Don't Mess With Her

Capítulo 3 - ¡No lo puedo creer!

¡No lo puedo creer!

6:23 pm

Entro a Yogurtland, la heladería que me había indicado Matthew en el mensaje. Lo diviso sentado en una de las mesas del fondo. Con la mirada perdida en sus manos entrelazadas arriba de la mesa mientras movía su pierna rápidamente, justo como hace cuando está nervioso.

Me arreglo los jeans oscuros que tenía puestos ya que se me bajaron un poco. Chase me dijo que me vistiera bien ya que luego de que me encontrara con Matthew íbamos a ir a una fiesta que está organizando un amigo de Noah. Así que decidí vestirme para las dos ocasiones y así no tener que cambiarme después.  

No había helado encima de su mesa así que supongo que estaba esperando a que yo llegara para pedir juntos

No había helado encima de su mesa así que supongo que estaba esperando a que yo llegara para pedir juntos.

Me siento en la silla delante de él causando que capte su atención.

-Me disculparía por llegar casi media hora tarde. Pero la verdad, no me siento culpable-Sonríe al ver mi vestimenta. Yo alzo mi ceja izquierda a modo de interrogación.

-¿Te vestiste así para provocarme?-Me miró fijamente. Lo miré con los ojos como platos.

¿WTF?

-¿Qué te hace pensar eso?-Me cruzo de brazos. Él me sigue mirando fijamente.

-Tú sabes que a mi me encantaba que te pusieras esas botas-Aseguró con una sonrisa coqueta.

Resiste Mack. No lo asesines todavía.

-Lo siento, es que últimamente suelo olvidar las cosas que no son importantes para mi-Ataqué fríamente, miró sus manos incómodo y luego volvió a mirarme.

-¿Quieres que vaya a pedir los helados?-Asentí. Cuando estaba por sacar el dinero de mis bolsillos él se apresuró-Yo invito-Y luego de eso se fue a pedir los helados.

La campana del lugar sonó y por ella entró una mujer pelirroja, la cual inmediatamente me recordó a Kendall. La chica que nos había tratado de hacer la vida imposible a mi y a Chase junto a su madre. Luego de que se enteraran de que mi padre ya sabía sobre su plan, desaparecieron. Simplemente desaparecieron de un día para otro.

A mi padre le sorprendió aún más que yo ya que él no les había dicho nada. Pero yo si.

-Volví-Anunció Matthew llegando a nuestra mesa.

-Gracias-Agradecí y él contestó con un simple No hay de que. Matthew nuevamente dirige su mirada hacía mi. Rodé los ojos y lo miré fastidiada.

-¿Por qué me miras tanto?-Se sorprendió por mi pregunta.

-Es que te ves cambiada-Confesó.

-Si no hubieras desaparecido no hubieras notado la diferencia-Comenté seca. Bajó la mirada a su helado.

-¿Cómo vas con tu problema?-Cambió de tema repentinamente.

-¿Te refieres a mi trauma?-Lo miré molesta. Asintió incómodo.

Recuerdo que cuando estábamos  juntos siempre discutimos porque a él no le gustaba que lo llamara trauma,  decía que sonaba feo.

-Bien, aunque eso también lo sabrías si no hubieras desaparecido-Él pasó sus manos por su cabeza en modo de desesperación.

-¡Lo siento! ¿Okey?. Lamento mucho haber desaparecido, ¿Entiendes eso?. Pero lo tenía que hacer y lo hice, y sé que nos prometimos muchas cosas que yo simplemente no pude ni podré cumplir por los momentos. Pero...-Tomó aire-solo, lo siento-Me miró suplicante.

Que ojos tan hermosos.

Mantén la postura Mackenzie.

-¿Por qué lo hiciste?-Interrogué. Negó.

-¿No vas a decirme?-Pregunté desilusionada.

-No Mackenzie. No puedo decírtelo, lo siento-Me miró apenado.

Por un momento llegué a pensar que de verdad lo sentía. Que de verdad lo que tuvimos había sido sincero y que no se había ido simplemente porque quería. Pero luego la verdad cayó sobre mi.

-Si de verdad lo sintieras-Lo miré fijamente-Me lo dirías-Me levanté de la mesa dejando mi helado aún sin comer y salí del lugar.

Cada paso que daba mientras me alejaba de ahí sentía como el mundo se detenía. Como si fuera una película románticas de esas que Matthew y yo detestabamos ver.

-¡Kenzie! ¡Espera!-Oí la voz de Matthew llamarme detrás de mí.

Lentamente me volteo y lo miro molesta.

-¿Cómo pudiste olvidarte de mí?-Negó.

-Yo jamás me lo olvide de ti-Aseguró. Reí irónicamente.

-Eres un mentiroso-Musité cabreada. Nuevamente prosigo con mi camino dándole la espalda.

-¡¿Puedes escucharme por una  vez?!-Pidió desesperado. La gente empezó a notar que estábamos discutiendo y comenzó a mirarnos raro.

-¡¿Qué quieres que escuché?!, ¿Cómo me dices que no me puedes contar la verdad? ¿Eso es lo que quieres?-Ironicé. 

-No.

-¿Y entonces qué es?-Pregunté harta.

-¡No lo sé!

¿Qué?

¿Es en serio?

-Yo n...

-No puedo creer que me citaras aquí para no decirme nada-Lo interrumpí.-No puedo creer que trates de hablarme como si nada hubiera pasado. No puedo creer que después de todo el tiempo que tuvimos juntos me olvidaras de esa manera. Y no puedo creer que durante todo este tiempo no me llamaste-Exclamé molesta.

-Kenzie...-Me miró suplicante.

-¡No!-Lo interrumpí- ¿Cómo pudiste? ¿Cómo puedes seguir llamándome así? ¿Cómo me olvidaste tan rápid...

-¡Mackenzie!

-¡¿Qué quieres Matthew?!.-Lo miré desesperada.

-Ahora tengo novia-Confesó completamente serio. Un silencio se apoderó de ambos.

No puede ser.



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En el texto hay: adolescentes, bromas, guerra

Editado: 29.01.2024

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