Donde tú caminas -Dorsetshire 2

Capítulo 34- Final

¡FALTA EPÍLOGO AÚN!, pero sí hemos llegado al final

Espero les guste.

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Los días en Londres fueron pasando, combinaron salidas, eventos y momentos en la intimidad en que disfrutaban charlar, conocerse y estar juntos en su propio mundo.

Fueron también a una fiesta de una condesa que era conocida del abuelo de Gabriel.

-No eres de Londres- fue lo primero que le dijo a Beth apenas Gabriel se la presentó y la joven no supo si era elogio o insulto, aún así sonrió.

-No, soy de Dorset, también Gabriel nació ahí- aclaró.

-No eres como esperaba- dijo y miró al joven- imaginaba otro tipo de esposa- le dijo y esta vez Beth si estuvo a punto de ofenderse.

-Créame, señora Dalloway, ella está mucha más allá de todo lo que imaginé- respondió él y haciendo una breve reverencia la alejó de allí.

Conocieron a más personas en la fiesta , la mayoría fueron amables y atentos, muchos hacían negocios con Gabriel así que se notaba su interés en complacerlo. También Beth pudo percibir la hostilidad de muchas personas, en su mayoría mujeres, que obviamente la veían como una intrusa en el círculo londinense y más por haber logrado casarse con el codiciado Devereaux, pero ella logró sortear el evento con gracia. Y para cuando la noche llegaba a su fin, la mayoría habían quedado encantados con ella, su belleza, su inteligencia y su don social había ganado muchos corazones.

Al final , cuando fueron a despedirse de la señora Dalloway, en el estilo directo que le daban los años y el poder se dirigió a Gabriel.

-En verdad pensé que sin ala guía de tu abuelo te casarías con alguna tonta engreída, pero me equivoqué, hiciste una gran elección- dijo y le sonrió a Beth dándole la respuesta a su pregunta inicial de su la había elogiado o no- Es inteligente y encantadora, tiene las habilidades que a ti te faltan.

-Lo sé- dijo él sonriendo.

-Querida, espero que vengas a visitarme, serás una brisa fresca en medio de tanto hipócrita- le dijo en voz alta como para asegurarse que varios que la rodeaban la escuchasen.

-Será un placer , de verdad- dijo Beth y la mujer asintió.

Cuando regresaban en el coche, Gabriel le tomó la mano

-Esposa mía, has conquistado a una de las bestias más feroces de Londres, mis felicitaciones- le dijo y ella le dio un golpecito con el codo.

-Creí que me odiaba.

-Con ella nunca se sabe qué esperar, es una de las mujeres más respetadas y temida, tiene dinero, tiene demasiados años como para que le importe lo que digan de ella y conoce muy bien a todos en la ciudad, así que la respetan, pero ella respeta a pocos. Mi abuelo era su amigo, y por lo que veo ha caído en tus encantos.

-Me alegra, porque me ha dado mucha curiosidad y creo que me va a gustar ser su amiga- dijo la joven y eso lo hizo sonreír.

-No me extraña que sepas arquería y esgrima, mi querida Beth, eres un contrincante temible – le dijo mitad en broma y mitad en serio. Él estaba decidido a protegerla de todo y de todos, pero al mismo tiempo le fascinaba su fortaleza, aunque sabía que su sensibilidad y sentido de justicia eran justamente un punto débil.

También recibieron la visita de Emma y Anthony, fue una reunión amena; y ya más entrados en confianza, Anthony se animó a contarle a Beth cosas de Gabriel que la hicieron reír. Y Emma, apiadándose, le contó a Gabriel sobre la infancia de Beth. Era reconfortante tener aquella clase de amistad, en la que podían ser ellos mismos y olvidarse de las rígidas normas sociales

Emma también le había traído un regalo para que le llevara a Josephine por su boda.

-Es una edición especial de poesía- espero le guste

-Seguramente el gustará – dijo Beth agradeciéndole el gesto.

-Dile que en aquellos solitarios días que pasé, sus libros me hicieron compañía y que deseo que sea muy feliz.

Aquello hizo recordar a Beth que no faltaba tanto para la boda de Josephine, los días en Londres habían fluido casi sin darse cuenta.

Así que a la mañana siguiente , durante el desayuno, decidió hablar con Gabriel.

-Gabriel – dijo y él supo qué quería pedir.

-¿Ya es hora de regresar a casa?

-Sí, me gustaría, falta poco para la boda y prometí ayudarla y acompañarla.

-Y yo prometí que lo haríamos, solo dame dos días para dejar ordenado todo y podremos volver a Dorset para que acompañes a Jo. Además imagino que ya extrañas.

-Te tengo a ti- respondió.

-Pero Dorset es parte de ti, lo sé bien. Así que aunque pienso llevarte a conocer el mundo, nuestra casa será allí, y volveremos tan pronto lo quieras. Puedes aprovechar el día para comprar regalos para tu hermana, lo que creas que necesita para su ajuar, y algo para tus padres.

-No es necesario, Gabriel.

-Te lo dije alguna vez, sé que te incomoda pero soy rico y esperaba ser tu esposo para comprarte todo lo que se me ocurriera sin que fuera mal visto. Ahora puedo hacerlo, y de todas formas deberíamos hacerle un regalo a los novios solo que no sé que les gustará y tú sí.

-Pero...

-Beth, la mayoría de las mujeres me querían atrapar por mi posición y dinero, así que agradezco que a ti no te interese, pero somos marido y mujer y se supone que así como compartimos todo, también nuestros bienes. No lo rechaces.

-No es fácil.

-Lo sé, pero el dinero también sirve para ayudar a los que queremos. Y ya que no podemos comprarle un bosque a tu hermana, puedes usar el dinero para comprar cosas prosaicas y bonitas que acompañaremos con nuestras bendiciones, ¿qué te parece?

-De acuerdo, y lo del bosque no suena tan mal – dijo divertida. Era cierto que la incomodaba gastar usar el dinero de él , pero si ella priorizaba su orgullo, lo heriría.



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En el texto hay: amor, protagonista fuerte

Editado: 02.09.2022

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