Capítulo Diecinueve

JUNGKOOK

La noche había sido un completo caos hace dos semanas atrás, noticias que llegaban la gran mayoría malas, una de las buenas es que Sook Min había despertado aunque seguía débil pero ahora realmente está bien y comenzando de nuevo el tratamiento, siendo imperativa y fastidiosa como siempre. La amo.

La noticia del fallecimiento de Jaebeom fue la gota que derramó el vaso, todos en el hospital comenzaron a preguntar por él, pero lo segundo chocante de todo esto fue ver a YonMi quebrarse tratando de consolar a Irene, se que son muy buenas amigas pero ahí se le sumo Sohyun la prometida de Taehyung, se que Jaebeom era un excelente profesional porque tuve la oportunidad de trabajar con él, pero a pesar de lo que pudo decirme no iba a juzgarlo aunque pareciera que si, sin embargo, entendí que lo hizo por miedo y porque Jinyoung simplemente lo tenía entre la espada y la pared junto al padre de YonMi, no merecía morir de esa manera y más ahora que estaba siendo feliz junto a Irene.

Por otra parte la operación de Yugyeom se complicó, estábamos a nada de perderlo, pero como ven este idiota tiene más vidas que el gato y me alegro de que así sea, porque es mi hermano, no de sangre pero lo es y perderlo no era una opción, sin ese idiota no hubiera podido enfrentar muchas cosas, tantos logros que hemos tenido en el transcurso de los años, hemos estado en las buenas y en las malas cubriéndonos las espaldas, la única manera de que muera sería en mis manos.

Hoy es el cumpleaños numero doce de Sook Min donde la pasaríamos en familia, una reunión que organicé en casa con las pocas personas que conocemos, y eso la tiene animada desde ayer que tuvimos una cena con YonMi.
Ya no es raro verlas juntas, de hecho es algo que me tiene feliz porque he comenzado a disfrutar desde mi comienzo de relación con YonMi, y eso también la tiene feliz a Sook.

YonMi descansa su cabeza en mi hombro dormida, sus brazos están en mi cintura mientras estamos en la cama, estas dos ultimas semanas ha estado pasándola con nosotros, y eso es más de lo que me guste, compartir con ella mi hogar es cálido, y si emocionante.

— Jungkook...—la siento moverse antes de que levante su cabeza de mi hombro aun teniendo sus ojos cansados.

Acaricio su rostro dejándole un beso en la comisura de su labios juntando mi frente con la de ella y un suspiro por parte de ella es lo que escucho y me hace sonreír  al igual que ella.

— ¿Cómo amaneciste?— rio mientras me gano un pequeño golpe en el pecho.

— Tu pregunta no tiene lógica, pero dormí bien.

— Me alegro.

Se levanta de la cama al igual que yo, y ambos sabemos inmediatamente que iremos a despertar a Sook Min, termino por despeinar mi cabello mientras camino detrás de YonMi hasta salir de la habitación, ella baja para traer el pequeño pastel que compre ayer y yo la espero en la puerta de la habitación de mi hija.
Quién me hubiera imaginado siendo padre, y que mi hija estuviera cerca por más de ocho años, de hecho siempre la había considerado de esa manera porque mas allá del que yo y Sook habríamos creído ese lazo nos unía una más fuerte y a la vez siento que SunHee tenía razón, siempre nos vimos como una familia, Sook Min y yo, no voy a mentir, SunHee formaba parte de esa familia pero las circunstancias fueron otras.

— Aquí está..— YonMi se coloca a mi lado entregándome el pastel.

— Es un poco gruñona cuando la levantan de sus sueños, pero hoy no creo que sea así.— le digo y ella me sonríe abriendo la puerta.

Claro eso YonMi no lo sabe por que este ogro con ella es una muy dulce niña cuando se levanta en cambio conmigo es toda una gruñona.

— No lo creo, estas dos semanas ha sido un ángel cuando se levanta.

— Si claro.— le digo sentandome  en la orilla de la cama sin moverme mucho, YonMi prende la vela.

Normalmente en cada cumpleaños de Sook Min el que me acompañaba a despertarla era Yugyeom y algunas veces YoonGi, pero ahora mi acompañante es la mujer que ama a Sook y eso me lo ha demostrado.

Comenzamos a cantarles el típico feliz cumpleaños, mientras Sook se remueve y se que ha estado despierta incluso antes de nosotros ingresáramos a su habitación porque tiene una sonrisa en sus pequeños labios, muy astuta.

Se hace la recién despierta sentándose mientras soba sus ojos y dando un bostezo hasta que alza la vista y nos ve.

— .... felices te deseamos a ti, Feliz cumpleaños, hermosa.— YonMi la abraza y le incentiva a soplar la vela sin antes pedir su deseo.

Pongo el pastel en el escritorio mientras me acerco a mi hija y la abrazo repartiendo besos por su rostro haciéndola reír.

— Feliz cumpleaños, pequeño ogro, ya son doce años .— sonríe mientras me pellizca las mejillas y sabe que no me gusta que me hagan eso, sin embargo, hoy se la voy a pasar.

— Gracias, aunque me despertaron de mi sueño.

— Si seguro, dormías tan plácidamente con una sonrisa en tu fea cara.— le digo y me saca la lengua.

— Eso no es cierto, eres un gruñón.

— No es cierto la gruñona eres tú.

— Mentira.

— Verdad.

— Gruñón.

— Gruñona.

— Llorón.— golpe bajo.

— Chismosa.

— Ya basta los dos, pero es que tú eres el papá o el hermano  de su misma edad.— YonMi lleva sus manos a su cintura—¿Lista para desayunar?

— Sí, y para mis regalos también, ¿verdad papá?

— Sueña. Eso no cuesta y es gratis.

***

Mi madre ayuda a YonMi con los pequeños preparativos de la reunión, Sook juega con  Naeun quien vino temprano después de su entrenamiento, y me parece bien que ambas se lleven, además congeniaron desde hace dos años desde que Sook me escucho hablando con Yugyeom sobre la adolescente y el diagnostico que tenía, pero hasta el día de hoy ambas se llevan de maravilla.

Me estoy tomando el tiempo de estar fuera del trabajo este mes, para poder estar al pendiente de Sook y su tratamiento, en estas dos semanas solo tuvo una complicación respiratoria dos días después de haber salido del hospital, algo alarmante que tuvo recuperación.