don't leave me and love me

Necesito una luz, para que ilumine mi oscuridad

Capitulo 13

Necesito una luz, para que ilumine mi oscuridad.

~Enzo~

Algunas vez escuché la típica frase de “si te caes, te vuelves a levantar" pero, yo nunca me levanté y nunca lo haré el ¿porque? Es simple, porque perdí lo más valioso de mi vida, mi luz que iluminaba mi oscuridad, la única persona que aguantaba mi carácter, la única persona que amaba más que a mi propia vida, y la llamaba “mamá". ahora en el presente estoy metido en drogas, en apuestas y en peleas con cualquiera que me rete. No volví hacer el mismo desde aquel día, fue mi culpa por no ponerle la atención que merecía. Tengo un padre con el que peleó cada semana porque cada vez que lo encuentro en la casa me culpa por lo que le sucedió a mi madre cuando fue su culpa y mía.

Hace un día me pasó esto: 

Estoy ahora en la aburrida escuela, ni tan aburrida, estoy en los terceros lugares de exelencia, bueno al menos soy bueno en algo. Oigo varios mumurros de que habrá una nueva chica, según de lo escuché de la gente chismosa es que es becaria, voy caminando con la vista baja hacia mi celular cuando siento como un cuerpecito choco con mi pecho y callo de pompas, evito reírme. Seguro es la típica chica que quiere mi atención.

—fíjate por dónde caminas. — la veo desde arriba, la verdad es una chava más guapas que he visto aquí en el instituto, sus ojos son celestes, tez blanca, no tan blanca, estatura baja, las mejillas más tiernas, ahg que dices Enzo, aparte se ve que no se alimenta— ya párate de ahí.— digo cuando me doy cuenta que no se para de aquel lugar en el piso.

— perdon, venía distraída — dice aquella chica mientras se levanta del suelo sacudiendo su vestido de mojigata. — una disculpa, ¿estás bien tú? — me pregunta y me ve fijamente, la verdad me siento cómodo hablando con ella.

— si ya vete. — digo un poco enojado por las cosas que pienso. 

Y haci paso la “moji" es ahora como la llamo choco de nuevo y eso no fue nada si no me cacho con la maestra lucy echándonos un polvo. Eso fue lo que me enfado demasiado, incluso lo ví con Harry en una “cita"

Al día siguiente las clases pasaron de volada, estoy entrando en la cafetería, entrando empujando las puertas con fuerza para llamar la atención de todos, todos voltean y fumilo con la mirada a toda persona que me esté viendo, hasta que mi vista cae en la “moji". Sus ojos celestes ven mis ojos, hasta parece que nos estamos comunicando con la mirada, haci duramos más o menos un minuto, hasta que a lado de ella aparece Alexis, yo por mi parte no deje de ver a Amber, veo a las dos reírse, nunca había visto a Alexis reír de esa manera. 

Siento una mirada en mi espalda, decido voltear, al voltear me encuentro con unos ojos color azules, son de Catarina. Ella es la popular de la escuela no es la típica rubia, ella es de tez oscura, ojos azules, alta, delgada y su pelo negro con chinos demasiados chinos. Siento como se va acercando a mi 

— ¿te gusta la moji o que? — me da un golpecito con el codo en la costilla.

— No ¿porqué? — la agarro del codo para que no me de golpes en la costillas. 

— ¿Crees que tengo cara de estúpida? Si los he visto como se miraban. — Se suelta de mi agarre bruscamente, esperen, está celosa está piba. Por lo que me río y está me ve confundida. — ¿De que te ríes D' Angelo? — siento como mi cuerpo se tensa por escuchar aquel apellido por el que me llamo nadie me puede llamar D' Angelo, lo odio, lo odio, es el apellido de mi maldito padre. 

Agarro a Catarina del codo bruscamente y la saco de la cafetería casi corriendo, por su parte Catarina esta murmurando mi nombre, entro en el primer salón que veo y la suelto bruscamente haciendo que caiga en el suelo. — ¡¿Que te pasa?! — Dice gritando, se levanta del suelo y me empuja haciendo que casi me caiga me alteró por lo que hizo me acerco a ella peligrosamente y la agarro de la barbilla haciendo que me vea, lo que veo es miedo, me gusta que me vean con miedo. 

— ¡Que sea la última vez que me llames por ese puto apellido! — digo gritando también — ¡Tu no eres nadie para llamarme por ese apellido!— Catarina no dice nada y sale de aquel salón dejándome solo. 

Después de lo que paso me fui directo a mi casa, pero fue mala idea me encontré con mi maldito padre. 

 

 

 




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