Kappa Sigma.
Todas las miradas en el campus se dirigían hacia nosotros, montando un nuevo espectáculo.
Ya se nos hizo costumbre.
-¿Qué estás haciendo aquí?-Pregunta confundido y a la vez sorprendido.
Oh querido, créeme que yo tengo muchos más sentimientos encontrados que tú.
-Claramente por ti no es-Respondo fríamente, mirándolo con repulsión.
¿Cómo se atreve a siquiera dirigirme la palabra luego de haber destrozado mi orgullo?
Para mi es horrible lo que él me hizo. Muy pocas veces he dejado mi orgullo atrás. Y él no merece ni merecía que yo lo hiciera por él.
Pero lo hice, lo hice al llamarle 10 veces todos los días durante 2 semanas. Dejando incontables notas de voz en su contestadora, esperando que un día las escuche y me las responda.
Pero como saben, nunca sucedió.
-Entiendo porqué me hablas de esa manera. De verdad, lo entiendo-Habló calmado-Pero yo...-Su mirada se dirigió atrás de mi, y sonrió.
-Hola Annie-La saludó, todos dirigimos nuestra mirada hacia ella. Ella negó con su cabeza y lo miró conteniéndose. Al contrario de mi, ella sí podía controlar sus acciones.
Annie fue la primera en estar conmigo cuando nos dimos cuenta de que Matthew y Lucas se habían olvidado de nosotros.
Era su mejor amigo, y porque la conozco sé que ya le ha perdonado tantas cosas, que está tan harta de hacerlo.
Ella y Matthew nunca volverán a ser los mejores amigos que eran antes, ella misma me ha dicho cuando nos trasnochamos pensado en todo lo que había pasado.
Que su amistad con Matthew nunca fue la misma luego de que el estuviera con Ashley, y es totalmente comprensible.
Pero la gota de derramó el vaso fue esta.
-Vamonos Mack, no podemos quedarnos en un lugar con gente tan poco interesante-Musitó con la voz casi tan fría y cortante como la mía hace unos segundos.
Matthew la miró desilusionado y luego dirigió su mirada de nuevo a mi.
-Tenemos que hablar.
-Olvídate de eso-Contesté rápidamente antes de que mi silencio respondiera por mí-No tenemos nada que hablar, no hace falta-Aseguré. Tomé la mano de Chase y de Annie y los arrastré fue de todo el alboroto que se había formado.
-Es un descarado-Murmuró Chase enojado. Lo mismo pienso mi querido amigo.
-¿Cómo se atreve a hablarnos? ¿Qué le pasa en el cerebro?-Annie alzó su brazos en modo de indignación.
-No lo tiene, eso es lo que sucede.-Reímos.
. . .
Caminamos hacia el área respectiva para elegir nuestras fraternidades.
Era una especie de feria o algo así. En donde se encontraban mesas con dos personas tras ella. Que supongo eran miembros de las fraternidades a quienes representaban.
En el caso de las hermandades de mujeres, solo se encontraban dos mujeres representando su fraternidad, y en el caso de los hombres lo mismo pero con el sexo contrario. Pero en el caso de las fraternidades mixtas, una chica y un chico se encontraban tras las mesas.
Pasamos por cada mesa leyendo cada uno de los folletos de las fraternidades mixtas. En donde se mostraban imágenes de la casa, hablaban sobre la relación que tenían unos con otros y la cantidad de miembros que esta tenía.
Aunque era obvio que todos los folletos decían que todos los miembros se llevaban excelente y que se consideraban como hermanos. Ya que les convenía que más personas entraran a sus fraternidades. Ya que mientras más miembros, recolectan más dinero para el mantenimiento de la casa y su alquiler.
Nos dirigimos a la última opción que nos quedaba, Kappa Sigma.
-Bienvenidos a The Evergreen State University, es un placer conocerlos. Somos los represent...-La chica interrumpió al chico.
-Ay cállate Derek. Deben de estar hartos de escuchar lo mismo en todo el día-Rodó los ojos fastidiada. Y tiene razón, cada representante de las fraternidades nos decían lo mismo.
Ya tenía dolor de cabeza.
-Es el protocolo, estúpida-Se defendió. Puede notar que entre los dos había un parecido bastante notorio. Es obvio que de una manera u otra tenían que ser familia.
-No entiendo como mi madre puedo adoptarte, eres tan irritante-Pasó sus manos por su cabeza en signo de desesperación. Annie, Chase y yo observamos divertidos la escena.
-¿Puedes parar de decir eso? Somos mellizos, no puedo ser adoptado a menos que a ti también te hayan adoptado.
-Te crees un sabelotodo-Murmuró irritada.
-Queremos entrar en su fraternidad-Informé divertida. Chase y Annie no protestaron, por lo cual supuse que ellos también estaban de acuerdo.
-¿De verdad?-Preguntaron asombrados. Asentimos.
-Pero que sea rápido, ya quiero irme a dormir-Pidió Chase. Y ellos rápidamente empezaron a escribir y anotar nuestros datos y a informarnos sobre la fraternidad. Nos dieron la dirección y se excusaron con que ellos tenían que seguir inscribiendo a los nuevos miembros, así que partimos a la nueva casa.
Nos detuvimos en frente de la gran casa cuando llegamos a esta.
Una casa de dos pisos, que seguro por dentro era enorme.
Ya que para que vivieran dentro 26 personas tiene que ser así de grande. Aún sin contar los nuevos ingresos.
Entramos a la casa con las llaves que nos habían entregado los chicos, Derek y Sophia.
Al entrar lo primero que vi fueron las inmensas escaleras que conectaban el primer piso con el segundo.
Toda la casa era elegante y moderna a la vez, una inmensa pantalla plana se encontraba en la sala de estar en frente de -también- un inmenso sofá en forma de L a nuestro lado derecho. Y en nuestro lado izquierdo se encontraba la cocina que se dejaba ver a través del marco sin puerta que indicaba la entrada a esta. La cocina y la sala de estar se encontraban divididas por las inmensas escaleras. Y debajo de estas había un largo pasillo con puertas en el. Pero lo que no se lograba ver era que había en estas.