Leónidas: hace años que no actuó de esa manera. Siempre he sabido controlar cada una de mis emociones y esta vez no será una excepción.
Héctor: solo pase a decirte lo que había pasado y será mejor que me vaya. Porque seguramente tienes demasiado trabajo, pero ya no te pienso quitar más tu tiempo.
Él se despide de su hijo y sale de la empresa. Ahora no entendía el interés que tenía en conocerla, él se sube a su auto para después dirigirse a su casa
En la casa de la familia Johnson
Rebeca: al fin despertaste, hija. Solamente vine para saber si necesitas algo, recuerda que mañana es el aniversario de la empresa y este día no debes de faltar. Además, te compre un vestido lindo para esta ocasión especial.
Ariadna: estoy bien y no creo que sea necesario que vaya, madre. Porque estarán ocupados atendiendo a todos los invitados de la fiesta.
Rebeca: no pienso dejarte sola en la casa. Sabes perfectamente que tu padre no estará de acuerdo, él siempre quiere que estemos a su lado en estos momentos tan importantes para él.
Ariadna: lo único que no quiero es ser una carga para ustedes como siempre lo he sido todos estos años. Pero se han empeñado en que sea feliz y eso se los agradezco de todo corazón.
Rebeca: solamente estamos cumpliendo con el deber de ser tus padres. No sabes cómo me duele que siempre hables de esa manera.
Ariadna: lamento si me volví a expresar de la misma manera. Además, tratare de medir mis palabras para que ya no te lastimen, entonces mañana nos vamos a ir a la fiesta y presiento que será un día especial.
Rebeca: seguramente debes de tener hambre. Porque esta vez dormiste demasiado tiempo y tu padre me ha estado preguntando por ti.
Ariadna: debemos de bajar a la sala. No quiero que se preocupen por mí, ahora quisiera hablar con ustedes para que se den cuenta de que no me afecto la negatividad de mi ex prometido.
Ella se levanta de la cama con la ayuda de su madre y lo único que tenía que hacer era sonreír. Aunque ella no tuviera ningún motivo para hacerlo, su madre le da su bastón y ellas salen de su recámara para bajar las escaleras, así ellas llegan a la sala para después tomar asiento
Rebeca: me pregunto si ya te sientes bien. Nada más que si quieres puedo hacer llamar al médico y sobre todo no quiero que te vuelvas a enfermar nuevamente.
Ariadna: no hace falta y como te dije antes solo quería descansar. Seguramente mi padre debe de estar en su despacho y debemos de esperarlo hasta que salga.
Rebeca: el no tardara mucho tiempo en salir y más si escucho nuestras voces. Porque nosotras como siempre somos lo más importante para él.
Ariadna: tienes razón, madre. Ahora mismo estoy escuchando sus pasos y ese es mi padre que viene para poder convivir con su familia.
El sale de su despacho cuando oye sus voces. Eso significaba que ellas estaban en la sala y Fernando la mayoría del tiempo se la pasaba en casa, ya que él no quería dejar mucho tiempo sola a su familia y más sabiendo que su hija era demasiado enfermiza. Él llega a la sala y cuando lo hace se sienta en el sillón