Leónidas: precisamente eso será lo primero que haremos. Debo de procurar que te alimentes bien todos los días sin ninguna excepción.
Ariadna: está bien y nunca pensé que te tomarías en serio tu papel de esposo. Aunque me doy cuenta de que no haces ningún esfuerzo en hacerlo.
Leónidas: esa es la única manera en que me comportare contigo. Ahora quisiera mucho más tiempo para seguir adorándote como siempre.
Ariadna: se te olvida que vas a tener toda la vida para hacerlo. Además, yo estaré encantada de que lo hagas y que me demuestres que nuestro amor no es una simple ilusión.
Leónidas: todavía sigues pensado que no tengo sentimientos por ti, mi Ariadna. Nada más quiero que tengas demasiado claro que yo nunca confundiría mis sentimientos y te puedo asegurar que mi amor será para siempre.
Ariadna: te creo y es normal que me sienta de esa manera. Pensé que nuestra noche de bodas sería especial, pero el único problema es que yo no sé lo que pasa en ese momento y mi madre nunca hizo el intento de hablar conmigo de ese tema.
Leónidas: eso pasara cuando tenga que pasar. Solamente que hacer el amor contigo será un paso demasiado importante y prefiero esperar hasta que estés lista.
Ariadna: en verdad no entendí lo que me trataste de decir y esa palabra es completamente desconocida para mí. Porque lo único que conozco de las parejas enamoradas es a través de las historias que siempre me contaba mi madre antes de dormir.
Leónidas: hubiera preferido que ella te hablara de eso. Ahora me corresponderá a mi hacerlo, si quiero que seas mi mujer en todos los sentidos.
Ariadna: será mejor que hablemos en otro momento. Necesito decirte que todavía no me siento lista para escuchar todo esto y debo de estar tranquila cuando lo hagas.
Leónidas: tienes razón. Además, lo único que necesitamos es salir para poder llevarte a comer y después iremos a conocer la ciudad en este corto tiempo que nos queda de la tarde.
Ariadna: entonces no debemos de perder más el tiempo. Pero antes de irnos tengo que decirte que te amo y muchas gracias por casarte contigo.
Leónidas: yo te amo más que la vida misma. Nada más que ahora entiendo lo que significa sentirse enamorado y no me imagino mi vida estar alejado de ti.
Ariadna: eso no pensabas cuando te enteraste de mi ceguera y no te voy a ser un reproche, sino que te entiendo. Porque nadie hubiera querido seguir un compromiso sin quererlo.
Leónidas: al principio no quería casarme. Solamente que eso cambio cuando te vi en la fiesta y me di cuenta de que me había equivocado contigo.
Ella se queda pensativa y Leónidas toma su mano para poder salir de su habitación. Ariadna suspiraba y le hubiera gustado ser normal, ellos se suben al elevador para salir del hotel y así lo hacen. Ellos se bajan cuando llegan y caminan unos pasos hasta llegar a su auto, él ayuda a su esposa a subir y él también lo hace, pero de esa manera ellos se dirigen a su destino