Don't Mess With Her

Capítulo 17 - Un barco hundido.

Un barco hundido.

Sábado 16-09-17.

9:37 pm.

-¡Noah! ¡Alguien se robó mis condones!-Escucho gritar a Drake, un compañero de Kappa Sigma.

Rápidamente Chase y yo salimos de su habitación y nos encaminamos al pasillo.

¿Condones? 

Últimamente han estado desapareciendo varias cosas en la casa.

Ayer desaparecieron 2 secadores, incluido el de Lily.

Casi se pone a llorar al darse cuenta y Maya casi que le tira por la cabeza el suyo solo para que se calle.

El otro era de otra chica que duerme a 2 puertas de mi cuarto.

-¿Estás seguro?-Pregunta Noah.

-Si es idiota, ¿Cómo le van a robar eso?-Pregunta Chase a mi lado.

-Claro que si, ¡Eran 4 paquetes!-Aseguró.

Wow.

-Que vida sexual tan activa.-Murmuró mi amigo.

-Si fuera tan activa se le hubieran acabado.-Comenté.

-Cierto.-Apoyó.

Rodé los ojos.

-Tenemos que averiguar porqué se extravían tantas cosas últimamente-Noah se rascó la nuca.

-Yo te ayudo-Bajé las escaleras bajo a mirada de los chicos.-Cuando encuentre quien es el ladrón o  ladrona  robacomidasecadoresygorritosdelosmiembrosmasculinos voy a patear un trasero.

-¿Gorritos de los miembros masculinos?.

-¡Condones!-Exclamé.

-Oh.-Murmuró.

.  .  .

-¿Estás segura?-Asentí- Mack, no podemos meternos a revisar habitaciones.-Dijo Noah en voz baja.

Rodé los ojos.

-Nadie dijo que tu lo harías. Yo lo voy a hacer-Aseguré.-Y no te preocupes, voy a ser silenciosa.

Suspiró.

¿Qué tanto le cuesta apoyarme?, si igual lo voy a hacer.

-Una de las reglas de Kappa Sigma es que no podemos entrar a las habitaciones que no son nuestras sin el permiso del dueño-Lo miré fijamente.

-Tú eres el jefe, y tienes que tomar decisiones para saber la verdad. Cuando se sepa todos te agradecerán y pasarán por alto que nos hayamos metido a sus habitaciones.-Me levanté de mi asiento.-Piénsalo y me dices, aunque no tengo problema en hacerlo sola.

Luego de eso salí de su habitación y me dirigí a la cocina para servirme un poco de mi cereal.

Mi móvil suena indicando una llamada entrante. Luego de cogerlo miro la pantalla la cual indica que mi padre es quien me llama.

Mi cuerpo se tensa, pero aún así atiendo.

No me da tiempo de decir ni hola, cuando la voz de mi padre dice Estoy afuera de Kappa Sigma, y luego la llamada se corta.

¿Qué?

¿Qué hace aquí a esta hora?

-¿Qué pasó?-Preguntó Thomas que iba bajando las escaleras al ver mi cara.

-Mi papá está aquí-Murmuré. Corrí a la puerta dispuesta a hablar con mi padre.

Pensando que estaríamos solos.

Al abrir la puerta me encuentro con nada más y nada menos que la zorra al lado de mi padre.

¿Es en serio?

-¿Qué hace ella aquí?-Pregunté señalándole.

Ví una sonrisa asomándose en lo labios de la víbora.

-Venimos a que te disculpes-¿Qué?.

¿Cómodicesquedijiste?

-¿Cómo te atreves?-Me acerqué a ella, y ella dio un paso atrás.-Le lavaste la cabeza a mi padre.-Lo miré-¿De verdad crees que me voy a disculpar con una cosa tan sucia y podrida como ella?-Pregunté con ironía.

Me miró con enfado.

-No le hables así.

-Entonces, váyanse. Porque no me voy a disculpar y voy a seguir diciendo lo que yo quiera.

Los miré de forma amenazante.

¿Cómo es posible que mi padre se esté poniendo de su lado?

¿En qué se está convirtiendo?

-Entonces tu también te vas-Lo miré confundida-Dejaré de pagarte la universidad-Explicó cortante.

No puede ser.

Papá.

¿Quién eres?

-Si eso es lo que quieres-Me encogí de hombros.

Me miró decepcionado.

-¿De verdad prefieres dejar de estudiar que disculparte con ella?.-Sonreí irónica.

-Mi dignidad, prefiero mi dignidad-Expliqué. Y cuando estaba dispuesta a entrar a la casa, escucho la bomba.

Esa bomba.

Esa que te destruye en pedazos.

Pedazos que son casi imposible de volver a armar.

-Me quitaste al amor de mi vida, ¿También me vas a quitar otro amor?-Unos segundos después, siento mi mundo derrumbarse. 

Mi mirada se nubla y una lágrima cae por mi mejilla al escuchar las palabras de mi padre.

Y simplemente, para no hacerme más daño. Decido entrar a la casa sin dirigirle la mirada.

Esta no es mi semana, lo he notado.

Primero lo de Matthew y ahora esto.

No puedo dejar que esto me destruya. Yo soy Mackenzie Miller, y Mackenzie Miller siempre tiene un plan B.

No me importaba que no me pagara la universidad.

El dinero es lo de menos.

Mi madre se encargó de eso.

Pero que él también me culpara de la muerte de la persona que más amé, amo y amaré.

Eso, no tiene perdón.

Y solo espero, que nunca en su vida, vuelva a dirigirme la palabra.

Me iré a la casa de Chase y Angela en las vacaciones de navidad. Eso está claro.

Después de todo, ella es quien tiene el dinero que mi madre dejó para mi.

Sus ahorros de toda la vida.

Por si algo le llegara a pasar a ella. Ya tenía mi futuro asegurado.

Angela nunca me dijo porqué lo hizo.

Ahora lo sé.

Ella sabía que era el ancla de mi padre.

Esa persona que permite que mantengas los pies en la tierra, firme. Y que no seas un barco navegando a la deriva.

Eso era mi madre.

Y ahora que ya no está.

Mi padre está expuesto a que cualquier grupo de piratas tomen su barco, no tiene el control.

Él cree que lo tiene. Pero no es así.

Nunca pensé llegar a este extremo.

Pero a este punto, es necesario que mi papá se hunda y aprenda a ser su propio ancla.

Y ese no es mi deber.

Esta vez, no voy a hacer nada.

Tengo que dejar que se hunda.



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En el texto hay: adolescentes, bromas, guerra

Editado: 29.01.2024

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