Donde tú estés

Capítulo 25

Rebeca: eso lo sabrás después de que haya terminado su cita. Espero que él se comporte bien contigo, pero no quiero que sufras y mucho menos que llores por tu futuro esposo.

Ariadna: no sufriré a su lado, madre. Además, siento que puedo creer en su palabra y el cumplirá con la promesa que me hizo el día de ayer.

Abuela: mi nieta, será feliz. Ahora lo que ella necesita es sentir nuestro apoyo y no debes de decir esos comentarios, porque acaba de llegar su suegra.

Ellas guardan silencio cuando la ven entran por la puerta y la madre de su prometido las saludas. Ellas se levantan de sus asientos para poder dirigirse a la salida y cuando lo hacen se suben a su auto para ir rumbo a su destino

Matilde: mi hijo, me encargo de que te cuidara y que te diera gusto en todo. Eso lo pienso cumplir y cuando me lo dijo lo sentí feliz por primera vez.

Ariadna: muchas gracias, señora Vaughan. Nosotros únicamente nos haremos compañía el tiempo que estaremos casados y el mismo decidirá cuándo terminarlo.

Matilde: estoy segura de que mi hijo no va a dejarte ir. Porque serás su esposa para siempre y si lo dejas estará dispuesto a buscarte en donde estés. 

Ariadna: eso el destino y sobre todo nosotros lo decidiremos. Nada más que lo único que no quiero es que se case conmigo por compromiso.

Matilde: él tuvo la oportunidad de dejarte ir, pero no lo hizo. Ahora debemos de concentrarnos en su boda y olvidarnos de lo que hubiera pasado si ustedes no se casaban.

Ellas tiempo después llegan para posteriormente bajarse del auto con la ayuda del chofer. Ella no tenía la idea de cuál vestido elegir, así como lo había dicho ante su madre seria sus ojos. Ellas entran a la tienda de novias y toman asiento para esperar el vestido que Rebeca había elegido para ella

En la empresa Vaughan

Leónidas: debe de estar con ellas escogiendo su vestido de novia. Espero que mi madre haya hecho lo que le pedí, eso me recuerda que tengo todo listo para tener la cita que tengo planeada para ella.

Fabián: déjame felicitarte entonces. Porque es la primera vez que muestras interés en alguien que no seas tú y solo ella tenía que despertar en ti sentimientos que estaban dormidos dentro de tu corazón.

Leónidas: tienes razón y cuando estoy con ella quiero ser una persona diferente. Ariadna merece que la trate con respeto y que la ame.

Fabián: si tu corazón se niega amarla que pasara con tu prometida. Primero necesitas analizarlo bien, ya que ella necesitara a un hombre que la ame verdaderamente.

Leónidas: esa persona siempre seré yo, Fabián. Nunca permitiré que ella se aleje de mí, se perfectamente que el amor es un sentimiento y solo por Ariadna me gustaría sentirlo.

Fabián: entiendo cómo te debes de sentir. Solamente debes de esperar un tiempo para saber si la vas amar, porque seguramente tu intención es no hacerla sufrir.




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