Donde tú estés

Capítulo 28

En la casa de la familia Johnson

Ariadna: muchas gracias por ayudarme, madre. Pensé que no estabas de acuerdo con esto y siento la necesidad de verme bonita para él.

Rebeca: como no ayudarte si eres mi única hija. Además, es mi deber de que seas feliz y que disfrutes este momento con tu futuro esposo.

Ariadna: me imagino que debe de ser igual tener una cita como las historias de amor que me cuentas. Extrañare tus historias cuando me case.

Rebeca: entonces mientras estés en casa te contare una historia diferente todos los días. Solamente de esa manera te darás cuenta de que yo siempre te he querido y que estoy dispuesta a crear diferentes mundos de fantasía igual como lo has hecho tú.

Ariadna: gracias a eso empecé a soñar y también a querer una historia de amor. Pero un día me contaras como te enamoraste de mi padre.

Rebeca: más adelante te la pienso decir. Porque nuestro amor comenzó de una manera distinta y tu padre me demostró que ese sentimiento es algo maravilloso. Seguramente tu prometido no tardará en llegar y necesitamos bajar de tu recámara.

Ellas salen de su recámara, Ariadna cada paso que daba con su bastón se sentía nerviosa. Esta sería la primera vez que iba a estar a solas con Leónidas en una cita, ellas tiempo después llegan a la sala y lo único que tenían que hacer era esperarlo, nada más que estaban a punto de sentarte cuando suena el timbre de la casa. Ella escucha unos pasos entrar a la sala y sabía que era él

Leónidas: buenas tardes, tengan todas ustedes. Necesito pedirles una disculpa por haber venido una media hora antes, solo que no quería esperar más tiempo para estar con ella.

Rebeca: es usted una persona demasiado puntual. Precisamente acabamos de bajar de la recámara de mi hija, eso me demuestra que usted cumplirá todas las promesas que le haga a ella, pero si no es así me encargare de que lo haga, señor Vaughan.

Leónidas: no es necesario que me lo diga. Porque conozco las obligaciones que tendré con mi esposa y estoy consciente de que ella siempre me necesitara.

Ariadna: llego la hora de irnos, madre. Nada más que me hubiera gusto despedirme de mi padre, ahora eso sería imposible y espero que nuestra primera cita no tarde mucho tiempo.

Rebeca: quiero que te vayas tranquila. Además, te estaré esperando hasta que regreses a casa, en verdad lamento todas mis reacciones y solo quiero lo mejor para mi hija.

Abuela: el señor Vaughan, lo sabe perfectamente. Solamente lo único que necesita ella es hacer su vida, porque no todo el tiempo estaremos para nieta y no puede quedarse sola imaginándose que hubiera pasado si no se celebra su matrimonio.

Leónidas: nuestra boda es un hecho. Sera mejor que no sigamos hablando de lo que hubiera pasado, ya que la vida sigue y no debemos de mirar hacia atrás.  




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.