Don't Mess With Her

Capítulo 28 - Cosas como esa no las hace cualquiera.

Tanto Chase como yo hemos tenido una vida muy dura.

Y aunque siempre tuvimos que llevar con todo eso, lo hacíamos juntos.

Siempre nos apoyábamos el uno al otro.

Tal vez algunos tienen la curiosidad de saber qué fue lo que sucedió con el padre de Chase, ya sé que nunca lo nombramos hasta el día de hoy.

Cuando Chase y yo éramos pequeños recuerdo que él nunca nombraba a su padre. Lo cual me parecía extraño ya que siempre que me trasnochaba viendo la televisión a escondidas de mi padre a el suyo siempre lo oía llegar a su casa.

Siempre llegaba pasada la noche y con una botella en mano, salía de su ruidosa camioneta y entraba a su casa mientras yo lo observaba desde mi ventana.

Después de unos días calculando exactamente la hora en la que llegaba y la hora en la que salía decidí escaparme de la casa para averiguar que era lo que sucedía.

El día que decidí hacerlo era el mismo día que Angela había tenido que salir de viaje por dos días a Toronto-Canadá

Bajé de mi habitación por mi ventana 5 minutos después de que ese hombre apestoso entrara y sigilosamente me asomé por la ventana que se encontraba al lado de la puerta.

Las luces estaban prendidas, lo cual nunca no me pareció extraño viendo en las condiciones en las que se encontraba ese señor era normal que mínimo Chase le dejara las luces prendidas. Si borracho casi ni podía ver, con las luces apagadas mucho menos.

Y lo vi.

Lo vi con su correa de cuero negra sujetada en su mano mientras golpeaba con ella repetitivas veces a Chase.

Y él no decía nada.

No lloraba.

No pedía que parara.

Nada.

Después de unos golpes más Chase cayó desmayado en el piso, pero ese hombre no paraba de golpearlo.

Y me decidí a entrar.

Abrí la puerta de su hermosa y acogedora casa y me posicioné delante de Chase para que dejara de golpearlo.

Recuerdo ver sus ojos llenos de rabia que me miraban fijamente y luego me dijo ¿Prefieres recibirlos tú?  y yo solo asentí cerrando fuertemente mis ojos esperando los golpes.

Hasta que llegaron.

Y parecían eternos, era como si me estuvieran quemando la piel.

Y en ese momento entendí el porqué Chase nunca gritó, ni lloró.

Es cuestión de orgullo y dignidad.

Él no quería darle a saber a ese hombre lo mucho que le dolían sus golpes y todo lo que él le hacía sufrir.

Sin darme cuenta había quedado en la misma situación de Chase, tirada en el suelo desmayada mientras ese hombre me seguía golpeando. Pero la diferencia es que yo no tenía a nadie que viniera a interponerse.

Desperté dos días después en una camilla del hospital. A mi lado se encontraba Chase sosteniéndome una mano y mi padre la otra.

Él tenía moretones no tan notorios en el cuerpo. Los dos días que estuve dormida le sirvieron a él para recuperarse.

Recuerdo que no podía ni hablar, todo mi cuerpo me dolía horrores y ni siquiera quería mirarme en un espejo.

Angela nos pidió disculpas a mi y a Chase por haberse ido, y se culpaba por lo que pasó.

Chase y yo le hicimos entender que no era su culpa y termino agradeciéndome por lo que hice, junto con Chase.

Recuerdo al doctor entrar y decirme Fuiste muy valiente, cosas como esa no las hace cualquiera. Si no hubieras aparecido algo muy feo habría pasado.

Pero para la próxima, llama a un adulto ¿Si?.

Si, claro. Como si fuera a hacerlo.

 Gracias a mi papá a el hombre lo metieron el la cárcel y tendría que pasar ahí alrededor de 8 años. 

Los cuales ya casi se cumplían.

Cada cosa que nos pasaba nos hacía más fuerte.

Me levanto de mi cama después de haber pasado horas acostada ahí y me digno a bañarme y vestirme.

Les pedí a los chicos que por favor me dejaran sola. Y aunque Matthew fue el que más se resistió, terminó resignándose y saliendo del cuarto.

Antes de meterme a la ducha cojo mi teléfono  y le mando un mensaje a Matthew.

..............................

Para: Matthew

Búscame en mi habitación en 10 minutos, vamos a ir a comprar chocolates y comer comida Mexicana.

..............................

Luego de bañarme rápidamente me visto con algo cómodo.

Justo cuando termino de ponerme los zapatos, entra Matthew a la habitación

Justo cuando termino de ponerme los zapatos, entra Matthew a la habitación.

Rodé los ojos.

-La gente normal toca la puerta antes de entrar a una habitación-Informó acercándome a él.

-¿Por qué tocaría la puerta si así tengo oportunidad de verte desnuda?-Me miró pícaro y yo golpeé su hombro.

Este chico es todo un personaje.

-Idiota.

-¿Me das un beso?-Pidió mientras ponía boca de pato lo que me hizo reír.

-Por supuesto-Digo para después juntar nuestros labios en un beso corto.

-¿Nos vamos?-Preguntó y asentí.

Nos encaminamos a salir del internado y entrar a su auto después de buscarlo en el estacionamiento.

Ya que nunca se acuerda en donde lo deja.

Muy romántico

Claro.

Entramos a su auto y encendí la radio para luego recostarme en mi asiento.

-Todo el internado habla de tu pelea con Chase-Rompió el cómodo silencio.

-Annie me dijo que todos escucharon la pelea-Comenté.

-¿Qué piensas hacer?-Preguntó con la vista en el camino.



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En el texto hay: adolescentes, bromas, guerra

Editado: 29.01.2024

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