Donde Nadie Nos Encuentre

Capítulo 15: “Las palabras que no vuelven”

El celular marcaba:
3 llamadas perdidas de Axel.
5 mensajes de voz.
Todos enviados mientras Yoon dormía, después de un día de clases y trabajos fotográficos interminables.

Cuando despertó y los vio, algo dentro de él se partió.

No era la primera vez que se perdían en horarios. Pero esta vez… había algo distinto en los mensajes.

Reprodució el primero. Ruido. Respiración cortada. La voz de Axel, desarmada.

“Yoon… por favor… contesta… contesta…”

Yoon se quedó quieto. Congelado. Sentado en el borde de la cama como si el mundo se estuviera inclinando hacia un abismo. Reprodujo el segundo. El tercero. Nada claro. Solo angustia. El tono de alguien que se está ahogando.

Mandó un audio de inmediato.
Llamó.
No respondió.
Volvió a llamar.
Nada.

Pasó horas mirando la pantalla, esperando ver los tres puntos escribiendo.
Nada.

El día siguiente fue un caos emocional.
Caminó por Florencia sin saber a dónde iba. No prestó atención en clase. Olvidó una entrega importante.
Pero lo que más le dolía no era la culpa. Era la impotencia.

Porque en todos esos años juntos, había visto a Axel quebrarse. Pero siempre había estado ahí para sostenerlo.
Ahora no.

Y lo peor era que Axel no contestaba, no decía nada.
Yoon no sabía si estaba enojado, si estaba mal, si estaba mejor… o si lo estaba apartando.

El miedo no era que Axel sufriera.
Era que sufriera sin él.

Esa noche, le escribió un mensaje. No uno cualquiera. Uno con palabras que tardaron horas en salir:

“No voy a inventarte excusas. Me perdí. Me enfoqué tanto en no fallar acá que olvidé lo que construimos allá. Me duele saber que cuando más me necesitabas, no estuve.

No sé cómo estás ahora. No sé si quieres hablar.
Pero sí sé algo: no me voy a rendir con nosotros.
Porque tú me salvaste tantas veces que sería injusto dejarte caer solo.

Te amo.
Cuando estés listo, escribirme.
No importa cuándo. No importa cómo. Yo espero.
Porque tú me esperaste primero.”

Y lo envió.

Luego, dejó el celular a un lado.
No porque ya no le importara.
Sino porque entendió que a veces la respuesta tarda, pero la presencia puede sentirse incluso en silencio.

Esa noche no durmió.

Soñó con Axel en la playa. De espaldas. Sosteniendo un cuaderno.
Yoon corría hacia él, pero nunca lograba alcanzarlo.

Se despertó con los ojos húmedos.

Murmuró:

—Vuelve a hablarme, por favor… aunque sea para decirme que estás enojado. Solo… vuelve

En la distancia, Axel no había abierto el mensaje aún.
Pero lo tenía en la pantalla bloqueada.
Leyó las primeras palabras una y otra vez.

Y aunque aún dolía, por primera vez en días… se permitió cerrar los ojos con el celular en la mano.

Porque el amor, aunque dolido, seguía ahí.
Esperando.



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Editado: 21.08.2025

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