Donde nacen los lirios

Capítulo extra

 

Capítulo Extra:

¡Hola! ¡Quiero que sepan que mi novela se encuentra en la secta final! No me había dado cuenta de eso hasta hace poco, cuando me percaté fue como una gran revelación de todo lo que he avanzado, es más larga que he escrito oficialmente, estoy muy emocionada y feliz, y les tengo mucho que agradecer por acompañarme en este camino que ha sido arduo, a veces difícil, pero siempre gratificante. Han formado parte de ello.

Este capítulo, lo tenía escrito hace mucho, mucho tiempo, incluso mucho antes de narrar los que ya tengo publicados hasta ahora, sin embargo por alguna razón se me pasó insertarlo, lo colocaré aquí, porque quiero que lo lean y porque contiene escenas que son muy especiales para mi y que encajan como un puzzle que planee desde el principio, (sí, la mayoría de las escenas y la trama principal ya la tenía definida). Incluso el final ya lo tengo planeado y estoy muy satisfecha con él. Lo increíble es que en el proceso muchas ideas que pensé que desarrollaría no me convencieron o no se acoplaron al ritmo que me llevaban los personajes y en cambio otras nuevas ideas surgieron.

Este capítulo no es simple relleno o algo así, es una explicación para ciertos pequeños detalles que fui colocando poco a poco.

Ya me alargué demasiado con esta nota, pero quiero que lo sepan y aclararlo.

Recuerden que esta novela, aunque me esfuerzo mucho por revisar cada capítulo que publico, contiene errores: es un borrador, por lo que más tarde cuando lo termine y comience con la edición colocaré este capítulo en su respectivo sitio.

No se confundan con los acontecimientos aquí narrados: Se sitúan justo cuando Keythan y Megan comienzan a tener esa relación de "no somos amigos ni novios, pero nos amamos y nos deseamos".

Es decir, que estos sucesos van entre el capítulo 18 y 19.

 

—¡Joven Castello, un momento!

Keythan esperó al profesor de matemáticas, quien se aproximó a grandes zancadas para abordarlo. Le miró con interés. A juzgar por su aspecto no debía traer buenas noticias. Parecía agitado y extenuado. Además a juzgar por la forma en que retorcía sus manos estaba desesperado por decirle algo.

—¿Sí? ¿En qué puedo ayudarle?

—Necesito hablar con usted—Dijo con voz grave y seca.

—¿Qué ocurre?

—Es a cerca de Megan.

Megan. Oír ese nombre bastó para que Keythan pusiera interés en la charla. Frunció las cejas en confusión y se pasó una mano por el cabello. En definitiva no eran buenas noticias. Seguro que le metería en problemas. ¿Había hecho algo ella últimamente de lo que él no se hubiese enterado? No le había contado nada novedoso.

—¿Qué pasa con ella?

—Verá, en el último examen que presentó sacó un diez.

—Eso es excelente—Comentó Keythan expulsando un suspiro de alivio.

El profesor puso mala cara.

—Ese es el problema—Dijo con acritud.

—¿Problema?—repitió escéptico, comenzando a preocuparse por el significado que implicaba esa palabra.

—Es ilógico que una alumna como ella saque esas calificaciones. Está haciendo trampa. Así que tendré que sancionarla y siendo su tutor recae en usted parte de la responsabilidad.

Keythan entrecerró los ojos.

—¿Es la primera vez que saca diez en un examen?—quiso saber, acariciando su mentón con el dedo pulgar.

—Uhmm—El profesor titubeó—De hecho ella siempre saca notas semejantes y me temo que la única explicación a eso es que de alguna forma ella consigue las claves.

Keythan considero que era una posibilidad real. Las calificaciones de Megan siempre habían dado mucho que desear, en todas las materias. En los últimos tiempos estaba dando una mejoría notable pero no tan dramática como para que de la noche a la mañana sacara sobresalientes, aunque, ¿quién sabe?

—¿Usted la ha visto copiando?

—Esa chiquilla es muy hábil, siempre se escuda detrás de compañeros corpulentos.

—Entonces no la ha visto copiar. Y suponiendo que lo hiciera, tendría que ser gracias a un cómplice de usted.

—¿Qué!—El profesor se puso de mil colores.

—No me miré así, es solo una hipótesis, teniendo en cuenta que usted es el único con el conocimiento de las respuestas de los exámenes, debe haber alguien que logre filtrarlas ¿no?—Comentó con el único objetivo de molestarlo. Si el había insinuado que Megan era una tramposa él también podía devolverle el golpe con guante blanco.

—Ya, no siga—Lo detuvo el profesor irritado y —Su punto está muy alejado de la realidad— expulsó un suspiro cansado.

Keythan sonrió.

—Como último recurso, y dándole a Megan el beneficio de la duda, ¿Por qué no elabora otro examen y se lo aplica mientras la vigila sin quitarle el ojo de encima ni un momento? Así comprobará si hace trampa o, quién sabe, puede que ella sea muy inteligente.



#99 en Joven Adulto
#2135 en Novela romántica

En el texto hay: adolescente, romance, drama

Editado: 19.03.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.