronel saca una daga y la lanza directo a la sacerdotisa, ¿Que acaba de hacer?¿Está loco? La sacerdotisa cae al suelo, eso no está bien, me acerco a ella, y la miró, la daga ha dado justo en su corazón y la ha matado.