Donde tú caminas -Dorsetshire 2

Capítulo 14

Hola, otra vez yo! Y me resulta tan extraño como a ustedes...no sé de dónde viene la racha, salvo de mi necesidad de andar por otros mundos y no en este, pero espero que siga. Y espero que les esté gustando la historia de Beth y Gabriel, a mí me está gustando mucho conocerlos más.

Les dejo un mini capítulo, casi como un interludio

Que tengan buena semana

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

A la mañana siguiente, mientras desayunaba tardíamente, Gabriel se enfrentó al interrogatorio de su madre que acababa de llegar de la calle, y por lo visto con demasiada información.

-¿Entonces la joven que pretendes para esposa es Beth Lawrence? – preguntó dejando su sombrero y acomodándose frente a él.

-Buenos días , madre- respondió calmadamente.

-Porque si bailaste más de cinco veces con ellas imagino que es la candidata. A menos que fuera Katriona y lo de la señorita Lawrence fuera para desconcertar a los demás. Aunque si fuera Katriona ya me lo hubieras dicho, somos amigos de su familia . Y dudo que sea Addison Fern porque estoy segura que la viste ayer por primera vez.

-¿Ya terminaste con tus deducciones?

-No tendría que estar haciendo deducciones si me lo dijeras claramente.

-No quiero que interfieras.

-¿Entonces?

-Es Beth Lawrence- reconoció y su madre dio un pequeño suspiro.

-No hubiera pensado en ella, los Lawrence pueden ser un poco particulares a veces, pero son buena gente. Aunque pensé que te atraería alguien más como tú.

-¿Cómo yo?

-Quiero decir que Beth es muy risueña y sociable.

-Me gusta eso de ella.

-¿Le has hablado de tus intenciones?

-No aún.

- ¿Y aún así bailaste con ella casi toda la noche?

-Madre te pedí que no interfieras.

-¿Cómo no interferiría en tu matrimonio? Es un deber de los padres.

-No, me corresponde a mí. Se trata de MI matrimonio y yo me ocuparé de eso- dijo con seriedad y su madre supo que era mejor no discutir. Gabriel era inflexible en sus decisiones, y si había elegido a Beth Lawrence no aceptaría que lo contradijeran ni le importaría si ellos aceptaban a la joven como su futura esposa o no. No imaginaba que pudiera ser una pareja adecuada para él, pero era una joven bonita, agradable y educada. Las veces que la había cruzado le había causado buena impresión. Y podía haber sido mucho peor.

-¿Entonces se supone que no haga nada hasta que ya sea el compromiso?

-Exacto- respondió Gabriel y mientras terminaba el desayuno- Madre, debo ir a Londres por unos días para resolver unos asuntos del abuelo, por lo que más quieras no hagas nada que pueda perjudicarme en estos días- Estaba preocupado, preferiría no tener que viajar, pero era mejor hacerlo ahora para luego poder dedicarse e completamente a su misión de ganarse el corazón de la joven Lawrence.

-De acuerdo, al menos hasta que regreses, no visitaré a los Lawrence con ofrendas para que te acepten como yerno – dijo ella y lo hizo ahogarse con el té.

En Dorteshire las noticias viajaban demasiado rápido así que al día siguiente mientras compraba unas cintas para el cabello, Beth se enteró que Gabriel había partido hacia Londres. Y se enteró porque un grupo de muchachas lo comentaron en voz muy alta cuando estuvieron cerca de ella.Y aunque ella no era maliciosa, sí distinguía la malicia de otros.

-Gabriel Devereaux se fue a Londres ayer, mi padre lo cruzó cuando fue a visitar al suyo- anunció en voz alta una de ellas

-Seguramente tiene una mujer allá, después de todo ha vivido durante años en Londres-agregó su compañera.

-O traerá a su prometida cuando regrese, estoy segura que su gusto son las sofisticadas mujeres londinenses, pensar que algunas construyen castillos en el aire por la mínima atención que les ha prestado- comentó otra .Beth entendía perfectamente que se referían a ella, por lo visto que Gabriel hubiera bailado tanto con ella si había causado efecto en muchas de las jóvenes casaderas de Dorset. Debiera estar enojada por aquel ataque gratuito, pero más bien estaba triste, la gente que la rodeaba no solía ser tan dañina.

Pagó sus cintas y salió a buscar a Jo que estaba en la librería.

-¿Estás bien? Te ves pálida– dijo su hermana.

-El calor, había demasiadas personas ¿No quieres ir por unos pastelillos a la señora Peackot?

-No me siento muy bien del estómago, pero vayamos a buscar unos para ti- respondió Josephine.

-Y vamos de picnic cerca del arroyo, yo comeré y tú leerás tu nuevo libro.

-Me parece buen plan- asintió Jo.

-Se fue a Londres- dijo de pronto Beth, no había querido decirlo en voz alta, lo había pensado más para sí misma.

-¿Quién querida?

-Gabriel Devereaux.

-Debe tener negocios que atender allá, según sé se encarga de la herencia que le dejó su abuelo. Volverá, pronto- afirmó Jo y eso la hizo sentir mejor.

Josephine siempre la calmaba aunque casi una semana después, la desconcertó.

Beth volvía de visitar a una de sus amigas y cuando entró a su casa su hermana bailaba dando vueltas por todos lados. Apenas la vio corrió hacia ella .

-¡La Guerra terminó Beth!

-Sí, lo acabo de escuchar - respondió pues se había enterado del Tratado de Paris que acaba de firmarse, dando fin a la guerra de Crimea.

-¡Terminó, Beth, al fin! – casi gritó Jo y la tomó de las manos para bailotear con ella. Nunca la había visto tan exaltada, era cierto que todos estaban felices, también era cierto que a Josephine no le gustaba la guerra ni conflicto alguno, pero había tanta alegría en su mirada que la extrañó. Aún así no pudo evitar unirse a su algarabía y por un largo rato bailaron al canto de "la guerra terminó".



#3395 en Novela romántica
#1239 en Otros
#231 en Novela histórica

En el texto hay: amor, protagonista fuerte

Editado: 02.09.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.