Capítulo 18 - Soy gay

-Lo siento, y me disculpo de verdad-Me miró a los ojos.

-Ya no importa, ya pasó-Contesté cabizbaja. Guardamos unos minutos de silencio antes de que él decidiera romperlo.

-Terminé con Ashley, de nuevo-Lo miré sorprendida.

-¿Por qué?.

-Porque tenias razón. Al principio yo estaba con ella por la popularidad y por las amenazas, pero después solamente fue por lastima. Y me sentía muy culpable por eso-Explicó.

Wow.

-Que bueno que te hayas dado cuenta-Contesté cortante.

-Y también siento haberte besado mientras estaba con ella-Me miró avergonzado.

-Ya eso no importa, solo que no se repita-Asintió.

Hasta tú sabes que quieres que eso se repita

¿Por qué siempre te metes en donde no te llaman?

-Llamé a mi padre, y le pedí que por favor reponga los trajes del equipo antes de la semana que entra. Así los chicos van a poder competir-Confesé.

-¡Eso es grandioso!-Contesté sonriente. Aun así la tensión era notable entre nosotros, supongo que es por el hecho de que nunca hemos tenido un tiempo para hablar de esta manera. Inmediatamente después de contarle lo de los trajes del equipo se me viene una pregunta a la cabeza, que se me es inevitable contestar.

-¿Por qué te sacaron del equipo?-Pregunté. Su rostro no expresaba ninguna emoción al escuchar mi pregunta-Yo te conté mi mayor secreto, debes contármelo.

-De acuerdo.

-Me encontraron cogiendo en los vestuarios con la hija del entrenador-Explicó, lo miré asqueada.

-Das asco-Aseguré y el rió.

-Lo sé, fue un momento de calentura.

-¿Y dónde está la chica?-Pregunté curiosa.

-El entrenador es un padre muy sobreprotector así que la mandó a un internado de mujeres-Uy.

-Pobre.

-No tanto, según me dijeron se volvió lesbiana. Debe de estar disfrutando allá-Reí.

-¿Y su padre lo sabe?.

-No tiene ni idea.

Esperen, él estaba de novio con Ashley desde que llegó al internado según me contó Annie cuando llegué.

-Oye, espera. ¿Estabas con Ashley cuando pasó lo de esta chica?-Pregunté confundida.

-Nos montábamos los cuernos mutuamente-Explicó.

-Ustedes dos me dan vergüenza-Dije asqueada.

-Somos una desgracia a la humanidad-No pudimos evitar reírnos.

-Idiota.

.

.

.

Me encontraba dibujando en mi cuaderno de dibujos. Es un cuaderno que me regaló mi madre cuando yo tenia 8 años, fue un mes antes de morir. Solo está lleno hasta la mitad.

 Tenía mucho tiempo sin dibujar en el, lleva toda mi evolución con los años.

 Al abrir el libro lo primero que ves son muchos colores, tres páginas más adelante todo se empieza a tornar gris y oscuro. Esos son los dibujos que hice mientras superaba la muerte de mi madre. Mientras llevaba los golpes más fuerte.

 Y así continuaron las páginas, hasta que en un dibujo empieza a haber más color, y en otro más color aún. Poco a poco van desapareciendo los colores oscuros y se vuelve un cuaderno lleno de vida. 

Siempre que iba a un psicólogo diferente les preguntaba el porqué dibujaban cosas tan coloridas ahora si me sigo sintiendo de la misma forma que cuando dibujaba con colores oscuros, todos me daban la misma respuesta.

-¡Hasta que te encuentro!-Escuché la voz de Blaire entrando a la habitación.

-¿Qué sucede?-Pregunté cerrando mi cuaderno dejando mi dibujo a la mitad.

-¿Qué fue lo que sucedió ayer?-Preguntó confundida. Suspiré.

-Blaire no te puedo decir mucho. Es algo que no se lo cuento a muchas personas. No te molestes, solo te puedo decir que es un trauma que tengo desde niña. Eso es todo-Me miró desanimada para luego regalarme una sonrisa.

-Tranquila, lo entiendo.

-¡Por fin las encuentro!-Exclamó ahora Aaron al entrar a la habitación. Según me dijo Chase, Aaron también le había preguntado el porqué de todo lo que pasó ayer. Pero mi mejor amigo solo le dijo las mismas palabras que yo a Blaire. Y él también lo entendió- Annie le está dando su merecido a Ashley, tienen que ver esto-Dijo rápidamente para luego salir corriendo de la habitación.

Blaire y yo nos miramos unos segundo y luego salimos detrás de él.

Salimos de la sección de dormitorios y nos encaminamos a los corredores escolares-que era a donde nos dirigía Aaron- y ahí se encontraba Annie agarrando a piñas a Ashley.

Es decir, le estaba dando su merecido.

Por esta razón somos buenas amigas. 

-¡Dale duro!-Gritamos Blaire al unisono y Matthew se nos acercó furioso.

-¿Acaso están locas?, deberían de separarlas no de alentarlas-Nos reprochó.

-Tienes razón-Blaire se dirigió a tratar de separarlas junto a Chase y Liam.

-Si tanto quieres separarlas ¿Por qué no las separas tú?-Cuestioné, rodó los ojos.

-Débil-Murmuré.

-¿Qué dijiste?.

-Nada.

-Ya la tenemos-Dijo Liam con Annie en su hombro la cual se revolcaba tratando de safarse de él. Parece culebrita.

¿Así me veía yo? 

Que loco.

-¿Qué hacemos con ella? ¿La amarramos?-Preguntó Aaron sacando una cuerda de no se donde. Matthew lo miro mal.

-Claro que no idiota, llevemosla a su habitación-Ordenó, lo cual obedecieron.

Cinco minutos después nos encontrábamos en mi habitación y Liam deja a Annie en la cama.

-¿Por qué te estabas peleando con Ashley?-Preguntó molesto Matthew.

-A ver idiota. ¿Por qué más? ¡Es una zorra!. Hasta tú lo sabes-Le contesté relajada comiendo mis golosinas.

-¿Qué es esto?-Preguntó Liam tocando mi cuaderno de dibujos.

-Deja eso-Chase se lo arrebató de las manos lo cual agradecí. Los únicos que sabían de ese cuaderno son Angela, Chase y Annie. Ni siquiera mi padre sabe que existe.

-Además, no tienes porqué molestarte. Ella casi no salió perjudicada-La defendí. Y es verdad, Tal vez Annie terminó con 2 rasguños de las uñas postizas de Ashley y unos posibles 3 días en detención. Pero Annie la dejó con los ojos como un mapache.