Donde nacen los sueños prohibidos

Capítulo 3: El encuentro inesperado

Arisse y Caelen caminaban entre los árboles brillantes del bosque, donde cada hoja parecía emitir su propia luz, y las criaturas mágicas flotaban alrededor, como pequeñas luciérnagas danzantes. El aire estaba lleno de un aroma dulce y fresco que hacía sentir que el tiempo no existía.

—Es increíble —susurró Arisse, mientras avanzaban—. Nunca había visto algo así… todo se siente vivo.

—Sí —respondió Caelen—. Este bosque guarda secretos que no se muestran a cualquiera.

Mientras cruzaban un pequeño claro iluminado por luces azules y doradas, Arisse se detuvo de golpe. Algo la hizo quedarse inmóvil, con la respiración contenida.

Entre los árboles, observó a un chico desconocido. Alto, de cabello oscuro y ojos que brillaban con una luz extraña, parecía caminar con cuidado, como si temiera perturbar la magia del lugar. Por un instante, sus miradas se cruzaron, y algo en él le resultó extrañamente familiar.

Arisse contuvo la respiración. No dijo nada. Solo se quedó quieta, con los ojos abiertos, mientras él desaparecía detrás de un árbol.

—¿Qué pasa? —preguntó Caelen, al notar su pausa—. Te pusiste rígida.

—Ah… es… alguien —dijo ella, con un hilo de voz—. Allí… entre los árboles.

Caelen giró la cabeza y lo vio también, aunque no tan claramente como ella. Su mirada se fijó en el chico, y un escalofrío recorrió su espalda.

—¿Lo conoces? —preguntó él, curioso.

—No… —dijo Arisse, con los ojos abiertos—. Pero… siento que lo he visto antes, o al menos algo en él me resulta familiar.

—Parece que no está aquí para hacernos daño, pero… este lugar es impredecible —dijo Caelen—. Mientras estemos juntos, podemos explorar y descubrirlo todo.

Arisse respiró hondo, su corazón latiendo rápido, sintiendo una mezcla de asombro y miedo. Cada gesto del chico desconocido parecía estar cargado de misterio, y su mente se llenó de preguntas.

—Es tan… diferente —susurró—. No sé cómo explicarlo… su mirada, la forma en que camina… algo en él me impacta.

—Este bosque tiene secretos que aún no entendemos —dijo Caelen—. Pero vamos a descubrirlos, paso a paso.

Mientras el chico desaparecía entre los árboles, Arisse sintió que algo mágico flotaba en el aire, como si el bosque mismo estuviera observando y susurrando historias que solo ellos podían escuchar.

Y mientras la luz de las hojas danzaba a su alrededor, Arisse comprendió que aquel bosque no era solo un lugar de sueños… era un mundo donde los secretos brillaban, donde los misterios podían tocar tu corazón, y donde la próxima noche les revelaría algo que cambiaría para siempre lo que creían posible.🍂




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