Ariadna: no puedo creer que te comportes como si fueras un adolescente que siempre tiene que hacer su voluntad y será mejor que me besas para poder salir de este lugar.
Leónidas: necesito aclararte que nunca me comporte de esta manera. Solamente que contigo es todo diferente y estando a tu lado lo único que quiero es amarte.
Él se acerca a su esposa para darle un beso en sus labios, pero por primera vez el beso tenía un significado especial para ellos. Leónidas lo termina y no quería dejar de hacerlo, el único problema es que tenían que seguir con su recorrido y de esa manera continuaron con su luna de miel. El tiempo siguió su curso y tardaron un poco más en volver a casa, él no quería que terminara, porque no quería separarse de ella, además el descubrió en ese viaje de bodas que se había enamorado más de su esposa
Ariadna: tenemos una semana de que volvimos de nuestra luna de miel. Ahora quiero que te vayas tranquilo a tu empresa y cuando llegues te estaré esperando.
Leónidas: esa es la razón por la cual no quería volver. Porque no soporto estar separado de ti, aunque te llame todos los días para escuchar tu voz.
Ariadna: siento que tu intención de todo esto es que me quieres llevar a tu empresa. Pero no será posible en este momento y tal vez te haga una visita más adelante.
Leónidas: quiero que me digas cuando lo piensas hacer para irnos juntos. No puedo dejar que mi esposa salga sin mí, además debo de evitar que tus padres malinterpreten esta acción como un descuido mío.
Ariadna: ellos toda mi vida me cuidaron y lamento que mis padres sean así contigo. Solamente que antes pensaba que no se preocuparían por mi si me casaba.
Leónidas: es imposible dejar de preocuparse por un hijo. Nada más que nosotros sabremos cuidarlo cuando lo tengamos entre nosotros y para hacerlo quiero que me permitas amarte.
Ariadna: siempre me has amado y como siempre no entiendo lo que me tratas de decir. Seguramente eso tiene ver con lo que pasa en las noches de bodas.
Leónidas: nuestra primera noche paso hace mucho tiempo. No me arrepiento de seguir esperando y sé que un día de estos te convertirás en mi mujer.
Ariadna: quisiera que me amaras en este preciso momento o prefiere irte a trabajar. Nada más que respetare tu decisión, porque perdiste demasiado tiempo en nuestra luna de miel.
Leónidas: yo soy el dueño de la empresa y si decido no ir no lo hago. Solamente que estaba esperando esta oportunidad y como tu esposo cumpliré todos tus deseos.
Ariadna: no quiero que tengas problemas con tu padre por estar faltando continuamente a la empresa y sabíamos perfectamente que esto seria así.
Leónidas: tienes razón, mi Ariadna. Necesito preparar algo especial para esta noche y si espere ese tiempo no me afectara esperar unas cuantas horas.
Ariadna: antes de que te vayas quisiera que me trajeras una caja de chocolates, por favor. Espero que no se te olvide y si lo haces volverás por ella.