Capítulo 13

Beth y Gabriel se separaron. Ella tomó un breve descanso, charlo con sus amigas y luego siguió bailando con  la larga lista de candidatos, muchos de ellos sabían que no podrían tener su mano, o habían sido rechazados ya, pero aún así bailar con ella seguía siendo un sueño cumplido.

Gabriel en cambio solo bailó con dos mujeres más, una vez con Katriona Whimple , porque sus familias eran amigas y le fue imposible negarse . Era rubia y bella, con pestañas larguísimas que usaba a su favor cada vez que podía, Beth fue muy consciente del momento en que él la sacó a bailar. Y aunque ella bailaba junto a otro, lo siguió atentamente con la mirada todo el tiempo. Katriona nunca le había caído bien, le parecía demasiado afectada en su forma de actuar, como si quisiera impresionar todo el tiempo, sus gestos, su tono de voz, su revoleo de pestañas, todo estaba milimétricamente calculado, ahora le caía peor.

La segunda joven con la que Devereaux bailó, fue una sorpresa, para todos.

Gabriel sacó a bailar a Addison Fern, era una jovencita foránea que al quedar huérfana había venido a vivir a Dorset con  unos familiares lejanos, era tímida y callada, parecía estar siempre al margen de todo  como si no se sintiera con derecho , quizás se lo habían hecho sentir, pero trataba de pasar inadvertida. Era una muchacha común  su tez era levemente cobriza como si hubiera estado mucho tiempo al sol  y su cabello , de un negro lustroso, siempre iba firmemente recogido hacia atrás, sin adorno alguno. Por eso fue una sorpresa que Gabriel Devereaux se fijara en ella, y mucho más sorprendente fue que Addison fuera una grácil bailarina. Verla en movimiento era como ver una trasformación, se iluminaba bailando y eclipsaba a casi todas las demás jóvenes, excepto a Beth Lawrence.

También ella siguió atentamente aquel baile, pero en esa ocasión estaba más intrigada que molesta, Addison siempre le había llamado la atención aunque no había encontrado como acercarse a ella.

Y unas horas más tarde, tal como  había dicho, Gabriel volvió a acercarse a ella.

-Señorita Lawrence, ¿bailaría conmigo? – preguntó acercándose y era una suerte que en ese instante su madre estuviese un poco alejada.

-¿Ya es el último baile?¿Está seguro?

-Los dos últimos, en realidad. Y estoy muy seguro porque le pagué a uno de los músicos para que me avisara – respondió él.

-¿Los dos últimos?

-Sí, y sugiero que acepte rápido y  si es posible nos movamos hacia el lado opuesto de la pista antes que  alguien se oponga – dijo  en voz muy baja y ella estuvo de acuerdo. Porque su madre se opondría o le exigiría a Devereaux saber qué intenciones tenía si los volvía a ver bailar juntos.

Cuando empezó la música estaban a una distancia muy prudente de la Señora Lawrence y  solo haciendo una escena muy evidente podría  hacer que dejaran de bailar. Y no lo haría.
Beth se sentía feliz de que Gabriel hubiese vuelto a cumplir con su palabra y también estaba emocionada porque sentía que estaba al borde de transgredir las reglas, pero aunque al día siguiente hablaran de ella, quería volver a bailar con él.

-¿Por qué sacó a bailar a Addison Fern? – preguntó apenas pudo.

-¿No preguntará por Katriona?

-No, desde que fue presentada en sociedad todos los hombres quieren bailar con ella, pero nunca antes alguien sacó a bailar a Addison.

-En realidad, después del baile de cortesía con Katriona ya que su familia es amiga de la mía – aclaró aún sin que se lo pidieran- estaba por ir a esconderme, había divisado un rincón que se veía muy acogedor y que no había sido reclamado por su hermana, pero cuando pasé vi a Addison Fern, y vi la forma en que i miraba hacia la pista.

-¿Cómo miraba?

-Como si bailar fuera lo que más anhelara en la vida, pero aún así fuera algo inalcanzable para ella.

-No sabía que fuera tan perceptivo.

-Usted también lo hubiera notado, parece ser una muchacha muy transparente así que cualquiera que la hubiera observado un instante lo hubiera notado. Así que la invité a bailar. ¿Sabe qué dijo?

-No.

-Preguntó si era verdad, creo que temía que fuera una burla o algo semejante. Asentí y entonces aceptó. Bailamos en silencio, y luego me dio las gracias como si hubiera hecho algo  importante.

-Yo creo que lo hizo. Gracias, Gabriel.

-¿Y por qué me agradece?

-Porque la vio de verdad, porque fue amable y porque le dio a Addison una noche especial, y creo que hace mucho tiempo que ella no es feliz, pero bailar le dio felicidad- respondió Beth sinceramente. Era cierto que también ella había notado como si Addison estuviese encerrada en sí misma y al mismo tiempo estuviese llena de anhelos que  y sueños que mantenía ocultos como si pensara que a nadie le importarían o como si no  lo mereciera. Le agradaba que Gabriel hubiese tenido aquel gesto amable. Lo que la llevaba a otro punto, según él había bailado con Katriona por compromiso y con Addison por amabilidad, ¿y con ella? Este sería su quinto baile juntos.

-Siento que no hice nada tan digno de agradecimiento- se excusó él.

-¿No le preocupa lo que digan de que baile tanto conmigo? Quiero decir, dijo que buscaba esposa, podría perjudicarlo.