don't leave me and love me

Hija, tenemos que hablar

Capitulo 11

Hija, tenemos que hablar.

— ¿Nos vamos?— pregunta por lo que yo asiento con la cabeza — ¿Que tal tu primer día? — si supiera...

— Bien me ha gustado mucho el instituto. — por un lado si me ha gustado el instituto pero por otro, no me ha gustado el día.— ¿y a ti como te ha ido?  — le pregunto.

Oigo como un carro va pitando el claxon llendo a nuestra dirección, va a una velocidad máxima, mis nervios empiezan a salir, por lo que agarro a Jhon de su sudadera, el carro pasa  a un costado de Jhon, mis nervios desbanese cuando Harry se asoma de de la ventanilla del copiloto. — Adiós. — es lo que alcance escuchar por parte de Harry.

— ¿Lo conoces? — me mira algo confuso.

— si por? — pregunto por la forma que me ve Jhon.

— Amber... — suelta un suspiro y prosigue. — tanto como Harry y sus amigos que viste en la salida son malas influencias. Harry... Es un drogadicto,  Enzo.... — se queda callado, y revisa su móvil. — se nos hace tarde. — me dice cambiando de tema, por lo que yo no insisto.

*

Llegando al Starbucks vamos directo al camerino de los trabajadores, por lo que está dividido en dos partes, una de mujeres y otra de hombres. Al cambiarme salgo del camerino casi corriendo porque llegamos tarde Jhon y yo.

Rosita me entrega una libreta rápido, para atender, rosita es la tía de Jhon e esposa de Agustín.

*

Dieron las 7 de la noche, lo que significaba que acabo mi turno— bueno, ¿Me puedo ir? — le pregunto al señor Agustín por lo que el asiente.

— si, ¿Quieres que te llevemos a casa? — por lo que me negó. Apenas los conozco, no quiero ser una carga. 

— No, gracias, iré caminando esta muy cerca mi casa.— 

— Insisto, a esta hora te puede pasar algo. — tiene razón me puede pasar muchas cosas a esta hora por lo que decido aceptar la oferta.

 Después de unos 10 min me despido de Jhon, Agustín y de la señora rosita, al llegar a la casa, decido hacer una cena para mí y para mi madre, salgo de casa para ir a un mercado cerca de casa, quiero preparar unas albóndigas.

Al llegar a casa me encuentro a mamá, pero si salía más  tarde — ¿mamá? ¿Que haces aqui tan temprano? — me acerco a ella para abrazarla, pero me doy cuenta de que ha estado llorando — ¿Mamá? ¿Has estado llorando? — por lo que ella me asiente llorando de nuevo. Le tomo de la mano y vamos hacia un ático de la casa, siempre hacemos eso, me acuerdo que antes de mudarnos teniamos un ático y siempre praticabamos mientras tronabamos un rollo de bolsa de burbuja para expresar nuestros sentimientos. 

Al llegar al ático, saco el rollo de un ropero que estaba en el ático.

— Hija, tenemos que hablar. — dice en un tono triste y serio 

— Te escuchó.— digo con el mismo tono.

— Hija... Tu padre apareció de nuevo. — dice llorando y truena dos burbujitas del rollo, entre abro mis labios para decir algo pero me interrumpe. — el es mi jefe... Me preguntó que si te tuve por lo que tuve que contestar que no. — llorra de nuevo — hija no lo hice por ti, lo hice por mi. Sé que suena egoísta esto, pero hija si el se entera que si te tuve, te quitaría de mi lado e iríamos a un juicio y claro que el ganaría ese juicio por la plata qud tiene, solo deja que pase un año para que cumplas los 18 y haci no iremos a un juicio. — llora y veo como truena varias burbujas por la ira que tiene hacia mi padre. Yo tampoco quiero separarme de mi madre, pero quiero conocer a mi padre. — Hija dime algo. — me dice triste, por lo que yo no respondo y llora más, me acerco más a ella y trueno una de las burbujitas con una sonrisa para hacer sentir bien a mi madre.

— Claro que esperaré un año mamá, yo tampoco quiero separarme de ti, además le toca a él sufrir. — digo en un tono gracioso para que mi madre se ría conmigo. — mamá, siempre estaré contigo, si te pierdo no sé que haría sin ti, tu eres la luz que ilumina mi obscuridad. — la abrazo, ahora mismo la dos estamos derramando lágrimas y abrazándonos. — ¿Tienes hambre? Iba a preparar unas albóndigas ¿Me ayudas? — por lo que ella asiente mientras seca las lágrimas, nos paramos de aquel espacio. Y bajamos hacia la cocina. 

Después de preparar unas ricas albóndigas nos pasamos para la sala para ver una novela romántica. 

— Por cierto. — habla mamá, por lo que yo apartó mi vista de la televisión — ¿Cómo te fue en la escuela? ¿Que tal tu primer día? — ahora mismo quiero subir al ático pero decido mentir  — bien, hice dos amigos — y en eso no menti.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

lo siento por no actualizar, he tenido varias tareas, espero y me entiendan y gracias por leer ♥️🐤

 




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