¿Cómo Shen Jiun logró sacar a Luo Binghe de las garras de la araña?
Se podría decir que fue suerte, o el halo dorado del mismo protagonista lo ayudó. Se dió cuenta que la araña era ciega al notar como se apoyaba más en su olfato y en el tacto al avanzar. Notando que rechazó acercarse a una de las pequeñas galerías del fondo fue a examinar con cautela aprovechando que la criatura estaba bastante concentrada en su envenenada víctima.
El olor al entrar era fuerte, una mezcla de flores y hierbas aromáticas. Bastó con arrancar algunas de estas y lanzarlas contra la araña que dejó caer al insconciente Luo Binghe para luego arrancar con el a través de la misma cueva aromática. Y así quedar atrapados pero por lo menos mantenerse a salvó. El esfuerzo de arrastra a Luo Binghe no fue poco considerando que Shen Jiu es delgado a diferencia del cuerpo más resistente de un Luo ya adulto.
Y aunque quisiera recibir halagos por su gran hazaña prefirió callar. Aquel extraño de seguro no lo haría.
Shen jiun le preguntó "¿Cuál es tu nombre? ¿De dónde eres discípulo?"
No es que le importaba realmente. La tortura del silencio, en un lugar encerrado con otro hombre, lo impacientaba. Le trae recuerdos que no quería tomar.
Luo Binghe arrugó el ceño antes de responder "No es tu asunto"
Shen jinju bufó molesto ante esa respuesta "Entonces deja de seguirme, siento que tienes algo contra mi. No reconozco tu rostro, ni sé tu nombre, para entender tus razones"
Luo Binghe tragó saliva con rencor "aunque lo supieras no lo entenderías" y luego agregó "ahora guarda silencio que voy a dormir".
Necesitaba recuperarse luego de todo lo vivido este día, sumando el veneno de la araña. Shen jiun se mostró de acuerdo, se colocó de pie tomando mayor distancia y se acurrucó para dormir. Eso le pareció a Luo Binghe, exagerado, aunque mientras más lejos este de él, mucho mejor.
Se durmieron casi al mismo tiempo. Y solo despertó ante los quejidos de Shen jiun atrapado al parecer en una pesadilla. Verlo sufrir así, con un miedo sobrecogedor en su expresión, podría haberle encantado, pero solo carraspeó molesto. Aunque no puede negar que aquel joven Shen Jiu a pesar de ser muy joven tiene un bonito rostro y unas largas pestañas.
"¿Por qué siempre eres así?! ¡Envidioso, egoísta, infame! Vives haciendo daño a tu alrededor sin valorar a quienes aún creen en ti. Eres necio, estúpido, no solo tú has tenido una vida de mierda, ¿Si conocías este dolor porque en vez de seguir descargando mas odio y rencor no ayudaste a otros a salvarse?... ¿Por qué no me ayudaste a mi?"
Y vió lágrimas en el rostro de aquel desconocido y un dolor en su expresión que no supo cómo interpretar porque tampoco podía entender la última pregunta que le hizo.
Pero siente el pecho arder y aprieta los dientes sintiendo que las lágrimas que llevaba contenida tanto tiempo brotaban espontáneamente.
Shen jiun balbuceó "porque nadie tampoco vino a salvarme a mi…"
Luo Binghe lo miró desesperanzado, ni siquiera cuando lo torturó, cuando le arrancó cada extremidad, lo vio llorar de esa forma. Pero él no podía salvarlo, estaba igual de dañado y roto.
Una voz desde el bosque llegó a ellos "¡Shen jiun!"
Era Yue que seguía buscándolo.
Luo Binghe bajó la mirada y le dijo "Hay alguien que aún quiere intentarlo".
Y mientras Shen jiun se distrajo sacó su espada abriendo un portal, ya no había nada que pudiera hacer, y se alejó sin que se diera cuenta. Sabe que Yue no será capaz y sabe que él Shen Qingqiu que se encontrará en su camino será el mismo ser lleno de odio y rencor.
Pero al irse no se dió cuenta como Shen jiun corrió a los brazos de Yue ni vio como lloró desahogandose de todo lo que tanto tiempo se había guardado e incluso fue capaz de decirle el rencor que sentía contra él por su abandono. Yue aún así lo acepto y comprendió su culpabilidad, en cierta forma agradecido de que por primera vez confiara en él de esa forma.
Luo Binghe al fin llegó a su mundo, bastó con ver a yingying antes de desvanecerse agotado de una forma que no había sentido antes. Los sentimientos agolpados en su pecho lo ahogan y solo alcanzó a ver los ojos de la joven mujer antes de cerrar los suyos.
Cayó en las garras de un sueño extraño. Sintió voces y la calidez de un incienso quemándose. Entre abrió los ojos, confundido, más ante las dos figuras que lo observaban. El primero sonrió aliviado y el otro solo lo contempló con fastidio.
Uno de ellos se acercó a él incluso tomándolo de la muñeca para revisar el estado de su energía espiritual, luego lo miró fijamente "Al fin has despertado".
"Ves" dirigiéndose a Liu Qingge que observa con indiferencia apoyado en una pared "Luo es más fuerte de lo que decías"
Liu Qingge chasqueó la lengua "Deberías dejar de mimar a este discípulo tuyo después de todos los problemas que ha causado"
Eso pareció molestarle a Shen Qingqiu que tensó su rostro en el acto abriendo su abanico "Tu deberías dejar de entrometerte dónde no te han nombrado"
"Siempre tan agradable" masculló molesto antes de salir.
Refunfuño antes de hablar en voz alta "Sé que es mi hermano, como dice Yue, pero hay días como hoy que no lo soporto y me arrepiento de haberlo salvado esa vez…"
Luo Binghe se sentó sintiendo un horrible dolor de cabeza había soñado con una vida distinta, una dónde su maestro a pesar de ser severo fue recto y preocupado, incluso cariñoso a pesar de su carácter. En ese sueño no había torturas ni golpes ni maltrato. Ni tampoco su…
Se sentó en la cama para preguntarse impresionado "¿Mi harem?"
Y no es porque lo extrañará sino por qué se le hace tan extraño que algo así de importante no apareciera en su sueño. Aunque lo más extraño es que se siente indiferente de no tenerlo. Y en cambio sus únicos recuerdos de encuentros amorosos solo caían en la figura de una sola persona, en su Shizum. Ni siquiera logra entender porque él está aquí cuidandolo ni que Liu Qingge aun siga vivo.