YonMi
Observo a Hoseok dando una pequeña siesta en mi sofá. Lo cual está en su hora de descanso, pero prefirió pasarla durmiendo en mi consultorio.
No falta mucho para terminar de rellenar los documentos de los pacientes. En especial la de mi pequeña, que ya está mejor.
La puerta se abre y observo a Jimin entrar con una sonrisa, pero ni bien escucha un leve ronquido por los ojos en blanco.
—¿Hace cuánto está acá? —pregunta, mientras cierra la puerta.
—Hace una hora. La cual su sueño está bien pesado.
—Vamos averiguar eso. —dice, mientras sostiene el cojín del sofá.
—Jimin, no creo que quieras hacer eso.
—Yo creo que sí.
Sin decirle nada más, él le avienta el cojín a Hoseok, lo cual termina cayéndole en el rostro.
Escucho el quejido del recién golpeado antes de abrir sus ojos por completo y pasar de estar dormido a estar molesto cuando observa a Jimin sonriendo.
—¡Cabrón de mierda! —se pone de pie para golpearlo.
Ha Jimin se le borra la sonrisa de inmediato cuando Hoseok lo sostiene del cuello del guardapolvo y ahí comienza los golpes de ambos. Sé que son leves, porque no es la primera vez que juegan de esa manera.
—Ya. Van a desordenar mi consultorio.
Ellos voltean a verme. Hoseok sostiene el cabello de Jimin y él sostiene el cabello de Hoseok.
Ambos se observan y se sueltan sin antes mirarse mal.
—Tú comenzaste, Park. —Cuando Hoseok lo llama por su nombre es porque está molesto.
—Solo era un juego, Jung.
Pongo los ojos en blanco.
—Bueno. Si no les importa, tengo cosas que hacer. —me siento nuevamente.
—¿Nos estás hechando? —la voz indignada de Hoseok me hace volver a mirarlos.
—Yo acabo de venir.
—Yo estaba durmiendo sin hacer ruido.
—Eso no es cierto. Estabas roncando.
—Eso es mentira. Tu llegaste y arruinarte mi siesta.
Solo necesito paciencia cuando ellos pelean, porque ahora mismo, tengo ganas de tirarles cualquier cosa punzocortante para que se callen.
—Adiós. —demando y ellos me miran dolidos.
—Nunca nadie me ha echado de esa manera.
—Cierren la puerta cuando salgan.
Escucho murmullos y quejas de los dos hasta que la puerta es cerrada.
Me recuesto en mi asiento y cierro los ojos unos momentos. El recuerdo de todo lo sucedido de hace un año invade mi mente. La aparición de Jinyoung hace que mi corazón se acelere, pero no de buena manera sino de desconfianza.
Aún recuerdo su inesperada llegada.
<< Salgo de la cafetería del hospital ante la mirada de todos. Ni siquiera sé porque todos se quedan mirándome con desconcierto, otros murmuran.
—¿Por qué todos te miran así? ¿Has hecho algo malo, Doctora Kim?
Las preguntas de Jimin me sobresalta y me encojo de hombros rápidamente.
—No. Hasta donde yo tengo entendido.
Antes de ingresar, TaeHyung está esperándome en la entrada. Cuando me ve cierra los ojos antes de acercarse.
—¿Pasa algo? —pregunto.
—Ahora mismo, muchas cosas.
Cuando ingreso hago caso omiso a las miradas de todos hasta ingresar al ascensor. Jimin se queda callado al igual que mi hermano.
Cuando salimos del ascensor, observo a Hoseok hablar con una enfermera.
—Doctora Kim, tengo que decirle que su hermano me sacó de su consultorio y no he podido terminar de rellenar los documentos de los pacientes revisados.
El tono de desaprobación no pasa desapercibido en Hoseok que observa a Jimin y pone los ojos en blanco. Bueno hace más de una hora terminaron discutiendo por una película.
Me acerco hasta la puerta de mi consultorio y la abro. Estoy en un dilema cuando observo a la única persona de la cual creí que nunca volvería a ver. De la cual en estos momentos tengo un nudo en la garganta y mi corazón late demasiado rápido de la ansiedad por saber como es que está acá, vivo.
Su mirada no deja la mía, incluso veo su sonrisa cuando trata de acercarse, pero lo detengo.
—No...no te acerques. —mi voz se quiebra.
—YonMi...—después de dos años de no escuchar su voz, se siente diferente.
—Tú...yo vi tu cuerpo. Yo estuve ahí. ¿Cómo es qué...?
No tengo ni palabras.
Observo a mis hermanos, pero ver el rostro de NamJoon no tiene precio. Lo mira furioso y desconfiado. Incluso camina hasta llegar a mí y colocarse delante mío como una manera de protegerme. TaeHyung se pone a su lado y no necesito saber su manera decir que están protegiéndome de Jinyoung, aunque no fuera necesario.
—No me has dicho como es que estás vivo, Park. —la voz de NamJoon se muestra indiferente.
Quizás antes se llevaban bien, en cambio, ahora diría que esa palabra ya no está en el sistema.
—No te lo diré a ti. Se lo diré a YonMi, si ella me lo permite. —me mira y por un pequeño momento quiero ir hacía él y abrazarlo.