Donde tú estés

Capítulo final

Leónidas: no puedo evitar comprártelos. Porque necesito consentirte y como de costumbre llegue temprano para pasar más tiempo contigo.

Ariadna: eso era de esperarse y la cena especial para nosotros ya esta lista, pero estaba esperando a que llegaras para que podamos cenar.

Leónidas: esta noche te demostrare que te puedo amar como si fuéramos uno solo y como no me gusta que hagas ningún esfuerzo te llevare cargando hasta el comedor.

Ariadna: te agradezco esas muestras de cariño hacia mí. Solamente que tuve que acostumbrarme, además eres el único hombre que me ha cargado entre tus brazos.

Él se levanta de su asiento para poder sentirla una vez más, ellos a los pocos minutos llegan al comedor y cuando llegan Leónidas sienta a su esposa en una silla, así que el también lo hace, ellos empiezan a cenar prácticamente cuando toman asiento y Ariadna sentía que esta noche seria inolvidable. Leónidas mira a su esposa al darse cuenta de que habían terminado de cenar

Leónidas: antes de que nos vayamos necesito decirte que hacer el amor con la persona que amas es algo que no debes de ver como una obligación.

Ariadna: sino conociera mis propios sentimientos nunca me hubiera casado contigo y me gusta la explicación que me diste hace unos momentos.

Leónidas: es natural que me exprese de esa manera. Nada más que no hay ninguna necesidad de explicártelo si te lo puedo demostrar ahora mismo.

Ariadna: en algunas ocasiones eres demasiado paciente, pero en otras no. Seguramente la razón de eso soy yo y es lindo que hagas el intento de entender mis sentimientos.

El se levanta de su asiento y Leónidas estaba listo para convertirla en su mujer. El sostiene a su esposa entre sus brazos para poder dirigirse a su recámara y sabia que tenia que explicarle más cosas, pero él prefirió que Ariadna sintiera por primera vez el amor tan grande que sentía por su único amor. Ellos llegan a su recámara y Leónidas la baja con mucho cuidado en la cama para después entregarse al único sentimiento que sentían y ese era el verdadero amor, además lo que no sabían es que esa primera noche que estuvieron juntos daría el comienzo de ser una familia

Tiempo después

Ella después de un tiempo se dio cuenta de que estaba embarazada, ese día fue uno de los días más felices de su vida y se llevo una sorpresa al enterarse de que iba a tener gemelos. Mi esposo y mis padres me sobreprotegieron mucho más que antes, ahora tengo a mis hijos a mi lado los cuales se llaman Leonardo y Leandro, aunque no tenga luz en mis ojos seré una buena madre para ellos.

Fabián encontró el amor en mi amiga Amelia, solo que nosotros no tuvimos nada que ver. Porque ellos se conocieron por su propia cuenta, nada más que su historia de amor empezó diferente y ellos tuvieron una hija llamada Victoria.

Maximiliano al fin aclaro sus sentimientos y como se lo dije alguna vez lo que sentía por mi no era amor. Ahora el encontró a su verdadero amor y es una joven de buenos sentimientos llamada Isabela, ellos se casaron y tuvieron una hija que se llama Esmeralda

Solamente que mis padres y también los padres de mi esposo nos visitan demasiado seguido porque quieren convivir con nosotros y sus nietos, pero descubrí con el tiempo que casarme fue la mejor decisión que tomé.

Leónidas: seguramente debes de estar cansada. Nuestros hijos son demasiado difíciles, espero que con el tiempo sean más tranquilos.

Ariadna: ellos tienen tú mismo carácter y puedo percibir que me adoran. Porque siempre evitan hacerme enojar y yo sería incapaz de hacerlo.

Leónidas: nuestros padres los consienten. Además, ese es el trabajo de ellos y lo único que nos corresponde hacer es educarlos de manera correcta.

Ariadna: tiene razón, mi amado esposo. Ahora necesito que me lleves entre tus brazos antes de que los niños se despierten y requieran nuestra atención.

El besa a su esposa en su mejilla para después cargarla y llevarla a su recámara. Leónidas nunca cambiaria en nada la felicidad que tenia con Ariadna y sus hijos

20 años después

Aprendí todos estos años que la felicidad la tienes que hacer tú mismo y el amor que me profesa Leónidas es único. Solamente que nunca hubo ningún obstáculo para realizar nuestro amor y mi madre nunca me conto su historia de amor, estoy completamente segura de que es una de las que siempre me contaba para dormir

Leónidas: siempre que te sientas en la sala estas demasiado pensativa. Necesito saber que es lo que piensas y que puedo hacer para que seas todavía más feliz.

Ariadna: en lo único que puedo pensar es en mi esposo y lo único que debes de hacer es amarme. Nada más que siento que nuestros hijos están enamorados de las hijas de nuestros amigos.

Leónidas: sabía que esto iba a pasar si convivían demasiado tiempo. Ahora entiendo la razón de su comportamiento con ellas y me puedo imaginar la reacción de Fabián cuando se entere.




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