Flor escurridiza que siempre se va, flor de mi tiempo y mi verdad, flor de todos y de nadie quizás.
Creces libre en el sendero de la bondad, y así siempre te he de observar, pero el tenerte no se podrá, si hozo el tomarte en mis manos simplemente desaparecerás.
Flor de media noche que me seduces sin razón, siempre erguida y majestuosa, tu perfume se niega a obedecer la estación, esta flor joven de belleza y saber, desnuda sin costuras, hondeando al viento hermosa y cautivadora, toda para mí te haría, pero solo el indómito olvido nos esperaría.
Clavel mio lleno de pasión, he regado tus pétalos sin desdén o mala intención, pero dentro de ti la compasión es solo una ficción , maldigo el verte y no poder tenerte, maldigo los días que siempre puedo olerte.
Flor que eres mas humana que flor, si tus colores alivian mi llanto, y tus olores alegran a los pájaros el canto, ¿por que desearte como lo hago pesa tanto?
Bella flor si para verte debo renunciar a tenerte, pues que la tierra se parta y las aguas se sequen, pero el tocarte no pasara por mi mente.
Oh¡ flor, sin querer te he tomado, ahora te vas por mi estúpido impulso humano, disculpa, espero encuentres nuevos cielos. Adiós mi Clavel amado...
Esta metáfora se ha acabado igual que mi exultación se ha marchado.