Don't Leave Me || Jeon Jungkook

Final.

Jeon Jungkook

La manera en la que los bellos ojos de mi hija me miran dan a entender lo impaciente que está porque yo aun solo la observo, y tengo que admitir que los gestos que ella tiene son idénticas a la de Iseul y eso siempre la he pasado por alto incluso cuando creía que ella era mi pequeña hermana, pero a la medida que crece tiene esos gestos de impaciente tal y como las tenía ella, pero en Sook Min eso se le ve hermoso.

Juega con sus zapatos esperando a que hablara y sé también lo que le voy a decir la tomará por sorpresa y más que lo he estado posponiendo cuando debía decírselo ya mucho antes, pero ahora solo me quedan esas dos horas antes de ir con Jin y con la compañía de mi sombra, Yugyeom, y la de mi madre para reunirme con con el abogado de Iseul y claro está con ella, bajo una citación del Juez.

— Papá ¿Qué pasa?— su mano toma la mía después de haber estado largos minutos de silencio— ya estoy lista como me lo pediste, pero estamos acá sentados y no me dices lo que sucede.

Respiro hondo para hablar.— Sook, esto es delicado pero quiero que no te alteres y lo tomes con calma.— veo la expresión de sorpresa en sus ojos y un asentimiento por su parte— hija, tu madre quiere verte.

— ¿Mamá? — ella lleva su mirada al suelo soltándome la mano.

— Sí, ella quiere verte.

Pasa unos segundos en un silencio que no se muy bien definir y más si mi hija no sube la mirada y esta quieta observando el suelo como si fuera lo mejor que hiciera.

— Sook...

— Yo no tengo mamá, papá, ella dejó de serlo cuando casi nos mata en ese accidente donde tuve mucho miedo de perderte .— su mirada se encuentra con la mía — Yo solo no quiero verla, me da miedo estar cerca de ella, porque no quiero que niegues nada cuando yo escuché que ella te llamó, escuché todo y aun asi no quiero verla, no quiero que nos haga daño.— sus ojos se cristalizan. — Solo dime que no te vas a separar de mi, no me dejes.

El grado de madurez que tiene Sook a veces parece sorprenderme, bien ella misma lo ha dicho respecto lo que piensa de Iseul y a pesar de ser ella su madre no la ve de esa manera, pero ella también debe tener presente que las une un lazo de sangre que no es fácil cortar.

— No lo pienso hacer, no pienso dejarte, eres todo para mí y eso lo sabes, si tengo que dar mi vida por ti lo haría, Sook, ten lo siempre presente, si no deseas ver a Iseul eso lo respetaré, ahora tenemos que ir con ella, no estarás sola, estarás conmigo, porque si yo incumplo al no llevarte pueden pasar muchas cosas que no deseo.

— Esta bien.— tomo su mano y la abrazo y aunque ya esta grande y pesada ella se cuelga de mi para llevarla cargada hasta el auto, y amo hacerlo es algo al que no me negaré por esta vez.

En el transcurso del camino ella va cantando y a la vez nos sometemos en una platica sobre su comienzo a clases donde ya hemos hablado sobre ese asunto, donde no más problemas y ambos prometimos estar para el uno y el otro, dándole más mi tiempo y ella adaptarse nuevamente a nuestra vida.

Las cosas han cambiado de un momento a otro, hace tres años perdí a dos personas importantes en mi vida, SunHee la persona con la que iba a compartir mi vida, donde había encontrado un lugar donde me sentía amado, donde había prometido hacerla feliz y sé que lo logré, mi padre con quien a pesar de haber tenido diferencias y peleas era mi modelo a seguir, sé que también que a pesar de haberme ocultado lo de mi hija había decidido perdonarlo porque no quería guardar rencor por esto.

Ha pasado tanto en estos tres años que me es imposible olvidar momentos felices y tristes, logros y derrotas, y se que todo está bien, en cuanto veo a Sook cantando y sonriendo aunque está nerviosa, pero lo trata de disimular, al tenerla conmigo es lo que me complementa.

Afuera del lugar veo a Yugyeom y a mi madre conversando, yo estacionó el auto y en cuanto apago el motor del auto Sook sale del auto corriendo a saludar a mi madre y saltar sobre Yugyeom en una sonrisa y aunque ya la herida de él ha sanado aun se siente convaleciente.

— Sook, pequeña o bueno ya no eres la pequeña ahora eres la grandota, estás pesada.— Yugyeom la sostiene como puede haciéndonos reír.

— Estas insinuando que estoy gorda, tío .— el puchero que hace con sus labios me hace rodar los ojos, puesto que a pesar de lo ya crecida que está me es imposible no verla curiosa.

— Algo pesada he dicho.— le contesta dándole un beso en la frente, su mirada pasa a mí y me señala dentro— Jin ya está esperando dentro.

Asiento mientras me dirijo dentro del lugar junto a mi madre y volteo un poco para ver a Sook sobre la espalda de Yugyeom riendo, a veces estos tienen el complejo de ser hermanos lo cual me aterra tenerlos asi, serian un dolor de cabeza y quizás no hubiera querido despertar del coma de hace dos años.

Veo a Jin levantando la mano en un saludo hasta que nos acerquemos para recibirme en un abrazo, y saludar a los demás.

— Iseul está dentro con su abogado y con su padre, he convencido al Juez de que Yugyeom esté presente y dio la aprobación, sé que con él Sook estará tranquila mientras la asistente social le hace unas preguntas.

— Está bien, gracias Jin.

Con eso estoy más tranquilo, Yugyeom estará con ella y eso es lo único que necesito en estos momentos que Sook esté tranquila, porque sé que quizás se podrá alterar un poco, así que volteo hasta caminar donde mi hija y es ella que llega primero para darme un abrazo junto a un beso en la mejilla con un pellizco de su parte en dicho lugar, es algo molesto y lo sabe por lo cual la hace reír.

— Entrarás a esa sala junto con Yugyeom, y no te alarmes, hay una persona que estará esperándote para hacerte unas cuantas preguntas, ¿está bien?

Lo duda un poco pero asiente.— Está bien, papá.

Dejo un beso en su cabeza para mirar a Yugyeom y él solo me asiente.




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