Don't Mess With Her

Capítulo 10 - La cena con la zorra.

La cena con la zorra.

08-09-2016. Jueves.  

8:53 pm.

Logan se fue a eso de las 7:30 pm. Con la excusa de que el día de mañana tenía que estudiar para dos evaluaciones. Lo cual no se le dificultará, ya que es muy buen estudiante.

No importa lo que me dijeran, mi mente seguía en los acontecimientos anteriores. En donde admitía-en mi mente-que por primera vez, estaba celosa de una chica. Lo cual nunca pensé que me iba a suceder a mi.

Normalmente era yo, la que hacía sentir celos a las demás. Aunque no fuera intencional.

-¿Te pasa algo?-Preguntó una voz masculina detrás de mí. Noah.

Negué rápidamente y volví a centrar mi mirada en el mesón de la cocina.

-¿Segura?-Insistió. Rodé los ojos al mismo tiempo que él se sentaba en el asiento a mi izquierda.

-Sí-Respondí cortante. Bufó.

-Okey. Voy a ser más directo esta vez-Lo miré confundida-¿Qué sucede entre tú y ese tal Matthew?.

¿Qué carajos?

-¿De qué hablas?-Me hice la desentendida.

-Hoy por la mañana llegó una chica tocando la puerta. Quería hablar contigo, pero le dije que seguías dormida y que si te despertabamos te ibas a poner de mal humor-Bromeó.-Según ella quería hablar contigo para dejarte claro que tienes que alejarte de Matthew. -Gruñí-Me pareció ridículo, bueno. Ella me pareció ridícula. Estuvo media hora diciéndome exactamente como te lo tenía que decir, lo que te iba a decir y un montón de cosas más.-Explicó irritado- Hasta que me harté y le cerré la puerta en la cara. -Reí-Poco caballeroso, lo sé.

Esta chica está loca.

-Tranquilo, te entiendo. A mi también me desespera.-Sonrió.

-¿Me vas a decir quién es él?.-Continuó.

Me levanté de mi banca-Lo siento, pero no es de tu incumbencia.-Salí por el arco de la cocina y fui directamente hacia la sala de estar. Donde se encontraba en la mesa de centro, mi celular.

El cual dejaba ver una llamada entrante.

De mi padre.

Rápidamente cojo el móvil y descuelgo la llamada.

Llamada entrante

-¿Diga?

-¿Hija?-Contesta la voz de mi padre al otro lado de la línea.

-Sí, ¿Cómo estás?-Pregunto.

-¿Estás en la fraternidad?-Cambió de tema. Fruncí el ceño.

-Si, ¿Sucede algo?-Interrogué confundida.

-No cariño, solo que voy a ir a visitarte-Contestó sorprendiéndome.

-¿Si? ¿Cuando?-Pregunté emocionada.

Fin de la llamada telefónica

¿Me cortó?

El timbre de la casa suena llamando mi atención.

¿Es él?

¿Viene a visitarme?. ¿Tan tarde?.

Rápidamente corro hacia a la puerta, aún sorprendida por la llamada.

Lleva desde que llegué aquí sin llamarme, me emociona el hecho de que por fin venga a verme.

Al abrir la puerta principal, me encuentro con mi progenitor, con una traje.

No me sorprende que lleve traje, ya que cuando va a trabajar lo usa.  Lo que me sorprende es que lo use cuando viene a visitarme.

Si es que viene exclusivamente a verme a mí.

-¿Qué haces aquí?-Pregunté asombrada. Entró luego de que cediera espacio para que lo haga.

-Te dije que vendría-Argumentó. Fruncí el ceño.

-Si. Hace como 5 segundos- Recalqué. Él me miró a lo ojos antes de hablar.

-Tengo algo que contarte.  Pero tienes que prometer, que luego vamos a ir a cenar.-Pidió.-Y también que no te vas a volver loca. -Levanté una ceja.

¿WTF? ¿Una cena?.

-No te prometo nada-Aseguré cruzandome de brazos.

Suspiró.

-Esta bien.-Se rascó la cabeza nervioso- Estoy... -lo miré animando a que prosiga. -Estoy saliendo con alguien. -No. Puede. Ser.

Calma Mack. No dejes tu ira salir.

Muy tarde.

-¿Te volviste loco?-Lo miré histérica- ¿Otra vez? ¿Te das cuenta de que cada vez que me dices eso, entran más zorras psicópatas a nuestras vidas? ¡Y es la tercera vez!.

Rodó los ojos.

-Lo sé, pero ella es diferente a las otras.

¡Ja!

-¿Por qué te empeñas en conseguirte una novia?, ¿No puedes pagar prostitutas y listo?.

-¡Mack!

-¿Me quieres llevar a cenar para conocerla? ¿Es eso?-Reí irónicamente- Es obvió. Núnca me llamas, apenas y sabes que existo, pensé que venías por mí.-Lo miré desilusionada.

Me miró avergonzado.

Y aquí va de nuevo.

Antes de que volviera a darme su típico discurso de lamentos, me apresuro.

-Iremos a esa estúpida cena. La conoceré, pero si llega a su casa con el vestido manchado de vino, no me culpes. -Avisé-En 20 minutos estoy lista.

Me dirigí a mi habitación,  y en el camino me encontré a Noah recargado en la puerta de su habitación,  me miraba divertido.

-¿Problemas en el paraíso?.

-Cállate, idiota. -Entré a mi habitación.

36 minutos después.

-¿Aquí vive?-Pregunté cortante. Asintió.

Resulta que la idiota no sabía llegar por sí sola, así que la tenemos que pasar buscando.

De seguro cree que le voy a dar mi asiento.

Mi padre sale del auto y toca la puerta de la casa, la cual es muy grande, no tanto como la de mi padre, pero si es grande.

De la casa sale una mujer elegante, con un vestido ajustado al cuerpo, enseñando demasiado escote considerando que va a conocer a la hija del hombre con el que sale. Se encuentra tan cargada de joyas que cualquiera la confundiría con una joyería y tanto maquillaje que te hacía pensar si era así de atractiva o solo es obra de los cosméticos.

Totalmente diferente a mi madre. Ella era una mujer muy sencilla, Y muy natural, una mujer que podía ir a almorzar sin nada de maquillaje e igual sería el centro de atención gracias a su carisma.

Carisma que apuesto, esta no tiene.



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En el texto hay: adolescentes, bromas, guerra

Editado: 29.01.2024

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