Donde tú estés

Capítulo 13

Rebeca: tienes razón. Pero su padre muy pronto llegara para poder hablar con él y me voy a sentir mucho más tranquila si tú también lo estas.

Ariadna: estoy bien. No pienso negarles que me impresione cuando empezó hablar conmigo y al principio no entendía hasta que se presentó y me dijo quién era.

Ellas se despiden de Ariadna y salen de su recámara para dejarla sola. Ella no podía olvidar su voz y en la manera en cómo le hablo. Ella se levanta de su asiento y se acerca a unos de los cajones de su clóset para sacar su pijama y cuando la tiene en sus manos se dirige al baño a cambiarse. Tiempo después sale del baño y se acuesta en su cama, ella cierra sus ojos lentamente y queda profundamente dormida, pero en la sala toda su familia estaba reunida

Fernando: ahora él se quiere casar con nuestra hija. Nada más que mañana el vendrá y seguramente también lo hará en compañía de sus padres.

Rebeca: así de fácil aceptaste que el vuelva a ser su prometido. Presiento que hay algo más que no me has dicho de todo esto y quiero saberlo.

Fernando: esta vez yo no tomare ninguna decisión por ella. Además, hice muy mal en hacerlo y no sabíamos su manera de pensar, así que ella tendrá que tomar su decisión.

Rebeca: ella ya lo hizo. Ariadna piensa que es una carga para nosotros, pero no quiero que se case con él y con nadie más por ese motivo.

Fernando: nuestra niña siempre ha sufrido en silencio. Eso se tiene que acabar y ella no tendrá que casarse si en realidad no lo desea.

Abuela: entonces deben de hacer que ella lo entienda. Porque un matrimonio sin amor sería como una vida vacía y triste para mi nieta.

Fernando: siempre le habíamos evitado sufrimiento a nuestra hija. Solamente que ahora no podemos hacer nada y espero que no acepte casarse con él.

Rebeca: sabemos cuál será la respuesta de Ariadna. Pero estoy consciente que debemos de respetar su decisión, aunque no estemos de acuerdo.

Fernando: por esa razón le dije que la respetaríamos. Ahora solo me puedo imaginar que muy pronto ella se casara con su ex prometido.

Rebeca: es que ella merecía casarse estando enamorada. Solamente que su ceguera fue un impedimento para que lo hiciera y si hubiera tenido luz en sus ojos otra historia seria.

Fernando: te recuerdo que nadie tuvo la culpa de que naciera de esa manera. Nada más que también me duele verla así, pero Ariadna sabe cómo nos sentimos.

Rebeca: ella es demasiado sensible y se da cuenta de todo lo que pasa. Además, si es feliz casándose aceptare su boda y tú también lo harás.

Fernando: ahora pienso que no está preparada para casarse y se que debo de aceptar esto. Porque mi niña no es como las demás, a pesar de su ceguera.

Ellos siguen conversando hasta que Fernando se despide de su madre para después dirigirse a su recámara junto con su esposa. Ella es la primera en cambiarse de ropa para después hacerlo el también, nada más que él sonríe cuando ve a su amada esposa acostada en su cama y ella estaba dormida, Fernando se acuesta a su lado y al poco tiempo se queda dormido a su lado




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